De un insólito gol errado a una salvada fenomenal: las dos caras de Pablo Pérez en el clásico rosarino
Después de haberse lesionado en el inicio del campeonato, Pablo Pérez se recuperó de una lesión muscular justo antes del clásico rosarino. Javier Sanguinetti lo puso de entrada y el 8 rojinegro no solamente se calzó la cinta de capitán sino que fue protagonista del caliente derby de la ciudad.
Luego de fundirse en un abrazo con Carlos Tevez, ex compañero suyo en Boca Juniors, Pérez hizo jugar a Newell’s en la primera parte y tuvo una situación inmejorable al minuto 14: Ramiro Sordo desbordó como puntero izquierdo y tiró un centro que le cayó en los pies, el experimentado volante controló y quiso romperle el arco a Gaspar Servio, pero estrelló el balón contra el poste.
A Pérez le costó digerir esa acción, pero rápidamente se metió en partido nuevamente, al punto tal que tuvo incidencia a los pocos minutos. Gino Infantino, quien había ingresado hacía un rato por el lesionado Facundo Buonanotte, pisó el área rival y encontró un buscapié de Lautaro Blanco. Cuando el número 27 se disponía a ejecutar al arquero Franco Herrera, Pérez se arrojó al suelo de forma providencial para amortigar el remate y evitar la caída de su valla (todavía estaban 0-0).
Aliviado, al igual que sus compañeros y todo Newell’s, PP8 se alejó de ese sector riéndose y haciendo referencia a la situación perdida y la valía que tuvo la salvada en las inmediaciones de la valla propia.
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