Los entretelones de la elección de Jorge Almirón en Boca: a qué otro DT habían llamado y por qué lo descartaron
Transcurrieron dos semanas (14 días exactos) desde que Boca Juniors hizo oficial el despido de Hugo Ibarra de la conducción técnica hasta la presentación formal de Jorge Almirón como nuevo entrenador. ¿Por qué el Consejo se inclinó por un DT al que no le había ido bien en el último tiempo? ¿A qué otros técnicos buscaron después del Tata Martino? ¿Cuál era la otra alternativa antes de decidirse por el actual estratega?
Juan Román Riquelme se percató de que la frase de respaldo al Negro Ibarra (“ojalá que siga 20 años”) había caducado luego del tercer gol de Instituto en la Bombonera. El equipo cordobés que se llevó los tres puntos del jardín de su casa y la nula respuesta del plantel lo convencieron de que el anterior era un ciclo cumplido. La decisión estaba tomada, pero el Consejo de Fútbol sostuvo un partido más al histórico lateral derecho porque a la vuelta de la esquina estaba el debut por Copa Argentina ante Olimpo y fundamentalmente porque Román tenía programado el viaje a Villarreal para formar parte del partido de leyendas por el centenario del club. El vicepresidente no quiso borrarse, comprendió que era mejor estar presente y dar la cara antes del ultimátum.
Jorge Bermúdez, Mauricio Serna, Raúl Cascini y el Chelo Delgado se mordieron la lengua. Evitaron cualquier tipo de contacto con el exterior o vía celular y se atrincheraron en el Predio de Ezeiza más de lo habitual, a sabiendas de que al retorno de Riquelme de su excursión por España y Paraguay (presenció el sorteo de la Libertadores junto al secretario general Ricardo Rosica) harían oficial la salida de Ibarra, inmediatamente designarían como interino a Mariano Herrón y anunciarían la búsqueda de un DT que no estuviera trabajando en la institución.
Así fue que la tarde del martes 28 de marzo Riquelme arribó al aeropuerto de San Fernando y se dirigió directamente al Centro de Entrenamiento de Ezeiza, donde fueron citados Ibarra y su cuerpo técnico. La situación no fue cómoda, pero los miembros del CDF argumentaron los motivos para soltarle la mano e imploraron por la continuidad de su amistad. Chicho Serna habló con la prensa y reafirmó la idea de no sostener a Herrón por mucho tiempo. Al día siguiente se filtró que habían contactado a Gerardo Martino, un candidato más que potable y que contaba con gran aceptación dentro del público. Pero en la oficina de Riquelme en Ezeiza habían algunos planes alternativos…
Frente a la negativa del Tata, se extendió automáticamente el interinato de Herrón (al final dirigió en la victoria ante Barracas Central, el empate en Venezuela ante Monagas por la Libertadores y la derrota ante Colón en la Bombonera) y el Consejo modificó su estrategia de búsqueda. Al no haber nombres inobjetables como el del rosarino que venía de dirigir a la selección mexicana, optaron por el hermetismo y les exigieron a los contactados que evitaran cualquier tipo de indicio a la prensa e incluso a su círculo íntimo. La razón primaria de esta demanda se debió a que en caso de que circularan más nombres en la danza, el a la postre designado entrenador podía ser considerado frente al ojo ajeno como una tercera o cuarta opción. Desde el club le confiaron a este medio que tras ganarle a Barracas ya habían hablado con dos técnicos pero que las gestiones no estaban avanzadas. Y hubo una tercera tratativa paralela que no llegó a buen puerto.
Diego Martínez, estratega de Tigre, sabe que en la Ribera ponderan su trabajo y se atrevió a darle un giro a la llave de la puerta salida con una declaración: “Que un grande como Boca se fije en mí es un orgullo. Si llegara una oferta, nos sentaremos con el club para ver qué es lo mejor para ambos”. Esto fue justo antes de que debutara por la Sudamericana frente a San Pablo. Dicen, cuentan que Riquelme gastó buena parte de su saldo telefónico en llamados a Sergio Massa para intentar convencerlo de que liberara a su técnico, pero en Victoria lo encadenaron y no hubo forma de que recapacitaran ya que Martínez es el líder de su proyecto futbolístico. De hecho, antes del choque copero ante los brasileños se descartó por completo su salida y el Gigoló (así lo apodan socarronamente) pidió que en la conferencia de prensa no le preguntaran por su hipotética partida a Boca.
Por casualidad (¿por casualidad?) Jorge Almirón arribó al aeropuerto de Ezeiza minutos después de que el plantel de Boca embarcara rumbo a Venezuela para afrontar el partido contra Monagas por la Libertadores. Fue en la mañana del martes 4 de abril que el periodista Lucas Tunno lo sorprendió con las valijas saliendo y le tomó una fotografía. En ese momento el entrenador que había tenido su última experiencia en Elche de España deslizó que había sacado los pasajes para retornar al país con mucho tiempo de anticipación y se desentendió cuando le consultaron si era candidato a reemplazar a Ibarra. Indefectiblemente se sumó a la lista de posibles sustitutos que en un momento llegó a tener más de una decena de nombres entre los de chances reales, especulaciones y los sugeridos por los fanáticos.
Antes de subirse al avión camino a Maturín, el presidente Jorge Amor Ameal les pidió a los periodistas que dejaran de tirar nombres al voleo. Al regreso de la expedición fue el Patrón Bermúdez el que remarcó ese pensamiento con su característico gesto adusto. Serna, el más simpático de los integrantes del Consejo, advirtió que todavía no había humo blanco tras el retorno del contingente de tierra venezolana. Riquelme, que estaba viendo a las Inferiores en el Predio de Ezeiza, increpó al cronista Ezequiel Sosa de TyC Sports porque entendió que la señal le “mentía” a la gente con un paño de imágenes. En ese mismo momento estaba terminando de cocinar la contratación de Almirón.
Pero entonces, ¿cuál era la otra opción que barajó el Consejo? Según pudo averiguar Infobae José Néstor Pekerman fue el otro sondeado por Riquelme. Es una información que no fue reconocida públicamente por la directiva xeneize, pero sí se filtró de las entrañas boquenses. Tras su alejamiento de la selección venezolana por discrepancias con la cúpula de la federación, el experimentado entrenador que dirigió a Román en el Sub 20 campeón mundial de Malasia 1997 y en la Mayor durante la Copa del Mundo de Alemania 2006 estaba dispuesto a cambiar el chip de seleccionador por DT con tareas diarias (de hecho se mantiene vigente y espera por una oportunidad laboral en el corto plazo).
Desde Ezeiza y Brandsen 805 afirman que la elección de Almirón fue por convicción pura. Es cierto que el distanciamiento del DT con el empresario Christian Bragarnik, muy vinculado a Boca durante la última gestión de Daniel Angelici, fue un punto a favor para el acuerdo. “Hemos traído un gran entrenador y creemos que su forma de ver el fútbol encaja con el grupo de jugadores que tenemos”, dijo Riquelme en la entrevista que dio el viernes pasado con El Canal de Boca. El interrogante que surge entonces es por qué si el Consejo estaba completamente decidido a darle el buzo de DT a Almirón no apresuró la tratativa y lo cerró previo a la Semana Santa para que dirigiera frente a Colón de Santa Fe, último compromiso de Herrón.
El coqueteo con Pekerman persistió y el Consejo jugó “a dos puntas”. No está del todo claro por qué terminó tachando al ex formador de pibes que conoce a Riquelme desde que lideraba desde el medio de la cancha a la categoría 78 de Argentinos Juniors en las Divisiones Inferiores. Desde las altas esferas de Boca deslizaron que se generó un desencanto con José cuando pidieron referencias de su último paso en Venezuela. Durante su periplo con la Vinotinto con más que aceptables resultados (cinco triunfos, un empate y cuatro derrotas entre cotejos por las Eliminatorias y amistosos) se produjo un quiebre con su representante Pascual Lezcano: en la federación lo denunciaron por faltas éticas e irregularidades administrativas de las que el DT no estaba al tanto. Este cortocircuito derivó en la salida de Pekerman del seleccionado nacional, la asunción de uno de sus colaboradores (Fernando Bocha Batista) y el desmembramiento de buena parte de su cuerpo técnico que comandaba las Juveniles (Fabricio Coloccini, Nicolás Medina, Diego Colotto y Patricio Camps, entre otros).
Quienes son más cercanos a Pekerman dan crédito de la decepción que se llevó con su ex agente, así como juran que desde Boca no se contactaron directamente con él. Varias fuentes contactadas confirmaron que existieron múltiples sospechas sobre manejos “poco claros” de Lezcano en el último ciclo de José como seleccionador de Colombia. Y ahora algunas cuestiones de la misma índole que salieron a la luz le quitaron la venda de los ojos al técnico que pasó a manejarse de forma personal tras su última mala experiencia.
En la Ribera, con problemas deportivos de sobra y urgencias de turno en ese plano, aceleraron las tratativas con un Almirón que siempre sedujo a Riquelme por su estilo. No importó su negativo historial reciente. La cuenta fue entrenador con potencial más plantel de jerarquía será igual al éxito. El ex jugador de Deportivo Español al que un gol en la Bombonera le cambió la carrera como futbolista se tuvo que subir al carro andando y luego de dos caídas consecutivas hoy tendrá la primera parada para alimentar el sueño del pueblo xeneize: su estreno por la Libertadores.
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