Los cuatro jugadores de River Plate que Demichelis recuperó y hoy son vitales para el equipo: cómo los potenció
El diálogo ocurrió en uno de los entrenamientos de la pretemporada en Estados Unidos, en enero de este año. Al borde de uno de los campos de juego de la Universidad Internacional de Florida, Martín Demichelis le dijo a Javier Pinola. “Le tengo mucha fe a Rodrigo (por Aliendro). Me gusta cuando agacha la cabeza como si fuera una ardilla y sale rápido con la pelota dominada. No para de correr y recupera muchas pelotas. Va a ser muy importante para el equipo”, soltó el director técnico de River ante uno de sus ayudantes de campo. Pinola, que fue compañero de Aliendro el año pasado, asintió y le dijo que pensaba lo mismo.
Menos de cuatro meses después de aquella charla en la que Pinola le dio la derecha al entrenador, Aliendro se transformó en una de las piezas esenciales del puntero del campeonato argentino. No solo eso: también es uno de los cuatro futbolistas que Demichelis “recuperó” luego de no haber podido encontrar sus mejores versiones en el último año de Marcelo Gallardo al frente del equipo. Los otros tres son Leandro González Pirez, José Paradela y Esequiel Barco.
Los cuatro casos tienen sus particularidades. A fines del año pasado, González Pirez y Paradela tenían la puerta de salida de River abierta incluso en la consideración de la dirigencia por sus bajos rendimientos, pero Demichelis quiso verlos en la pretemporada y evaluarlos con sus propios ojos, y luego de ello pidió por la continuidad de ambos tras haber quedado muy conforme con el trabajo que hicieron en Estados Unidos. Hoy, en las charlas que mantiene con el plantel, el técnico suele afirmar que González Pirez es el central que mejor interpreta lo que él pretende de los zagueros de su equipo.
Potencialmente, Demichelis cree que los dos mejores centrales de su equipo son Emanuel Mammana y Paulo Díaz, quien se recupera de una distensión en el bíceps femoral de la pierna izquierda y se perderá al menos los partidos ante Atlético Tucumán, esta noche por el campeonato argentino, y Fluminense, el martes en Río de Janeiro por la Copa Libertadores.
Sin embargo, la marcada mejoría de González Pirez y la rodilla derecha que tiene a maltraer a Mammana, modificaron el mapa mental que tenía el técnico. Hoy, González Pirez y Paulo Díaz son los centrales que mejor están posicionados en la consideración de Demichelis.
A Paradela lo quería Racing y los dirigentes de River pensaban que ahí estaría su futuro. En el tramo final de la Era Gallardo se lo notó entre inhibido y errático, tomando por lo general malas decisiones futbolísticas antes que acertando con la pelota en los pies. Pero la llegada de Demichelis lo reinventó. “El primer gran cambio de José fue físico. El profe Flavio Pérez prohibió por completo los dulces y las gaseosas junto al nutricionista del plantel y él es uno de los jugadores que empezó a mostrarse más rápido y ágil”, reconoce un integrante del cuerpo técnico.
Al mismo tiempo, Paradela mejoró muchísimo con la pelota en su poder y se lo puede ver mucho más confiado y seguro en sus movimientos. “Hace poquito, en un entrenamiento, Enzo Pérez comenzó a decirle ‘Messi, Messi’, porque nadie se la podía sacar”, comenta, sonriente, un futbolista del plantel en diálogo con Infobae. Hoy Paradela perdió la titularidad solo porque Aliendro, Nicolás De La Cruz y Barco le sacan una tenue luz de ventaja, pero Demichelis sigue confiando mucho en el ex Gimnasia y Esgrima La Plata y hoy seguramente jugará de entrada ante Atlético Tucumán en la formación alternativa que prepara el técnico teniendo en cuenta la gran trascendencia de los dos partidos siguientes: ante Fluminense y luego frente a Boca en el Monumental, el domingo 7.
La situación futbolística de Barco también cambió por completo. Con Gallardo jugaba más bien recostado sobre la banda izquierda y pocas veces logró imponer la gambeta y la capacidad de desequlibrio que llevó al “Muñeco” a pedir por sus servicios. En apenas diecisiete partidos del incipiente ciclo de Demichelis, juega más centralizado que en 2022, ya anotó seis goles y dio cuatro asistencias, contra los cinco que había hecho con Gallardo en 44 partidos en los que dio tres pases gol. Pero esa es una simple estadística. La cuestión de fondo es otra: Barco luce renovado, enérgico y mucho más determinante con Demichelis que con Gallardo. Puede sonar a herejía si se repara en que el “Muñeco” es el técnico más preponderante de la historia de River, pero no deja de ser una realidad que con Demichelis está logrando un mejor rendimiento.
Para los dirigentes de River, incluso, ya no parece un problema la obligación de compra del pase de Barco que deberán ejecutar porque el ex Independiente jugó más de la mitad de los partidos del equipo el año pasado. River ya le pagó 4.400.000 de dólares al Atlanta United por un préstamo de dos años y deberá abonar otros 7.000.000 de dólares a partir de marzo del año próximo, pagaderos en seis cuotas (de 1.166.666 dólares cada una) hasta septiembre de 2026 para quedarse con la totalidad del pase del atacante. “Si sigue jugando en este nivel, lo podemos vender por más de 15.000.000 de dólares”, se entusiasman en las oficinas del primer piso del Monumental.
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