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Jorge Reale y su proyecto de la Bombonera en la Isla Demarchi: el sueño de ser sede del Mundial 2030 y qué pasará con el estadio actual

A la espera de definiciones desde el sector oficialista compuesto por Jorge Amor Ameal y Juan Román Riquelme y después de la confirmación de la participación de Mauricio Macri con el candidato opositor Andrés Ibarra, otro “sorpresivo” nombre emerge en la contienda electoral que se llevará a cabo en diciembre próximo en Boca Juniors: Jorge Reale. Este empresario mendocino que vive hace más de veinte años en Buenos Aires sueña con sentarse en el sillón más importante de Brandsen 805 y hacer historia con la construcción de una Nueva Bombonera en la Isla Demarchi.

Su proyecto causó alto impacto desde su presentación, pero surgieron muchos interrogantes al respecto: ¿cómo será la ingeniería económica para materializarlo?; ¿apostará a los ingresos con un naming?; ¿es realmente viable la construcción en esos terrenos federales?; ¿cuál es su estrategia para negociar con el Gobierno nacional la cesión de las tierras?; y, fundamentalmente, ¿qué sucederá con la actual Bombonera?

Reale admitió que está a gusto con el concepto de “Boca Predio” pero al mismo tiempo aseguró que no trabajaría con un Consejo de Fútbol sino con un director deportivo. En tanto, realizó una crítica a la actual gestión por el manejo de las denuncias por violencia de género y abuso sexual, mientras que aseguró que la actual directiva no explota lo suficiente la marca Boca. La hipotética adhesión a la lista de Ibarra y Macri, los cambios que propone en el estatuto y cómo haría para competir con el fuerte mercado brasileño a nivel continental fueron otros de los tópicos tocados en esta entrevista exclusiva.

—Para los hinchas y socios que no te conocen tanto, ¿quién sos y cómo nació tu pasión por Boca?

—Soy un mendocino nacido y criado en Mendoza, me vine a vivir a los 30 años a Buenos Aires. Fanático de Boca, por la familia, mi papá, mi abuelo que fue vicepresidente de Boca de Bermejo, allá en esa época que costaba todo mucho sobre todo a los del interior. Así que viví todo con mucha pasión, íbamos a la cancha en los tablones que se movían. No vi tanto por televisión del Boca del que soy fanático, de Buenos Aires, pero sí lo vivé a través de mi viejo y mi abuelo. Cuando fuimos campeones del mundo en el 77 yo no lo vi por televisión al partido pero lo vi llorar a mi viejo y esa imagen no me la olvido. Ese es el primer momento que tengo grabado de Boca, las lágrimas de mi viejo. Cuando atajaba con mis amigos o con mi hermano más grande volaba y decía “¡Gatti!”. Tengo 52 años, no lo pude ver a Rojitas pero vi a Maradona, Brindisi, el Beto Márcico, Román, Carlitos Tevez, disfruté los goles de Palermo… Ídolos son todos, pero yo me hice hincha de Boca también viendo a Passucci, amo el equipo que deja todo en la cancha, que ves que juega con el corazón. Un jugador que me hizo llorar fue Giunta, quizás más que a lo mejor un taco o una rabona. Valoro más ese juego, eso para mí es muy Boca, es muy nuestro. Al fútbol se puede jugar con muchas partes del cuerpo, a lo Boca se juega con el corazón.

—¿En qué momento sentiste el impulso de candidatearte como presidente de Boca?

—La política de club la mamé con mi abuelo pero fundamentalmente me preparé toda mi vida para esto porque primero constituí mis dos empresas, las más importantes de mi vida, mi familia y la empresa de la que vivo. Mis hijos ya están grandes, uno estudia y una se recibió. Yo me separé de la mejor manera, con una excelente relación, tengo una novia que me acompaña mucho y sabiendo que tenía este sueño y que me iba a dedicar a esto. La empresa me permite tener este tiempo, yo le dedico el 100% de mi tiempo a Boca. Trabajo sin descanso para ser presidente de Boca. Sentí que llegó mi momento, pero lo sentí siempre. En alguna mirada al espejo pienso que tal vez se lo debo a mi abuelo, tal vez se lo prometí, pero esa llama estuvo siempre. Es mi momento porque puedo estar full time, esto es algo que no se puede hacer a medias y menos alguien que empieza desde su platea a contarle a otros socios que tomó la decisión y trabaja para ser presidente. Tengo que trabajar el triple porque yo no me puse la 10 de Boca ni fui presidente antes, tengo que trabajar el triple para que los demás me conozcan y para que conozcan mis ideas.

Jorge Reale
Reale en los terrenos de la Isla Demarchi, donde sueña construir la Nueva Bombonera

—¿Qué estás preparando en cuanto a ideas, propuestas, la plataforma… cómo ocupa Boca tu día?

—Empiezo desde la mañana temprano y lo que hago siempre es reunirme con socios. Tenemos un equipo de comunicación, un equipo de territorio y otro al que le llamo “Los Notables” que son socios de Boca de más de 70 años a los que escucho mucho. Armo reuniones con socios porque me gusta esto, escucho mucho. Queremos constituir un espacio político que salga desde el socio. No me vas a ver caminando con ídolos del club o actores de la política nacional, yo quiero que me vean caminando con socios, igual que yo, con hinchas de Boca y que seamos nosotros los que realmente venimos a plantear una renovación en la política de Boca. Ese es mi día a día. Hablar mucho con los socios y escuchar mucho. Tengo claro que tengo mucho qué aprender y la propuesta saldrá de eso que aprendemos. Escucho mucho a Diego Lajst, que que es el presidente de Boca La Causa, la agrupación que me lleva como candidato y trabajo conmigo, porque él estuvo en el club. Pero también escucho mucho al socio para saber cuáles son las necesidades que tenemos hoy.

—Presentaste el proyecto de la Nueva Bombonera en la Isla Demarchi y desde el oficialismo y la otra parte de la oposición dicen que no es posible de realizar. ¿Cómo rebatirías esos dichos?

—Estoy convencido de que si nos ponemos todos de acuerdo, lo podemos realizar porque somos Boca, porque estudiamos seriamente el proyecto, lo trabajé y fui a buscar al mejor arquitecto de Argentina en este tipo de cosas, el único que ha hecho estadios. Tenemos que ponernos de acuerdo. Los que dicen que no es posible, creo que lo hacen porque quieren bajarle el precio. Yo sin embargo, cuando hablan de otros proyectos, no digo nada. Lo que necesitamos es un estadio más grande, lo que los socios necesitamos es ir a la cancha. Cuando hace un año atrás dije que teníamos que pensar en un estadio nuevo me decían “No, Jorge, no digas eso porque los socios…”. Pero qué te acabo de decir, que yo escucho al socio y el socio me dice que no puede ir a la cancha. Aparte yo vengo de mendoza, soy del interior, conozco cómo es el sentimiento del socio del interior, el que sueña con venir a la cancha, el que sueña con traer a su hijo. Yo tengo dos plateas que las saqué hace muchísimos años cuando mis dos hijos podían ir en brazos conmigo. Iba con mi ex mujer y mis dos hijos, pero ahora tengo que ir turnándome y a eso nos pasó a todos. Entonces se necesita más espacio y la idea de plantear un estadio nuevo con el doble de capacidad fue porque escucho al socio.

—¿Cómo vas a hacer para convencer al socio que tiene su lugar en la Bombonera y no quiere un estadio nuevo?

—Lo primro que hicimos es mostrar lo que podemos tener. Dijimos “miren esto, si nos unimos y trabajamos todos detrás de este proyecto, podemos tener este estadio”. Y fijate que ya no se habla tanto de si estadio nuevo o no, me discuten los puentes, dicen que no es tan viable y cómo vamos a hacer con lo económico. Bueno, qué bueno, estamos discutiendo lo que hay que discutir, cómo lo vamos a hacer. Me parece que dimos un recontra paso ahí. Mirá que Boca ganó grandes cosas solo cuando estuvimos unidos. Si nos unimos en pos de un proyecto, podemos tener ese estadio, que el mundo entero envidie el estadio que tenemos y que la Argentina, aparte del socio de Boca, se sienta orgullosa del estadio que podemos hacer los socios de Boca.

—¿Económicamente es viable? Se habla de los puentes que hay que construir para el acceso y de que las tierras no le pertenecen al club… ¿Hay un plan para llevarlo a cabo?

—Hay un plan. Fue impresionante cómo se viralizaron las imágenes cuando presentamos el proyecto y el movimiento que generó en todos lados. El 11 de mayo vamos a presentar el proyecto más ampliado con todos los estudios que hemos hecho porque lo hicimos con toda seriedad: un estudio del suelo, un estudio de impacto ambiental y por sobre todas las cosas un estudio financiero de cómo se puede pagar. Habrá una página web a la que todos podrán entrar y ver cómo es. Y estamos trabajando en una plataforma muy linda en la que vas a poder entrar al estadio de forma virtual, sentarte en la que podría ser tu platea, mirar cómo se vería el partido desde ahí y qué precio tendría. Primero que vamos a tener el doble de populares, de 32 mil ahora pasaremos a tener 60 mil. Y segundo que de las 22 mil plateas de la actual Bombonera pasaríamos a tener 52 mil. Si a esas 30 mil plateas las vendemos por adelantado, como han hecho todos los que hicieron estadios nuevos, porque no estamos inventando algo, a diez años por un promedio de mil dólares cada una, tendríamos 300 millones de dólares. Más los asientos palcos, más los estacionamientos, porque el proyecto está hecho en alto para poder tener un estacionamiento bajo. Hoy el estacionamiento de la Bombonera tiene capacidad para 600 autos y acá habría espacio para 4500. Cuando vos sumás todo eso, llegamos a tener 402 millones de dólares con los números de estos días. El dólar varió un poco, esto es Argentina y quizás eso sea lo más difícil.

Nueva Bombonera en la Isla Demarchi
El proyecto de la Nueva Bombonera en la Isla Demarchi será presentado por completo el próximo 11 de mayo

—¿El tema del naming es algo que se evalúa también para generar recursos o no haría falta cambiar el nombre del estadio?

—No sería necesario el tema del naming en números, pero para mí es necesario porque siempre la primera plata es importante, ese envión. Tenemos que dar dos grandes pasos: que nos convenzamos todos de que este es el camino y que hacia allá tenemos que ir, algo que va a ser muy difícil, y que se pueda hacer, generar esa credibilidad. Para generar eso hay que arrancar y ahí es donde necesitamos el naming. Nos ayudará a mostrar que la obra se está iniciando y a mostrarle al Gobierno nacional que queremos que nos ayude con esos terrenos de la forma que encontremos su ayuda, puede ser pagándolos a largo plazo, pero demostrarle que también se va a hacer rápido porque acá la clave es poder llegar al Mundial 2030. Entonces nosotros le damos algo muy importante al Gobierno, todos los gobiernos del mundo cuando tienen un Mundial están obligados a hacer obras, todos las hacen. La obra la hacemos nosotros ahora, que ellos nos permitan los terrenos, de la manera que acordemos. Y que la Argentina se sienta orgullosa.

—¿O sea que parte del acuerdo para la cesión de esos terrenos es que el nuevo estadio sea sede de Argentina para el Mundial 2030 si es que la FIFA la designa junto a Paraguay, Uruguay y Chile?

—Sí, es así. Vamos a hacer un estadio con normas FIFA y alguna vez lo charlé con Alejandro Domínguez y me felicitó por el proyecto, me generó mucha alegría. Pero aparte me dijo que era un estadio para finales únicas y qué lindo poder hacer finales únicas en Argentina, un concepto que tomó la Conmebol. Podrían venir de cualquier lugar del mundo a jugar finales a Argentina. No le estoy pidiendo al Gobierno, le estamos ofreciendo una oportunidad de hacer una obra que le va a generar un montón de cosas: imagen, ingresos y por sobre todas las cosas la matriz visual de la Ciudad de Buenos Aires va a cambiar desde todo punto de vista, porque ese estadio va a ser que sea una de las postales de la Argentina.

—¿La capacidad total entonces en cuánto quedaría?

—112 mil. Es lo que tenemos calculado. Después puede haber alguna variación, pero lo que se planteó y está hecho es para eso: 52 mil plateas y 60 mil populares.

—Y está proyectado para que llegue al 2030…

—El estadio en cuatro años, teniendo los recursos, lo construís. Lo más importante es lo previo. Todo este papelerío, lo que hay que plantear en la isla, porque hay gente que está ahí. Nosotros hemos previsto espacios en la isla para todos los que están hoy. Porque por más que los terrenos sean del Gobierno nacional, hay gremios que trabajan en la isla, entonces nosotros hemos previsto hacer el estadio en altura para que todo lo que esté relacionado a ese trabajo y al agua de los que trabajan ahí y lo necesitan, lo puedan seguir haciendo.

—¿En caso de hacer la nueva Bombonera, qué pasará con la actual?

—Se mantiene igual. Es más, la vamos a mantener siempre muy bien y lo más remodelada posible. Vamos a jugar ahí partidos que consideremos importantes, ahí tiene que jugar y crecer el fútbol femenino, tienen que jugarse todas las finales de las inferiores, es nuestro Templo y tiene que seguir ahí. Una cosa muy linda es que me criticaban los puentes, pero tiene un objeto: que ir a la cancha siga siendo ir a la Bombonera. Para que después vayamos de la Bombonera al estadio nuevo. Porque lo que queremos es que esto sea un círculo virtuoso de estadio a estadio y le permita un crecimiento a La Boca. Imaginate 100 mil personas caminando de un lado a otro lo que significaría para los comercios, las previas… Me dicen “¿cómo voy a la cancha?”, en el mismo bondi de siempre. “¿Dónde estaciono?”, en el mismo lugar. En cualquier estadio de primer mundo se camina, me tocó ir a Qatar y había que caminar 20 cuadras para llegar al estadio. A lo sumo acá habrá que caminar 8 o 9 cuadras.

Nueva Bombonera en la Isla Demarchi
El empresario mendocino pretende levantar un estadio para 112 mil personas y mantener a la actual Bombonera para partidos del fútbol femenino y juveniles

—¿Te contactaste con Ameal y con Andrés Ibarra?

—Los llamé a todos. Y cuando digo todos es a todos los actores de la política. A Jorge le mandé un mensaje la semana pasada y me contestó muy bien. Le dije “Jorge, sos el presidente electo del club, por respeto me gustaría mostrarte personalmente el proyecto del estadio”. Me contestó que tenemos proyectos distintos, pero que valoraba la iniciativa, una respuesta muy buena de su parte. Quedamos en que en algún momento nos vamos a juntar y espero que así sea. Diego Lajst está hablando con la gente de todo el espacio de Macri para presentarle el proyecto, cuando a ellos les parezca oportuno.

—¿A Riquelme también lo llamaste?

—Sí, por supuesto que lo llamé. A Mariano Lavalle, que es un amigo personal por mi actividad. Me dijo que me iba a avisar y en este caso no ocurrió, pero yo siempre estoy dispuesto. Cuando yo hablo de unión es porque lo creo, eh. No porque lo digo. Yo siempre estoy dispuesto.

—¿Con qué intenciones llamaste a cada uno?

—Corresponde llamarlos por respeto. Yo respeto a todos los que están en la política de Boca y si quiero hacer algo superador tengo que hacerlo porque a quien no conocían era a mí. A Riquelme lo conocemos todos, entonces yo soy el que tengo que decirles “bueno señores, yo vengo a hacer política en el marco del respeto y la construcción”. Significa eso, el respeto y la presentación de decir con total honestidad “vengo a plantear que queremos hacer esto”, no más que eso.

—¿Sentís que la remás de atrás porque en las otras listas están Riquelme y Macri junto a Ibarra?

—Nosotros estamos muy contentos con lo que hemos construido, entonces no analizamos si es un remo o no. Vinimos a plantear la renovación de la política en Boca. Yo no hice política antes, somos una realidad de renovación, podemos ser mejores o peores, el tiempo lo dirá. Lo hacemos de esta manera: mirando a la cara a los socios, construyendo y no hacemos un análisis de los otros actores de la política. Estamos muy contentos con lo que estamos construyendo, estamos muy contentos con esta idea de plantear un horizonte de dirigentes que no estén sumados a la grieta y puedan construir algo mejor. Para que quede claro lo que pienso y siento, si yo ganara las elecciones, al día siguiente convocaría a todos los otros. A todos. Nosotros necesitamos de todos, porque ¿sabés dónde está nuestro enemigo?, en el dólar, en el euro, en algún equipo de por acá cerca que está creciendo más que nosotros porque tiene más plateas para vender… Ahí está, esa es nuestra pelea, no entre nosotros.

—¿Cuál es la crítica constructiva que le hacés a la actual gestión? ¿Qué cambiarías?

—El concepto de Boca Predio a mí me gusta mucho, me gusta mucho que los chicos puedan ver a los jugadores de Primera, que estén todos juntos. Eso me pareció muy bueno y lo dije siempre. No trabajaría con Consejo de Fútbol, trabajaría con director deportivo. En términos de fútbol para mí son muy importantes mi director deportivo y mi coordinador de inferiores. En el caso del coordinador de inferiores, me gustaría consensuarlo con la oposición porque creo que los proyectos deberían ser de 9 o 10 años. Ese es el tiempo para un proceso. Ir a buscar a los mejores, pero que sea consensuado. Ya trabajo con un montón de gente, pero no voy a dar nombres. Ya tengo elegido quién será mi director deportivo, hablamos, pero no voy a dar nombres porque soy respetuoso del trabajo.

Batistuta y Jorge Reale
Reale no quiso dar nombres, pero aseguró que tiene apuntado al que sería su director deportivo: ¿tendrá chances Gabriel Batistuta?

—¿Convocarías a Riquelme para seguir trabajando en el departamento de fútbol?

—Todos los que quieran trabajar van a estar cerca mío. Todos los que quieran ayudar a Boca van a estar cerca mío. Seré el primero que con total humildad le diré que tengo cosas para aprender de alguien que pasó por Boca en todo sentido, alguien que lo conoce adentro y afuera. Yo a Riquelme le valoro la valentía, de ser alguien de 40 años con su vida totalmente cómoda que se la jugó y quiso ser dirigente. Eso se lo valoro, porque se incomodó y sin lugar a dudas eso es querer al club.

—Hubo cuestiones y decisiones institucionales que generaron polémica y debate, por ejemplo, las denuncias contra Villa y Jorge Martínez. ¿Coincidiste en los pasos que dio el club?

—Me parece que Boca se manejó pésimo y lo primero que quiero dejar claro es que conmigo la mujer se va a sentir segura en Boca. Si pasó algo, yo no me voy a hacer el distraído. ¿Por qué lo separaron a Martínez y no a Villa? Puede ser nuestro mejor jugador, pero nosotros tenemos que involucrarnos, no podemos dejar que las cosas pasen y el club esconderse o esconder la situación. Estoy muy en desacuerdo en cómo se actuó. Si hubiera tenido dudas con la información que tenía, en el caso de Martínez, primero hubiera licenciado a los dos, pero por sobre todas las cosas me hubiera involucrado y hubiese tratado de entender qué pasó. Villa tiene todo el derecho a defender su inocencia y puede que hayan hecho alguna operación contra él, porque somos Boca y está lleno de anti Boca, no nos confundamos. Hay muchos más de los que vemos por ahí. No tengo dudas de que puede ser un ataque hacia nosotros, pero yo me involucro para saber lo que hago y, si esstoy convencido, salgo a bancarlo a muerte aunque me tiren de todos lados. Y si no, soy el primero que le pido que dé un paso al costado.

—¿Mantendrías el Departamento de Género?

—Lo mantendría, pero con protagonismo. ¿Qué hizo el Departamento de Género ahora? ¿Por qué no está denunciando fuertemente lo que pasa? No está bien eso, no podemos decir que está bien lo que no está bien, no podemos ocultar lo que está mal. Claro que tendría que haber un Departamento de Género que se ocupe, que se haga cargo, que se lleve adelante y para que me enseñen a mí también todo lo que tenga que saber por si alguna vez cometo un error y no visualizo algo.

—Te reuniste en Europa con gente importante, estuviste con Figo, con Roberto Carlos, ¿qué rescataste de esas entrevistas que tuviste allá?

—A Figo le dije que Matellán se lo comió en la Intercontinental del 2000 y no se acordaba de Matellán. ¡Le dije que cómo no se iba a acordar si esa noche no habrá dormido por él! Lo más importante que rescaté es que yo viajé siendo un candidato a presidente tal vez de los menos importantes, pero me atendió todo el mundo. ¿Sabés por qué? Porque somos Boca. Nuestro nombre en Europa es importantísimo y sigue estando muy alto. Nuestro equipo en términos de jerarquía futbolística ha disminuido mucho en este tiempo, pero también entiendo la situación económica del país. Mi crítica a esta gestión es que no genera ingresos con ventas de jugadores, con sponsors, con un estadio que no permite tener más abonados y no planifican algo concreto que nos lleve a ampliarlo el día de mañana… Tenemos que trabajar para que nuestro nombre esté en lo más alto. El gran partido que tenemos que jugar los dirigentes es el partido económico porque el fútbol, a la larga, siempre es plata. Vos podés ganar un partido o dos, pero el que tiene más recursos va a tener más oportunidades a la larga. Mi tarea como dirigente es laburar para conseguir esos recursos.

Reale con Figo y Roberto Carlos
Reale viajó a Europa y se reunió con Figo y Roberto Carlos

—¿Creés que se le puede competir al mercado brasileño y armar planteles como los equipos brasileños que últimamente son los que llegan a las finales de las copas?

—En esta primera fase no vi nada que me volviera loco de los brasileros en la Libertadores. Después todo se acomoda. El año pasado Boca tuvo un presupuesto de 50 millones de dólares y los brasileros entre 150 y 200 millones. El Real Madrid 900 millones de dólares. Ahí tenés la diferencia. Nuestra pelea debe ser cómo equipararnos con esos clubes, cómo generar ingresos, dónde los vamos a buscar. Es difícil hacerlo en Argentina, hay que buscarlos afuera. Con la marca Boca recorriendo y construyendo. A mí me gustaría que esta gestión lo hiciera más, no lo hace. Me gustaría que no se encerraran tanto y salieran a vender más nuestra marca, trajeran un sponsor y gente que quiera colaborar económicamente para crecer.

—Boca en las últimas copas estuvo más a la altura por su nombre y el respeto que impone ante los brasileños que por jerarquía…

—En la tabla económica tenemos mucho que trabajar, estamos muy lejos. En la tabla futbolística siempre vamos a poder competir porque ahí tiene que haber un trabajo interno, generando el grupo, el técnico y la mística adecuada. A lo mejor con jugadores de menor jerarquía, pero compitiendo porque el equipo y el sistema funcionan y todos los jugadores están bien de la cabeza y dan el 100% de su potencial, que es lo que no está pasando hoy. Yo voy a la cancha y veo que no están al máximo, esperemos que estos dos resultados positivos del triunfo por la Copa y el empate sobre la hora genere esa sensación de creer que podemos y empecemos a crecer.

—Al Jorge Reale hincha le pregunto, ¿por qué creés que los jugadores no están al 100%?

—No sé, no puedo contestar eso porque yo soy respetuoso. No hablo con los jugadores. Ese mundo del fútbol que van por atrás y mandán mensajes… No tengo la respuesta. Sí puedo decir que veo eso en la cancha y me preocupa. No veo esa motivación, esa locura de ir y trabajar con la cabeza. Esa cosa que se vio en Boca hace muchos años. Lo de Passucci y Giunta, que capaz tiene que ver con mi espíritu. Tal vez algún futbolero me está escuchando y dice “mirá el burro este, quiere trabar con la cabeza”, pero nosotros los hinchas de Boca valoramos mucho eso.

—Si fueras presidente, ¿te implicarías en la toma de decisiones junto al director deportivo?

—Mi debate con el director deportivo va a ser “¿en qué te ayudo, qué necesitas, qué les falta a nuestros jugadores, qué necesitan, cómo podemos hacer para que su vida sea mejor y estén al 100%?”. Esa es mi tarea, creo que para eso me votarán los socios, no para que yo elija al 10, a quién jugará de central o el funcionamiento del equipo. A mí me votan para que solucione temas de los socios, que mantenga al club de la mejor manera y lo lleve adelante. Somos fútbol y lo único que nos importa son los resultados, por eso a quienes manejan el fútbol todos los días habría que preguntarles qué necesitan y estar a disposición.

—Boca tiene más de 300 mil socios si se cuentan los adherentes. Por más que se construya la nueva Bombonera en la Isla Demarchi seguirá quedando gente afuera. ¿Tenés un plan para eso?

—Está estudiado que el 33% de la capacidad del estadio sobre la capacidad de socios está muy bien por el movimiento que existe y que no todos van todos los partidos. Puede pasar en algún Boca-River, una semifinal o final de copa que te pueda quedar chico porque somos Boca, pero yo le daría mucho más protagonismo al socio adherente. Al tener mayor capacidad en el estadio, muchos adherentes podrían pasar a activos y a partir de ahí hay que empezar de nuevo. El problema del socio adherente, que firmó un contrato muy claro que dice que tendrá que esperar por su oportunidad de ir a la cancha, sufrió un manoseo que está en que alguien acomodado que estaba debajo suyo en la lista de espera pasó antes a ser activo. Eso tenemos que romper. Y se hace con un formato transparente, haciendo que los adherentes voten también. No hay que votar más en La Boca, hay que buscar un sistema homologado como hay tantos en el mundo para que voten también los socios en Jujuy y los de Ushuaia, porque en esos dos lugares también tenemos socios. Eso es La Boca. Así podríamos tener la verdadera sensación de lo que sienten todos los socios de Boca. Porque por eso somos los más grandes de la Argentina, porque tenemos socios en cada rincón del país.

—¿Qué más podés contarme sobre tu propuesta?

—Estoy convencido de que tenemos que trabajar por la modificación del estatuto. Esta gestión en algún momento dijo que lo iba a hacer, no sé por qué no lo hizo pero no voy a entrar en eso. Fundamentalmente cambiaría la fecha de las elecciones porque si son en diciembre y están relacionadas con las de la política nacional, mezclás todo. Si queremos tener un club más independiente, que no esté relacionado a la política, porque es lo que me dice el socio, hay que adelantar un año las próximas elecciones. Si fuera elegido presidente, mi mandato sería de tres años. Y en esa modificación de estatuto también cambiaría el sistema de votación y le daría más lugar a la oposición. Hay que tener una oposición con lugar, una minoría que esté adentro del club para las discusiones. Tenemos que discutir adentro y salir fortalecidos afuera.

—¿Te ves en unos meses pensando en una adhesión a Andrés Ibarra?

—Nosotros pensamos mucho en nuestro proyecto, pensamos mucho en eso. Si puede haber acuerdo o no, a la idea le falta maduración. A todos los que estamos en ese proceso. Me parece que está todo muy basado en las personas y no en los proyectos. Cuando podamos entender todos que lo importante son los proyectos y hacia donde vamos y no tanto las personas, ahí tendremos la maduración necesaria para hablar de con quién te juntás o con quién vas. Hoy yo me veo muy concentrado en participar de las próximas elecciones, en que seamos la sorpresa de la elección por lo bien que venimos y por todo lo que estamos creciendo y no pensar tanto en los actores.

—¿Por qué los socios deberían votarte como presidente de Boca en diciembre?

—Les digo siempre a los socios que mi único objetivo es ser su representante. No ser un grupo de jugadores que se encierran y ciegan, que es lo que me parece que pasa hoy, sino aquel que lleve el pensamiento y sentimiento del socio de cómo está viviendo el club. Y por sobre todas las cosas ser el candidato de ese socio que hoy no puede ir a la cancha.

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