Roberto García Moritán: “Como pyme, laburo 7 meses por año para pagar impuestos y no recibo ninguna contraprestación del Estado”
El diputado porteño Roberto García Moritán afirmó que la Argentina necesita una reforma laboral y eliminar el sistema de multas que encarecen el despido y ponen en riesgo la supervivencia de las pymes. Además, advirtió que como empresario del rubro gastronómico trabaja “siete de los doce meses del año para pagar impuestos, sin recibir ninguna contraprestación del Estado”.
En una entrevista con Infobae, el dirigente de Republicanos Unidos y esposo de la modelo y conductora Carolina Pampita Ardohain, afirmó que el kirchnerismo armó el Frente de Todos “con un popurrí de todos los males que tiene la Argentina”.
El legislador también apuntó con dureza contra los sindicalistas, a quienes trató de “chorros”, y contra los dirigentes piqueteros -les dijo “violentos, mafiosos, patoteros y corruptos”-. En cambio, elogió al influencer Santiago Maratea, por su compromiso con la colecta para el Club Independiente, y se permitió bromear con la posibilidad de que convoque a juntar fondos para pagar la deuda externa: “Aunque la pagues, los políticos vuelven a juntar la deuda externa en dos minutos. Hay que sacarlos, resolver los problemas y Santi Maratea ministro de Economía”.
Además, se refirió a la posibilidad de ser candidato a jefe de gobierno por Republicanos Unidos, la agrupación que lidera Ricardo López Murphy e integra Juntos por el Cambio. Cargó con dureza contra la vicepresidenta Cristina Kirchner y dijo que Javier Milei puede llegar a la presidencia si se agrava la crisis.
Las definiciones destacadas de la entrevista
1- “Laburo como pyme, de los 12 meses del año, siete meses enteros para pagar impuestos. Y lo peor es que no recibo nada de contraprestación, nada. El Estado no resolvió siquiera las tres cosas básicas: salud, porque vas a un hospital público y es un desastre; educación, porque tenemos los peores índices de Latinoamérica; y seguridad, porque acá te matan por un celular”.
2- El valor del dólar no se puede prever en países como la Argentina, donde se interviene todo el tiempo. Cuando baja el dólar, el Banco Central está metiendo tus ahorros, tu futuro, te está hipotecando a vos.
3- “La dolarización quitó de foco lo importante. ¿Contratarías a alguien, por más dolarizado que estés, si no reformás la ley laboral? ¿Invertirías en la Argentina si no tenés seguridad jurídica, ni Estado de Derecho? ¿Si se sigue replanteando si hay derecho a la propiedad privada o no? Con este Estado corrupto, lo que va a terminar pasando es que generás un túnel para que se sigan sacando dólares”.
4- “Cuando contratás una persona tenés el riesgo de cerrar tu pyme por esa misma contratación. Las multas disparan un monto que primero es imposible de estimar, y segundo es imposible de pagar. Hay que desactivar la industria del juicio y eso no joroba a los gremios, ni a los chorros sindicalistas”.
5- “Que los sindicalistas no se preocupen, porque con “la de ellos” todavía no nos vamos a meter, con el tongo de las obras sociales y los porcentajes que les roban a los trabajadores. El problema es la multa, que hace que el vínculo laboral esté viciado de entrada, porque la tentación económica es demasiado grande”.
6- “Los dirigentes piqueteros son violentos, mafiosos, patoteros y corruptos. Generaron un sistema perverso y usan a las personas para extorsionar a la sociedad y a la política con sus pedidos de más poder y más poder. La política los usó como fuerza de choque. Los compraron”.
7- “El kirchnerismo se asoció con todos los que en algún momento los condicionaron y los metieron dentro de este gran frente, que es el Frente de Todos, que tiene el popurrí de todos los males de la Argentina”.
8- “Cristina Kirchner representa la falta de verdad, de honestidad, empatía, la falta de conexión con el mundo, de humildad. Su narcisismo, que todavía cree que las cosas se pueden resolver desde una tribuna, levantando los brazos y siendo aclamada”.
9- “Cristina Kirchner está esperando que la gente salga a la calle a corear su nombre pero no entiende que el mundo cambió. Los liderazgos ya no son verticales, son horizontales y Lionel Scaloni nos enseñó esto”.
10- “Si se profundiza la crisis Javier Milei puede ser presidente”.
11- No me bajé de la candidatura a jefe de gobierno, pero lo estamos viendo. Yo quiero ser parte del equipo que viene y no me importa si juego de 2, de 3, de 4 o de 10. A mí meteme, porque soy de los que juegan bien cuando la cosa está difícil”.
12- “Lo de Santi Maratea es una cosa espectacular. Su credibilidad generó que muchos hinchas de Independiente, a pesar de todo lo malo que hicieron dirigentes anteriores, sigan apostando. Es una demostración del potencial que genera la confianza”.
13- “Por más colecta que junte Santi Maratea y aunque pagues la deuda externa, nuestros políticos la vuelven a juntar en dos minutos. Hay que sacarlos también, sacarlos, resolver los problemas. Y Santi Maratea ministro de Economía”.
La entrevista con Roberto García Moritán
– ¿Qué piensa de lo que dijo Cristina Kirchner, sobre todo en las cuestiones económicas?
Cristina hizo lo mismo de siempre: buscar la centralidad, la polémica, la discusión en falso. Ella vinculó la inflación alta con el acuerdo con el FMI pero durante su gobierno no tuvo ningún acuerdo con el Fondo Monetario y tenía inflación igual. Partiendo de esa idea, todo lo demás es equivocado. En cuestiones técnicas ella tiene grandes fallas aunque reconozco que es una gran narradora, que busca aún como candidata o muchas veces por fuera incluso de su rol, porque uno ya no sabe si se sube o se baja. Intenta mantener la centralidad de la escena y eso es peligroso para los espacios y reformula un poco los liderazgos.
Es importante preguntarse cómo vamos a seguir conviviendo con personas que concentran el poder desde el living de su casa y no en el lugar que deben tener. Eso ya lo vivimos este año.
– Me interesa ese punto de vista.
Es lo que pasó con el gobierno de estos últimos años: un presidente sin poder y el centro de la escena y toma de decisión verdadera, real, lejos de la Casa Rosada.
– ¿Por qué Cristina Kirchner siempre apunta a culpar a otros por la inflación? Al FMI a los empresarios. Esta vez difundió listados de empresas.
Tienen incapacidad de reconocer sus propios fracasos. Esa es una de las razones por las cuales Argentina está atravesando una crisis de este nivel, que no es solamente económica, sino principalmente política. Es un tema de identidad social y cultural.
Son liderazgos que cuando las cosas salen bien se auto adjudican todo el mérito y cuando las cosas salen mal son los primeros que echan la culpa afuera. Como si Molinos o Arcor fueran responsables de algo de lo que está pasando en la Argentina, cuando es todo lo contrario. Son empresas de las que tenemos mucho que aprender y tenemos que lograr tener cientos o miles de Arcor, en vez de señalarlas como casos de obstrucción al crecimiento de la Argentina.
– Su opinión tiene la particularidad de conjugar la cuestión política y la actividad privada, como es la gastronomía. ¿Cómo está la economía en la calle ahora y dónde se ve que está impactando la crisis?
La crisis se ve en que, a pesar de tener mucho movimiento, en términos de rentabilidad son muy bajos los puntos que se generan, a partir del enorme esfuerzo que uno pone. A medida que va profundizándose este modelo basado en el consumo, como ya muchos no quieren producir solamente para consumir, empiezan a salir del mercado de consumo y todo se va achicando cada vez más. A pesar que parece que muchos están trabajando, lo que pasa es que en realidad son pocos los que están trabajando, trabajan mucho, pero por cada vez menos.
Este sistema tiene un punto final. En algún momento las familias o las empresas quieren guardar para crecer. Hoy te quema lo que tenés en el bolsillo, tenés que apurarte y salir corriendo a gastarlo. Pero la gente ya no quiere salir corriendo gastar, quiere vivir tranquila, vivir en paz, poder proyectar, quiere en algún momento poder ahorrar para crecer. Este modelo castiga eso.
– ¿Qué piensa del tema de la dolarización?
El tema de la dolarización quitó de foco lo importante. Si nosotros estamos dolarizados pero no cambiamos todo lo demás no resolvemos ninguno de los problemas. La inflación es el síntoma, no es la enfermedad, se puede sacar la fiebre, pero si no se cura la enfermedad vamos a seguir teniendo los mismos problemas. Si no es a través de la fiebre, se manifestará por algún otro problema.
¿Contratarías a alguien, por más dolarizado que estés, si no reformás tu ley laboral? ¿Invertirías en la Argentina si no tenés seguridad jurídica, si no tenés Estado de Derecho? Cuando se sigue replanteando si hay derecho a la propiedad privada o no. Acá lo que hay que trabajar son los problemas de fondo. Si seguís administrando lo público por arriba de tus posibilidades, por más dólar que tengas, vas a tener un problema. Si seguís con esta ley laboral, con este peso tributario sobre la espalda de quien invierte, sin seguridad jurídica, sin Estado de Derecho y con este Estado corrupto, lo que va a terminar pasando es que generás un túnel para que el argentino siga sacando dólares del sistema.
Hay mucho tema por trabajar antes. Es verdad que Javier Milei es un genio de la comunicación y el marketing político, pero no estamos discutiendo el verdadero problema de la Argentina. Este sistema corrupto e ineficiente, que hace que cada día nos empobrezcamos más. Nadie cree en la Argentina: cuando sale un dólar y se va debajo del colchón, es un dólar que se va del sistema, es un dólar que se va del país.
– ¿Pero es una opción o no el dólar, aún después de terminar todas esas reformas que usted plantea?
Hoy por hoy los grandes problemas de las potencias, los grandes problemas geopolíticos se basan en qué moneda se usa para el comercio. Es un gran negocio tener una moneda fuerte y hay una gran oportunidad para la Argentina para que ahorre en pesos argentinos. ¿Por qué habrías de desaprovechar esa oportunidad? ¿Porque hay un sistema que es funcional a la corrupción y al oportunismo y al populismo? ¿Por qué no trabajamos como personas serias? ¿Por qué no ponemos personas técnicas, idóneas, responsables, que administren lo público con criterio?
Si tuviera que administrar el kiosco de un hermano mío, lo haría con muchísimo cuidado, mostraría los números: esto es lo que vendí, esto es lo que no vendí, esta mercadería se venció, se perdió, me ocuparía cómo hacer para vender más, pondré algún cartel, llamaría la atención, repartiría flyers. El criterio de administrar lo público como si no fuera de nadie terminan llevando a los problemas que tenemos hoy. Mucho peor: como si fueran de los políticos, de los burócratas de turno. Hay que cambiar algunas cuestiones y lo hablábamos recién.
Yo laburo como pyme, de los 12 meses del año, siete meses enteros para pagar impuestos. Siete meses enteros. Y lo peor de todo es que no recibo nada de contraprestación, nada. El Estado no resolvió siquiera las tres cosas básicas: salud, porque vas a un hospital público y es un desastre; educación, porque tenemos los peores índices de Latinoamérica; y seguridad, porque acá te matan por un celular. No resolvieron lo más básico y se quieren meter en todo lo demás.
Si hay un ejemplo de mala praxis y de falta de capacidad de gestión son los gobiernos argentinos desde hace muchos años.
– Recién mencionó la reforma laboral. Los gremios se oponen y dicen que van a protestar en la calle si avanzan con un proyecto de ese tipo.
Los gremios encontraron un gran negocio en lo que está pasando. Son parte del problema sistémico de la Argentina pero la realidad es que hay que reformar la ley laboral, porque sino la gente no va a tener trabajo ¿cuál es el incentivo de dar trabajo? Vos tenés que dar trabajo para empezar a producir más.
La Argentina necesita que volvamos a generar la confianza y volvamos a generar trabajo. Si generamos trabajo producimos más, si producimos más el Estado recauda más. Si el Estado recauda más va a tener en algún momento la oportunidad de bajarnos los impuestos. No hay otra manera de resolverlo.
El problema que tenés hoy cuando contratás una persona es que tenés el riesgo de cerrar tu pyme por esa misma contratación.
– A ver.
Porque las multas disparan un monto que primero es imposible de estimar, y segundo es imposible de pagar. Ese es el problema que tiene hoy la pyme y la razón por la cual se ven un montón de proyectos con un montón de potencial administrados por dos hermanos, un matrimonio o por dos amigos que no tienen ninguna intención de ponerse a riesgo del sistema porque le tienen miedo a los juicios. Terminan generando un mal, muy pocos se recomponen de un juicio laboral.
Te agarra y es como un país que tiene hiperinflación, ya después nunca más el comportamiento va a ser el mismo ni la confianza con la moneda. Lo mismo pasa con un juicio y es un tema que hay que resolver. No solamente por los que contratan, sino por los que no consiguen trabajo.
Hay entre 6 y 7 millones que están formalizados, 8 millones están en la informalidad y 8 millones no consiguen trabajo. No tenemos que pensar sólo en los 6 millones que están dentro del sistema. Además tenemos un problema enorme, porque a esos 6 millones hoy ya no les alcanza el sueldo. Es un sistema muy perverso donde las personas se esfuerzan, trabajan y creen realmente que la dignidad se da a partir de llevar con el laburo un plato de comida a sus hijos, pero ese plato ya no lo podés pagar.
Hay 8 millones que están en la informalidad sin ningún tipo de seguridad jurídica y 8 millones que no consiguen trabajo. En esos hay que pensar. Es el problema de un sistema que hay que reformar.
– Pero los sindicalistas ya advirtieron: “Llegan a querer hacer una reforma y vamos a salir a la calle”.
Hay que decirles a los sindicalistas que no se preocupen, porque “con la ustedes” no nos vamos a meter. No es con la de ellos, todavía. Todavía no es con la de ellos.
– ¿Qué es “con la de ellos”? ¿Qué significa?
Con el tongo de las obras sociales y los porcentajes que les roban a los trabajadores. No es por ahí. El problema que hay que afrontar es la multa, que hace que el vínculo laboral que se genera a partir de una necesidad -el de trabajar y el de contratar a alguien para que ayude a producir- esté viciado de entrada, porque la tentación económica es demasiado grande.
Esa multa, que dispara un montón de montos pueden volverse, de un número razonable, a un número imposible de pagar. Sólo en la idea de llegar y alcanzar ese número imposible de pagar es lo que muchas veces genera el incentivo al conflicto con la persona que vos estás contratando. Eso es lo que hay que desactivar, nada más. Es algo que sólo alimenta la industria del juicio, no joroba a los gremios, ni a los chorros sindicalistas ni a ninguno de todos estos. Es otro tema. No se preocupen, no es por ahí. No te metés con los convenios colectivos de trabajo, ni con los contratos de trabajo. No pasa nada. Es otra cosa. Resolvamos esto, dejemos de generar incentivos al conflicto y generemos incentivos a la producción.
– ¿La clase política tiene conciencia de estos problemas concretos?
Cuando veo a los políticos hablando del 931 (NdR: el formulario que informa las cargas sociales de los empleados) y riéndose y tratando de explicarte o explicar al periodista qué es un formulario 931, yo por dentro pienso “estos pibes nunca se comieron un juicio”, por eso lo dicen con esa liviandad, por eso lo hablan de esa manera. No tienen ni idea.
Es como cuando un político te habla de la cultura del trabajo. Lo que pienso yo es “si vos destruiste todos los incentivos al trabajo, lo rompiste vos con tu presión fiscal, con tu lógica populista, con todas tus intervenciones, con tus planes”. ¿Le van a echar la culpa al pobre tipo?
La gente quiere trabajar, la gente es buena, la gente quiere salir adelante, la gente quiere que se le reconozca las pequeñas victorias, quieren que reconozcan que su esfuerzo tiene un sentido. La gente es todo lo contrario que la clase política está está pensando. Estas situaciones a veces me pasan con los que son de mi propio espacio y eso hace que sea compleja la convivencia.
– ¿Falta conciencia de estos problemas en la misma oposición?
A mí me ofende cuando un político habla de los formularios 931 o de la cultura del trabajo. A mí me ofende, porque entiendo que no solamente que no saben sino que no lo sienten y eso es lo que más me preocupa.
– No perdieron el sueño a la noche porque tenían un juicio pendiente que le puede salvar o hundir su negocio.
Su único sueño es su posicionamiento político, su imagen, su próxima posición. Eso es lo único que desvela a los políticos.
– Se habló mucho del “dólar García Moritán” cuando llegó a 400 pesos. ¿Cómo está viendo la dinámica cambiaria y la corrida de estos días?
Muchos decían que el valor del dólar no se podía prever. No se puede prever en países como la Argentina, donde se interviene todo el tiempo. En los países razonables del mundo, el movimiento de la moneda que eligen como tipo de cambio tiene que ver con la inflación. El dólar sigue valiendo lo mismo en el resto de los países del mundo o se mueve muy poquito. El problema es el peso. Lo que se mueve en Argentina es el peso.
El comportamiento del dólar debería ir, sin intervención, al compás de la inflación. Lo que está pasando ahora es que lo están interviniendo. Cuando baja el dólar es el Banco Central que está metiendo tus ahorros, tu futuro, te está hipotecando a vos.
– Otro de los temas con los que se metió fue con los piqueteros. Tuvo enfrentamientos en la calle y en los medios. ¿Qué piensa y qué hay que hacer?
Me metí mucho porque quería entender mejor qué es lo que pasaba, la situación de la persona que estaba ahí, cómo lo sentía, cuán comprometida estaba. Ya venía trabajando en temas de pobreza con mi ONG, con Asociar, porque es un tema que me preocupaba mucho. Venía muy cerca de los conflictos, los planes sociales y la extorsión política que ejercen sobre los que reciben subsidios. Y un par de situaciones me terminó de clarificar cuál era el verdadero problema.
En esto hay dos dimensiones. Por un lado tenés la persona que va ahí porque necesita ese complemento a la changa, porque no llega, no consigue un trabajo formal y están metidos en un mundo muy poco productivo, donde todo el esfuerzo que hacen no genera valor y nadie está dispuesto a pagar por ese valor que generan. Esa persona tiene un problema que necesita un adicional que les permita llegar a cumplir con su familia. Por otro lado hay dirigentes que sacan ventaja de esa necesidad. Son los violentos, los mafiosos, los patoteros, los corruptos, que son además los que generaron un sistema perverso, que usan a las personas para poder extorsionar a la sociedad civil y a la política con sus pedidos de más poder y más poder. Con el cinismo de que en nombre de estas personas y diciendo defenderlas les sacan un porcentaje del pobre plan, del plancito que reciben.
Lo que descubrí es que las personas que están ahí no quieren estar ahí y están solamente porque las obligan.
– ¿Y entonces cómo se resuelve?
Se resuelve de una manera muy fácil. Cortándoles el negocio a estos tipos.
– ¿Cómo?
¿Cuál es el sentido de que administren fondos públicos? ¿Vos le darías tu plata para que te la administran ellos, los Eduardo Belliboni, Chino Navarro o Emilio Pérsico? ¿Entonces por qué le da el Estado la plata para que la administren estas personas? Son personas a las que nadie les daría un voto de confianza para que manejen el presupuesto más grande del país.
Además hay tecnologías para generar un vínculo directo, público, seguro y transparente entre el Estado y la persona. ¿Cuál es el sentido que tengamos todos estos delincuentes metidos en el medio?
– ¿Y cuál es para usted la razón de que estén en el medio?
La política los usó de fuerza de choque. A veces es más fácil dar que enfrentar los problemas. El kirchnerismo se asoció con todos los que en algún momento los condicionaron y los metieron dentro de este gran frente, que es el Frente de Todos, que tiene un poco el popurrí de todos los males de la Argentina. Los compraron.
– ¿A los dirigentes piqueteros los compraron?
Sí, por supuesto.
– Belliboni y Juan Grabois dicen que representan a los sectores desprotegidos.
Son oportunistas. Son personas que canalizaron su frustración y su odio al mundo en actividades concretas que generan mucho mal. Son todas personas con mucha exposición pública, así que deben tener un ego… No los conozco personalmente, pero otro de los problemas que tenemos en nuestras distintas dirigencias es el narcisismo.
– Preguntaba específicamente por Juan Grabois, a raíz de su mención a la propiedad privada. A él se lo cuestionó mucho por la ocupación de un terreno en Mar del Plata.
El tema de la propiedad es algo que vamos a tener que resolver de alguna manera. No importa cuál tipo de moneda tenga, qué tipo de empresa tengas o qué tipo de dirigencias. Si en Argentina no podés resguardar tu valor en ninguna de sus formas, no tenés manera de prosperar.
La única manera de resolver los problemas de la pobreza es generando riqueza y la única manera de generar riqueza es si se ofrecen determinadas garantías que son las que te permiten producir. Si no sabés qué puede pasar con tu propiedad es muy difícil.
Esto que está pasando con la brecha cambiaria, que llegó al 120% o 130%, representa desconfianza pura a un sistema que no te protege. ¿Qué pasa cuando metés un dólar en el sistema argentino? Te lo expropia el gobierno y lo mismo pasa con la tierra, con el esfuerzo, con el laburo.
¿Qué pasa cuando emiten, si el poder de tu base monetaria es el mismo? Te licúan lo que vos tenés en la mano, fraccionan el billete que ellos reparten, arbitrariamente, a quienes quieren. Directamente castigan tu esfuerzo. Esta idea de que se puede vivir de lo ajeno nos hizo mucho mal. Ese es un verdadero problema. ¿Queremos seguir creyendo que podemos vivir de lo ajeno, que podemos pedir dinero al mundo y que después no se pague, que podemos vivir de quien trabaja?
¿Cuál es el problema en Argentina? La falta de palabra, porque si vos no tenés palabra, no sos creíble y no podés tener un vínculo de ningún tipo: no podés ser amigo de nadie si no confiás, no podés ser pareja de nadie, no podés ser socio de nadie, no podés hacer negocios con el mundo si nadie confía en vos. ¿Por qué habrían de confiar, si no cumplís? No solamente no cumplís, sino que le afanás al que labura, si le afanás al que se jubila, si le afanás al que compra su terrenito, le afanás al que hace negocio y vende sus productos a otro país.
Ping pong político y más
– ¿Qué representa Cristina Kirchner para el sistema político y qué mirada tiene usted sobre ella?
Todo lo negativo que fuimos describiendo en la entrevista se manifiesta en Cristina. La falta de verdad, la falta de honestidad, la falta de empatía, la falta de conexión con el mundo, la falta de humildad. El narcisismo de Cristina, que todavía sigue creyendo que las cosas se pueden resolver desde una tribuna, levantando los brazos y siendo aclamada.
Cristina todavía está esperando que la gente salga a la calle a corear su nombre. Lo que no está entendiendo es que el mundo cambió, que los liderazgos ya no son verticales, que los liderazgos que funcionan son horizontales. Lionel Scaloni nos enseñó un poco de esto también, que cuando vos tenés liderazgos horizontales empezás a trabajar el sentido de pertenencia legítimo, real, orgánico, sin necesidad de comprarlo.
Cuando esto empieza a pasar, empieza a dar sensación de comunidad de sentido de colaboración, se restablecen los vínculos de confianza, empieza a trabajar la empatía, a mejorar el humor y todo se pone en movimiento. Tenemos que empezar a tratar de recuperar la conciencia de que lo que viene no lo va a resolver una persona, eso es imposible, físicamente imposible. El nuestro es un país muy grande, muy complejo, con muchas mafias y muchos problemas que hay que ir resolviendo lo vamos a resolver cuando, como sociedad, entendamos que todos vamos a tener que colaborar -en la proporción que podamos- pero es entre todos.
– ¿Y Macri? Repito la misma pregunta anterior, pero con el ex presidente.
Macri hizo un gran aporte en la ciudad de Buenos Aires. Le dio un salto de calidad en relación al potencial que tenía la ciudad. Era una ciudad que parecía muy bien representada en el sketch de Antonio Gasalla de la empleada pública. Un sistema estatal viejo e ineficiente. Macri le dio un tono de mística, pero pasaron 16 años y creo que hay que volver a pensar cómo se logra volver a darle otro salto de calidad a la ciudad de Buenos Aires. Creo que eso a Mauricio lo tiene muy preocupado, está muy pendiente de lo que pasa en la Ciudad.
Él tiene una oportunidad ahora de resolver un conflicto que tenemos que terminar de resolver para ordenarnos y empezar a hablar de lo importante: qué vamos a hacer. El problema de la persona -si es Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich- resolvamos cómo hacer para que trabajen juntos. Si los dos quieren ser presidentes, que vayan cuatro años y cuatro años, pero encontremos la forma y empecemos a trabajar todos juntos para resolver de manera global los problemas que tenemos en Argentina, que son grandes conflictos.
– ¿Javier Milei?
Él generó un gran aporte a la conversación. Soy parte de Republicanos Unidos, el partido liberal dentro de Juntos por el Cambio, y a nosotros nos ayudó a correr la agenda en la dirección de lo que creemos que hay que hacer. Tiene sus maneras y hace su “negocio” en el sentido de que genera debates a partir de temas polémicos y eso lo maneja muy bien. Es una persona que aprendió un lenguaje que hoy es muy atractivo sobre todo para sectores más jóvenes.
– ¿Cree que puede ser Presidente?
Si se profundiza la crisis, sí que puede ser presidente.
– ¿Cómo imagina una presidencia de Milei?
Es difícil imaginarse una presidencia de Milei porque no creo en los liderazgos verticales y el proyecto que venga tienen que entusiasmar a todos los argentinos. No alcanza con entusiasmar, como le pasa a este gobierno, al 17% o yendo al otro bando al otro 25% 30%. Me gusta la idea de pensar y arriesgar algo más importante. Por eso te decía recién que se necesita a partir del liderazgo construido reordenar los incentivos y reordenar las prioridades y entender que lo que importa, a fin de cuentas, es resolver los problemas a las personas. Hablaba antes de los dos que quieren ser presidentes. Hay tiempo para todos y creo que las cosas pueden mejorar.
– ¿Y Ricardo López Murphy?
Un gran estadista. Quizás el último gran estadista de la Argentina y, sea cual sea el proyecto del país que viene, él tiene que estar adentro.
– Estaba la posibilidad de que fuera candidato a jefe de gobierno. ¿En qué quedó?
Lo estamos viendo. Tengo el orgullo de ser parte del partido quizá más democrático de la Argentina y lo digo con mucha humildad, pero es verdad que nuestro sistema permite que cualquiera sea candidato a cualquier rol. Si uno dentro del espacio nuestro quiere ser jefe de gobierno puede anotarse y en una elección interna se resuelve. El cierre de listas nuestro es el 4 de mayo. Hay mucho por conversar todavía.
– ¿Pero no se bajó de la candidatura?
No, para nada. Estoy a disposición de Republicanos Unidos y vengo a laburar para hacer crecer a Republicanos Unidos. Entiendo que la mejor manera es logrando que entren más legisladores, más diputados nacionales.
– Porque ya Ricardo López dijo que va a ser candidato a jefe de gobierno.
Internamente la discusión es cómo hacer para competir en todas las posiciones de poder. Tenemos que definir cómo tener más diputados nacionales, más diputados provinciales y crecer de manera federal. Siendo un partido chico y teniendo pocos referentes, la discusión es cómo favorecemos el crecimiento orgánico del partido.
– A un año y medio de haber asumido como diputado ¿qué cosas fueron peores de lo que imaginabas de la política y qué cosas fueron mejores?
De lo peor es que la desconexión es brutal. Hace poco tuve una charla con el presidente de la cámara de pymes de San Pablo, Brasil, que representa a unas 140 mil empresas. Me preguntó cuántas pymes estaban representadas en la Legislatura. Le dije que éramos dos o tres y él me respondió: “Están totalmente locos”.
– Me interesa eso.
Me respondió: “Lo único que hago yo todo el tiempo es ver cómo hago para que las empresas estén representadas en la Legislatura, gente que sepa lo que significa tener que cerrar un negocio porque te fundiste”.
Voy a contar otra cosa que los políticos nunca tienen en cuenta ni van a vivir. Las pymes se terminan comiendo el capital de trabajo muchas veces para sobrevivir, porque un hijo se enfermó un mes y hubo que comprar remedios. Te consumiste parte de lo que vendías para pagar eso y te vas achicando día a día y te vas dando cuenta que no hay salida y que terminás siendo un poco más pobre. Tenés un empleado y no sabés cómo hacer, porque salir de ese negocio es mucho caro que mantener el día a día. Vas achicándote y achicándote y pasás noches sin dormir porque te vas dando cuenta que eso no te va alcanzar. Y en ese negocio tal vez tenés puestos los ahorros de toda tu vida, que los pusiste en ese pequeño negocio, creyendo que ibas a hacer lo que siempre habías soñado. Y te das cuenta que la vida no es como vos creías. Esta vivencia te hace ver las cosas de una manera diferente y no lo tiene la política.
¿Qué tiene la política de fantástico? Y ahí sí balanceo con lo anterior: de verdad se pueden transformar las cosas desde ahí.
– ¿Cree que es así, que se puede transformar la realidad?
Sí. De verdad que hay una enorme oportunidad de resolver los problemas que hoy tienen las personas en la calle y no sé por qué la política decidió darles la espalda. Con muy poco se puede hacer un montón. Nosotros somos dos diputados nada más, Marina Kienast y yo. Sin embargo, metimos un montón de leyes. El tema de las grúas, la VTV, un proyecto que se convirtió en ley que es muy interesante: las cosas que organizaba el gobierno de la Ciudad antes decían “gratis”, van a tener que poner “pagado por el esfuerzo de los contribuyentes”, del esfuerzo del que labura, el que aporta.
Santiago Maratea a Economía
– Está su caso, el de Javier Milei, o el de Santiago Maratea. Son personas que vienen del ámbito privado que aparecen en la política, en la vida pública para cumplir un rol. ¿Por qué está pasando esto?
Lo de Santi Maratea es una cosa espectacular. ¿Qué es lo que yo veo? El mundo del fútbol es tan sucio como el mundo de la política y mucho de lo que pasa en el fútbol es igual a lo que pasa en la política: se pelean por negocios. Los negocios del fútbol y los negocios de la política.
Ahora, aún a pesar de las frustración que genera -es verdad que el fútbol tiene un vínculo afectivo diferente que la política- pero la credibilidad de Santi Maratea generó que muchos hinchas de Independiente, a pesar de todo lo malo que hicieron los dirigentes anteriores, sigan apostando. El potencial que genera la confianza. Es un chico que logró no solamente comunicar muy bien, sino también entusiasmar a través de la confianza que hay una manera alternativa de resolver problemas. Me parece interesante como fenómeno. El chico tiene algo muy especial.
– Esta convocatoria que hubo de una colecta para salvar a Independiente, algunos dicen que se puede replicar por ejemplo en hacer una colecta para pagar la deuda externa.
Yo te digo que me gustaría verlo.
– ¿Usted cree?
Sí, de todas formas, si gobiernan estos, por más colecta que se junte y aunque pagues la deuda externa, la vuelven a juntar en dos minutos. Hay que sacarlos también, sacarlos, resolver los problemas y Santi Maratea, como ministro de Economía.
– ¿Y qué sería usted en el gobierno que viene, en la etapa que viene?
Community manager de Santi Maratea…. No, lo que quiero es ser parte del equipo, quiero estar ahí. A mí me preguntan mucho y yo les digo siempre “métanse, es ahora”. Primero porque la Argentina nos necesita. Pero además porque este momento va a quedar en los libros de historia como el punto de inflexión donde los argentinos nos pusimos de pie y recuperamos los valores republicanos y morales de la Argentina.
Quiero ser parte de ese equipo y no me importa si juego de 2, de 3, de 4 o de 10. A mí meteme, porque soy de los que juegan bien cuando la cosa está difícil.
– ¿Si tuviera que elegir hoy, Patricia Bullrich u Horacio Rodríguez Larreta?
A nosotros, que se nos haya metido la interna del PRO en Republicanos Unidos nos hizo mal, porque empezó el debate especulativo en el que no tomás posición, sos de uno o de otro, y si competís sos funcional a uno o a otro. Quiero que Republicanos Unidos compita, no me quiero meter en la interna del PRO, es un problema de ellos, que quiero que lo resuelva porque tiene buenos candidatos. Pero Republicanos Unidos también tiene buenos candidatos.
– Decía por el tema de la Presidencia, no por la cuestión de la Ciudad de Buenos Aires.
¿Por qué no pueden tener un candidato a Presidente Republicanos Unidos? De hecho, estoy trabajando para eso. Me preguntó recién qué voy a hacer. No tengo idea, lo que quiero es que nosotros primero vea y analice si tiene candidatos competitivos para disputar todas las posiciones de poder. Creo que sí e incluso que tenemos mejores candidatos que Patricia y Horacio y les quiero competir.
– ¿Con una candidatura nacional?
Sí, por qué no.
– ¿Sería usted candidato a Presidente?
No. Pero quiero que Republicanos Unidos tenga un candidato a presidente porque ese es nuestro compromiso. Merecemos ser parte del debate y demostramos enorme capacidad de gestión política, valentía, compromiso y que somos los más limpios de todos. Siendo parte de Juntos por el Cambio en la Legislatura votamos en contra del resto del bloque en un montón de cosas. Eso habla de independencia de criterios. Somos diferentes y la política que viene necesita de valentía, determinación, compromiso y mucha honestidad. ¿Por qué no vamos a competir, si somos mejores?
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