Los movimientos sociales enviarán un mensaje hacia la interna del Frente de Todos y una amenaza al próximo gobierno
La movilización de los movimientos sociales oficialistas por el 1°de mayo no será una marcha más. Es un grito de guerra hacia adelante. Una demostración de fuerza y convocatoria para el próximo gobierno. Escuchar, leer las declaraciones de sus principales dirigentes lo muestra. La convocatoria es contra el plan de ajuste del Fondo Monetario Internacional acordada con la administración de Alberto Fernández, el recorte impuesto sobre los planes que llevó a aplicar casi cien mil bajas en el programa Potenciar Trabajo y el reclamo urgente de comida para los comedores y merenderos.
“Decidimos llevar una consigna muy amplia para todos los trabajadores y trabajadoras de la Argentina: No al Fondo Monetario Internacional. No al ajuste. Que el FMI no apriete al Gobierno para hacer el ajuste”, advirtió Esteban “Gringo” Castro el secretario general de la poderosa Unión Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la organización sindical que agrupa a la mayoría de los dirigentes que integran el Frente de Todos. Desde referentes del Movimiento Evita, como Emilio Pérsico, Fernando “Chino” Navarro y Gildo Onorato; pasando por Daniel Menéndez de Somos Barrios de Pie al Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) de Juan Grabois y, entre otros, el Frente Popular Darío Santillán, referenciado en Dina Sánchez. Las dos últimas organizaciones más cercanas a Cristina Fernández de Kirchner y La Cámpora; los otros supieron estar alineados con Alberto Fernández, pero ahora tomaron una prudencial distancia.
“Si el Gobierno se apoya en nosotros, y somos millones movilizados, el Fondo Monetario Internacional no va a hacer lo que quiera. A eso pónganle la firma porque toda la vida fue así. Cuando hay muchas organizaciones en la cancha resolvemos todos los problemas. Para eso el Gobierno se tiene que apoyar en nosotros”, continuó arengando Castro, también líder del Movimiento Misioneros de Francisco.
“Tenemos que prepararnos y organizarnos, más allá de nuestras diferencias y matices, para evitar que, cualquier gobierno que venga quiera hacer el ajuste”, vociferó Castro en una de las asambleas barriales que la UTEP realizó el fin de semana para organizar la movilización por el día del trabajo, a las 14 hs en la intersección de la Avenida Mayo y 9 de Julio.
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El “Gringo” Castro, dirigente social y católico practicante de bajo perfil y exposición pública es quien mejor expresa la realidad que se vive en los barrios más vulnerables; las necesidades de los trabajadores de la economía popular; lo que podría significar para las organizaciones sociales un triunfo electoral de Cambiemos -sobre todo de Patricia Bullrich- o el libertario Javier Milei. No deja de expresarlo cada vez que tiene la oportunidad.
A diferencia de Pérsico y Navarro, Castro, también dirigente del Evita, no es funcionario del Gobierno y eso parece darle algo más de muñeca. Dijo “El Gringo” en la asamblea comunitaria del sábado casi con el último hilo de voz que le quedaba: “Nosotros decimos: venga quien venga no hay ajuste en la Argentina” y amenazó: “Tenemos que dormir en la calle, tenemos que vivir en la calle, lo hacemos, pero el ajuste no se lo vamos a permitir a nadie”.
El secretario general de la UTEP no deja ninguna duda a lo que se enfrentará el próximo inquilino de Balcarce 50. Las organizaciones sociales oficialistas, que, durante más de tres años, salvo excepciones, habían guardado en la despensa piquetes, acampes y movilizaciones, hacen sonar tambores de rebeldía.
La luz roja en la UTEP se intensificó después que este medio dio a conocer que un documento del FMI no sólo objetó la reciente moratoria previsional aprobada en el Congreso, sobre la que advirtió la falta de financiamiento, sino que también puso la lupa sobre los planes sociales, particularmente el que consideró el “programa insignia”, el Potenciar Trabajo que tiene más de un millón doscientos mil beneficiarios y un presupuesto asignado de casi 600 mil millones de pesos que desde la secretaría de la Economía Social, administra Emilio Pérsico.
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Infobae publicó que, tras las negociaciones llevadas adelante durante semanas entre Washington y Buenos Aires, el FMI exigía “que se profundicen los esfuerzos para ‘focalizar’ adecuadamente los beneficios del programa y evitar la superposición de planes para lo cual, mencionó, se está desarrollando una auditoría que contribuya a limitar el beneficio a aquellos que reciben otro tipo de prestaciones sociales”.
En ese contexto, los funcionarios del FMI destacaron que la expectativa era que unos 400.000 beneficiarios de Potenciar Trabajo se incorporen al mercado laboral, lo que también redundaría, eventualmente, en una reducción de las partidas destinadas al plan.
El comunicado de la UTEP convocando la movilización de hoy va en el mismo carril de Castro. “El lunes 1° de mayo todas las organizaciones de la UTEP confluirán en una jornada por el día del trabajador para rechazar el ajuste que viene implementando el FMI sobre el conjunto de la clase trabajadora”, apunta.
En otro de sus párrafos apunta al gobierno de Fernández al advertir: “En estos últimos meses, no sólo no se da respuesta al sector de la economía popular, sino que por el contrario se lo persigue y estigmatiza en post de ajustar y dar respuesta a las exigencias del FMI”.
También le advierte a la Casa Rosada -hasta ahora aliada- que se le exigirá “respuestas concretas hacia los trabajadores que no estamos dispuestos a retroceder en nuestros derechos mientras se siguen haciendo concesiones al FMI”.
Tal como adelantó este medio los dirigentes de la Unión Trabajadores de la Economía Popular le pedirán a Alberto Fernández “la emergencia alimentaria”, por las carencias en los comedores populares que se ven desabastecidos, no sólo por la merma de alimentos que llegan desde el ministerio de Desarrollo Social, sino por la afluencia de trabajadores formales y jubilados a los que no les alcanza para alimentarse o llevar un plato de comida a la familia a lo largo del mes.
Hace diez días, los principales dirigentes sociales se reunieron con Alberto Fernández y le expresaron la falta de alimentos en los comedores populares. En el encuentro, Daniel Menéndez, titular del Consejo de la Economía Popular y el Salario Social Complementario, que depende de la cartera a cargo de Victoria Tolosa Paz, le dijo a este medio que le anticipó al Jefe de Estado que elaborará un proyecto para que el ministerio de Desarrollo Social pueda comprar alimentos de forma urgente, y directa, al menos ante esta situación extrema.
Días después, el 26 de abril, Sergio Massa, a cargo de Palacio de Hacienda, se reunió con los dirigentes populares y la CGT. Les anticipó que convocará a un acuerdo de precios y salarios por 90 días para estabilizar la economía y, según Pérsico: “Hubo un pedido de Massa para que, después de que se calmara el mercado y el dólar bajara apretemos juntos a los empresarios para que retrotraigan los aumentos desmedidos y vuelvan a los precios anteriores” que habían fijado antes de la corrida cambiaria. El ministro no lo desmintió.
“Los trabajadores de la economía popular son parte de la solución y no del problema. Ojalá se generen 400 mil nuevos puestos de empleo formal como señala el FMI, pero eso no puede implicar sacarle derechos a la economía popular”, le dice a Infobae Dina Sánchez, secretaria adjunta de la UTEP haciendo referencia a uno de los últimos informes que realizó el organismo sobre la situación económica y laboral del país.
En el interior de la organizaciones sociales oficialistas hay un gran debate con vistas a las próximas elecciones presidenciales. “Ni la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner ni Alberto Fernández quieren ser candidatos y tiene argumentos lógicos”, analizó el secretario de Economía Social y agregó: “Una buena lista es cuando todos terminan enojados. Además anticipó que el próximo gobierno no lo va a “enamorar” ya que va a ser uno de “transición”. “Necesitamos un candidato lo antes posible para empezar a ordenar todo”, dijo el dirigente del Evita y completó: “Antes también necesitamos las ideas centrales de la campaña para después idear la estrategia”.
El Evita y Somos Barrios de Pie armaron su propio partido político, La Patria de los Comunes, para disputarle espacio a los alcaldes del conurbano bonaerense, ya sean peronistas u opositores, pero hasta ahora no tiene un candidato presidencial. Massa, revelan, no los convoca, es más cuestionan sus negociaciones con el FMI, y Daniel Scioli, es el que más lo hace.
Por fuera de esas organizaciones, Juan Grabois, desde el MTE y el Frente Patria Grande, se lanzó a la precandidatura presidencial por el Frente de Todos, pero advirtió que se bajará de la contienda si los kirchneristas Eduardo “Wado” de Pedro o el gobernador bonaerense Axel Kicillof deciden competir.
En la marcha de hoy, además de manifestarse contra los denunciados ajustes exigidos por el Fondo sobre el Potenciar Trabajo, el Evita y las organizaciones que integran la UTEP, intentarán enviar un mensaje hacia el interior del Frente de Todos, además de una advertencia hacia un posible gobierno opositor.
Desde el propio Movimiento Evita, Gildo Onorato, secretario gremial de la UTEP es mucho más duro que Pérsico. “Tenemos un 40 % de pobres en nuestro país, 45% en el conurbano de la Provincia de Buenos Aires. La pelea de palacio no demostró ser una buena forma de combatirla. Fin de ciclo para los emergentes políticos post 2001″.
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