Acto por el ataque a la AMIA: hubo casi nula presencia del Gobierno y asistieron varios candidatos de la oposición
A 29 años del atentado, la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y las entidades de la comunidad judía argentina realizaron un nuevo acto para renovar el pedido de justicia por las 85 víctimas y los más de 300 heridos que dejó el golpe terrorista del 18 de julio de 1994. La ceremonia fue encabezada por Amos Linetzky, presidente de AMIA, y por los familiares de las víctimas del ataque. Asistieron embajadores, dirigentes nacionales y porteños, así como precandidatos que participarán en las próximas elecciones PASO del 13 de agosto. En cambio, hubo escasa presencia de funcionarios de alto rango del Gobierno nacional y de representantes de Unión por la Patria.
Cerca de las 9:30 se congregaron sobre la calle Pasteur, en el corazón de la zona de Once, autoridades políticas, representantes de instituciones sociales y religiosas. El escenario donde se desarrolló el acto estuvo ubicado en la esquina de Pasteur y Viamonte. En los alrededores a ese lugar hubo un fuerte operativo de seguridad y calles valladas.
Con el paso de los años, la causa AMIA se convirtió en una de los temas que concitan mayor relevancia para la política Argentina. La voladura de la mutual judía es el mayor atentado terrorista desde la vuelta a la democracia, junto con el ataque bomba a la Embajada de Israel, en 1992, que ocasionó 22 muertes. Por eso, en cada acto de conmemoración se refuerza la exigencia para esclarecer los hechos y pedir avances de la justicia.
En este contexto, y a 25 días de las elecciones PASO, el acto tuvo la asistencia de figuras de la política nacional y porteña. No obstante, destacó la casi nula presencia de representantes de la Casa Rosada. Sólo estuvieron Jaime Perczyk, ministro de Educación de la Nación, Guillermo Oliveri, secretario de Culto de la Nación, y Greta Pena, titular del INADI. Cada uno llegó por su cuenta y estuvieron dispersos, en el sector donde se congregaron las autoridades, en una larga fila del ancho de la calle, frente al escenario. Como es habitual, todos estuvieron de pie durante todo el acto.
Por la oposición destacó la presencia de los precandidatos a jefe de Gobierno de Juntos por el Cambio, Martín Lousteau y Jorge Macri. Mientras que de Unión por la Patria estuvo Leandro Santoro, postulante porteño a ese mismo cargo. Javier Milei, líder de la Libertad Avanza, fue el único precandidato a presidente que asistió. El libertario estuvo todo el acto en las primeras filas, acompañado por el legislador Oscar Zago y a su hermana, Karina Milei.
Los presidenciables de JxC, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, no estuvieron. El jefe de Gobierno se encuentra en Jujuy, en una actividad de campaña junto a Gerardo Morales, y la ex ministra de Seguridad va en viaje rumbo a Córdoba. No obstante, enviaron a sus representantes.
Por el larretismo, asistieron los funcionarios porteños Soledad Acuña, ministra de Educación, Waldo Wolff, secretario de Asuntos Públicos, y Eugenio Burzaco, ministro de Justicia y Seguridad. Mientras que en representación de Bullrich participaron Luis Petri, su compañero de fórmula, Hernán Lombardi, diputado nacional, y Guillermo Yanco, esposo de la precandidata. Del PRO también fueron Martín Yeza, intendente de Pinamar y precandidato a diputado nacional, y Claudio Avruj, ex secretario de Derechos Humanos de la Nación.
Dentro de las autoridades internacionales, destacó la presencia de los embajadores Marc Stanley, de los Estados Unidos, y Eyal Sela, de Israel. Con auricular que les transmitió los discurso en simultáneo, estuvieron de principio a fin del acto.
Con la conducción del reconocido locutor Lalo Mir, el evento tuvo momentos emotivos, como cuando los familiares y amigos de las víctimas leyeron mensajes y textos para recordarlos. Luego, Linetzky dio el discurso institucional del acto, en el que enfatizó el pedido de justicia y cuestionó la “impunidad”. El presidente de la AMIA sostuvo que la “democracia todavía tiene grandes deudas y la impunidad de la causa AMIA es una de ellas”. Y señaló: “La herida se agranda cada día, se profundiza cada día sin justicia. Cuánto más se puede soportar sin justicia”.
En otro tramo de su discurso, Linetzky recordó las palabras de Raúl Alfonsín en su célebre alocución, durante su campaña presidencial en 1983, en el Obelisco. Citó al ex Presidente y rememoró un pasaje del Preámbulo de la Constitución Nacional. “Marchamos y luchamos porque sin justicia no hay democracia”, resaltó.
En el acto también destacó la presencia de Jorge Knoblovits, titular de la DAIA, Adrián Werthein, presidente del Congreso Judío Latinoamericano (CJL), Claudio Epelman, director del CJL, Alejandro Pitashny, presidente del Templo Libertad. Por otro lado, también participó Claduio “Chiqui” Tapia, presidente de la AFA.
A su vez, estuvieron los diputados nacionales del Frente de Todos, Daniel Arroyo, y del PRO, Dina Rezinovsky; los legisladores porteños Roy Cortina y Facundo Del Gaiso y Roberto García Moritán; el presidente del GEN, Sergio Abrevaya; el titular del COPE y armador de Republicanos Unidos, Yamil Santoro; el ex diputado nacional del PRO, Daniel Lipovetzky.
Además del presidente de la AMIA, los oradores del acto fueron Gustavo Montanini, amigo de Diego De Pirro, y los familiares de las víctimas fatales: Estefanía, hija de Luis Kupchik, Adrián, hermano de Fabián Furman, y Judit, hija de Ester Klin. En tanto, el momento musical lo protagonizaron Jairo y Yaco, su hijo, quienes interpretaron “Como la cigarra”, de María Elena Walsh.
Pasteur 633. Es las 9:53. Suena una sirena. Es la hora exacta en la que el 18 de julio de 1994 un coche bomba estalló frente a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y asesinó a 85 personas. Esta mañana, la entidad de la comunidad judía repitió la misma escena, para renovar el pedido de justicia. Cada año, reclaman contra la “impunidad”, elevan la foto con el rostro de los familiares que no están, dicen su nombre y gritan “presente”. Una y otra vez, sin que el atentado se esclarezca. Y entonces, 85 personas murieron 29 veces. Todo lo que no deja de doler, permanece en la memoria.
Seguir leyendo: