El peronismo movió a toda su militancia y buscó generar clima de épica en el último respaldo a Massa y Kicillof

Todavía faltaba una hora para el inicio del acto de cierre de campaña bonaerense de Unión por la Patria y por las angostas calles de Sarandí prácticamente no se podía caminar. Los accesos al estadio Julio Humberto Grondona de Arsenal de Sarandí en Avellaneda se desbordaron. La organización aguantó hasta donde pudo. Afuera, liturgia full peronista para celebrar el Día de la Lealtad y adentro la espera por el inicio del acto en cuestión. Una hora después de lo pautado, el candidato a la presidencia, Sergio Massa, y a la gobernación bonaerense, Axel Kicillof, salieron al escenario ubicado sobre uno de los laterales de la cancha del club de Avellaneda que combina los colores de Independiente y Racing. Los escoltaba el intendente anfitrión, Jorge Ferraresi. En las tribunas el cántico se repetía: “El domingo cueste lo que cueste, el domingo tenemos que ganar”.

Sobre el escenario, Massa habló de la elección y le contestó a la militancia: “Sé del deseo; estamos dando vuelta la historia”, planteó. Al igual que lo había hecho en el acto de Ensenada -que tuvo bastantes similitudes con el de este martes- bajó línea de que el peronismo está remontando el resultado de las elecciones Primarias que dejó a UP en el tercer lugar, detrás de Javier Milei y la sumatoria de los candidatos presidenciales de Juntos, Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Todo, a pesar de un 138% de inflación interanual, una devaluación pos PASO y una corrida del dólar que rompió el techo de los $1000 para luego bajar. Con todo estos factores en contra, el peronismo hizo una fuerte demostración de fuerza.

“Estamos construyendo desde la provincia de Buenos Aires, desde la Patagonia y desde el Norte Grande”, planteó Massa a modo de explicación de cómo “se va a dar vuelta”. Dijo también que es “a partir del esfuerzo, cariño y compromiso de todos y cada uno de ustedes”.

“El norte aguanta”, dijo entre corridas el tucumano Juan Manzur cuando se retiraba del acto. En Tucumán, tras una victoria provincial del peronismo, Javier Milei se impuso en la elección nacional abriendo un escenario inesperado para el oficialismo en esa región del país. También admitió que “estamos pasando un momento difícil”.

Durante su discurso Massa le pidió “permiso” a Manzur. Fue para envalentonar al candidato a la gobernación bonaerense, Axel Kicillof. Buena parte del resultado de Massa está atado a la performance que Unión por la Patria tenga en la provincia de Buenos Aires que alcanza al 37% del padrón electoral nacional. Por eso no dudó en elogiar la gestión de quién lo había precedido en el uso de la palabra.

Kicillof tuvo un rol protagónico en todo el evento de esta tarde en el sur del conurbano bonaerense. Casi toda la organización pasó por su equipo de trabajo y lo que no se delegó en sectores que le son afines como la CTA, los intendentes Mario Secco de Ensenada y Fabián Cagliardi de Berisso o integrantes del espacio La Patria es el Otro que comanda el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés “Cuervo” Larroque.

Sobre el escenario, antes de que empezara el acto, el jefe de Asesores de la PBA, Carlos Bianco, ordenaba a los presentes ubicarse en las sillas. Integrantes del equipo de ceremonial de Kicillof pedían lo mismo. Gorras con la inscripción Axel Gobernador se repetían

“La recepción en la calles es buena en mi distrito, yo soy optimista por naturaleza; este acto viene bien”, admitió un intendente de un importante municipio de la Tercera sección electoral ante Infobae. Agregó que el caso de Insaurralde tendrá un impacto “seguramente en Lomas de Zamora, pero no lo va a comprometer a Fede en el resultado final”. Fede es Federico Otermín el candidato a intendente de Unión por la Patria en Lomas de Zamora, el distrito núcleo de Insaurralde que estuvo gobernador por él desde 2009 hasta la actualidad.

Javier Milei y Patricia Bullrich fueron los blancos de críticas tanto de Massa como de Kicillof. La estrategia durante toda esta campaña es confrontar golpe por golpe a cada propuesta de los candidatos opositores. Kicillof recordó del gobierno de Vidal la muerte de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, la vicedirectora y el auxiliar de una escuela primaria de Moreno que fallecieron en 2018 como consecuencia de una explosión de gas dentro del edificio. Massa confrontó contra el modelo de voucher educativos que esbozó Milei como política educativa. “Aquellos que creen que se puede mandar a una familia a mendigar un voucher…. Argentina es símbolo de educación pública gratuita y de calidad”.

Los gremios se ubicaron en las tribunas. “Los sindicatos son de Perón…”, invitó a cantar Kicillof. El Movimiento Evita, copó parte de una de las plateas. El acceso estaba delimitado por cada organización. Los intendentes del conurbano hicieron su apuesta y también movilizaron columnas de militantes. La vicegobernadora, Verónica Magario, subió al escenario para el saludo final. También subió El Tula y su bombo. “¿Qué pasa Tula?”, le dijo Massa en un momento. El candidato presidencial fue el único que caminó la “lengua” del escenario durante su discurso. En la previa sonaron varios jingles, factoría del programa Tres Estrellas del canal de YouTube Gelatina. Igualmente, el acto terminó con la marcha peronista en versión original.

Aplaudió el jefe del PJ bonaerense, Máximo Kirchner en la primera fila. La presencia de Kirchner era esperada para poner paños fríos a las diferencias que a veces son a cielo abierto con el gobernador bonaerense y que se materializaron el mes pasado cuando el mandatario provincial pidió “componer una nueva canción” para el futuro del peronismo y Kirchner respondió que no se dedicaba a la música. Es una discusión que, coinciden en la dirigencia peronista, se debe dar después del 22 de octubre. El resultado de la elección será determinante. Hasta este domingo el mantra es “todos unidos”, para que Massa llegue al balotaje y el peronismo retenga la provincia de Buenos Aires. Si eso sucede, empieza otra historia. Expectativas hay.