El Barça se lleva el Clásico femenino por un 5-0 inapelable: Aitana Bonmatí es demasiado para el Madrid
El Barcelona goleó al Real Madrid (5-0), en el Estadio Olímpico Lluís Companys, y plasmó su dominio absoluto sobre las blancas en su duodécima victoria en la corta historia del Clásico, gracias a una Aitana Bonmatí y una Graham Hansen pletóricas.
En casa y ante una marea culé que las apoyó al unísono, pero nadie pensaba que iba a ser tan fácil. Y eso que, en su debut en el Olímpico, fueron las madridistas las que arrancaron más entonadas, y con más mérito que el Barça, no permitieron a su adversario instalarse en área ajena, como suele ser costumbre.
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Sin embargo, Aitana Bonmatí siempre encuentra el antídoto. A un rival cerrado atrás, a un aprieto en defensa o, en este caso, a la falta de ocasiones de su equipo. En el que estaba siendo un arranque muy mejorable del Barça, el oro de las azulgranas pesó más, y Aitana abrió la lata en el minuto 18 de un zurdazo ajustado al palo.
De la misma forma que el Olímpico empezó a crecerse, el cuadro catalán hizo lo propio sobre el césped. Graham Hansen dio un espectáculo personal por banda derecha para asistir, bailar, y traer de cabeza a sus rivales. De sus botas surgieron un festín de ocasiones para un Barça cada vez más reconocible, y aliada con una vertical Salma Paralluelo, nació el segundo.
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La noruega cazó un balón que abatió a la guardameta blanca justo antes del descanso, y su merecido gol fue solo el preludio de otro. Ya en el añadido, Caldentey sacudió las telarañas de la portería rival para allanar el camino hacia la victoria, y el descanso en Montjuïc se hizo aún más cuesta arriba para el equipo de Alberto Toril.
Todo sentenciado al descanso
Las azulgranas solo necesitaron 45 minutos para aplastar los sueños de liderato de su rival, y en los restantes procuraron hacer la herida aún mayor. Las rotaciones del Real Madrid no consiguieron amedrentar a las azulgranas, que ya se habían hecho amas y señoras del balón en un escenario de ensueño.
De nuevo en el añadido, pero esta vez en la segunda parte, el Barça dejó sus últimos recuerdos a su eterno rival. Claudia Pina remató la asistencia de una Balón de Oro desatada, y firmó el cuarto tanto local.
Solo dos minutos después, Vicky López, como tocada por una varita, puso el último a asistencia de Ingrid Engen, y sentenció el naufragio blanco en un Olímpico que vibró con efervescencia.
Así, un Barça pletórico dominó a placer en un segundo tiempo sin goles y conquistó la cima de la Liga F en su debut en Montjuïc. La victoria azulgrana sitúa al combinado de Giráldez, líder invicto en la competición, a seis puntos del segundo clasificado, el Real Madrid, y reafirma las sensaciones de que este todopoderoso Barça no conoce rival en España, tampoco ante su principal perseguidor.
Una información de EFE