El relato en primera persona del “Patovica de la Selección” tras el violento accionar de la Policía en el Maracaná: “No tuvieron piedad”

Luego de lo que fue la gresca multitudinaria entre fanáticos brasileños, argentinos y la Policía local de Río de Janeiro, los testimonios de los damnificados empezaron a hacerse virales. Martín Ezequiel Muñoz, conocido desde el Mundial de Qatar 2022 como “El Patovica de la Selección”, se hizo presente anoche en el estadio Maracaná para alentar al seleccionado nacional, un plan que acostumbra desde su excursión por la Copa del Mundo en Rusia 2018. Este simpatizante caracterizado, que ha contado su historia de vida en Infobae, relató en primera persona todo lo acontecido.

“Antes de la pelea principal, ya había habido otra. Sé que hubo un problema al principio porque los brasileros quisieron sacarles las banderas a los argentinos. Hubo empujones y desde allí ellos ya empezaron a pegar”, contó Muñoz, sobre una situación que se viralizó en las redes sociales por un video en el que captaron a un torcedor brasileño avasallando a algunos argentinos que tenían colgadas algunas banderas de tamaño menor sobre la zona inferior de una de las gradas. Esa discusión habría terminado con un forcejeo que por poco no pasó a mayores y el robo de una insignia albiceleste por parte de la parcialidad brasileña, que se retiró impune del sector.

Esto ocurrió minutos antes de que los futbolistas de uno y otro seleccionado saltaran al campo de juego para iniciar la entrada en calor, volver al vestuario a cambiarse y reingresar para entonar los himnos nacionales antes del pitazo inicial. “Despues, en el partido, la verdad que nos regalaron. Estuvimos mezclados todos en la misma tribuna como si fuera un partido de la Premier League, uno al lado del otro. Empezaron las cargadas y, como estábamos todos mezclados, brasileros con argentinos y argentinos con brasileros, hubo un problema con un pibe argentino al que le empezaron a pegar. Ahí fuimos todos a tratar de separar y defenderlo, porque no íbamos a dejar que le peguen”, prosiguió “El Patovica”, que no había hecho previa en los alrededores del estadio sino que llegó solo por su cuenta en una moto y se encontró ya adentro con algunos conocidos de la tribuna.

Al generarse esa disputa entre locales y visitantes, la seguridad se dirigió directamente al grupo identificado con indumentaria albiceleste: “Se armó la pelea y la Policía automáticamente vino para nuestro lado, ni siquiera los miraron a ellos, era como si hubiera quilombo solo de un lado y los otros no existieran. Nos recagaron a palazos, nos pegaban con intención de reventarnos la cabeza, no tuvieron piedad con nada. Veían mujeres y les pegaban, había chiquitos llorando ahí mismo. Nosotros nos tratamos de defender como pudimos”.

La terrorífica cronología continuó: “Cuando te dabas vuelta para irte, te perseguían y te reventaban la cabeza y la espalda a palazos, lo mismo si te caías, te pegaban en el suelo”. Muñoz quedó grabado por un video viral en el medio de la trifulca, cuando un miembro de la Policía militarizada de Río de Janeiro le pide un bastón a un compañero y arremete contra él y otros argentinos: “No paraba de tirar patadas, entonces lo empujé. Como no se animó a pelear como hombre, le sacó el palo a otro policía y me re cagó a palazos. Siguieron hasta que se cansaron de pegarnos. Fue un caos total”.

La presencia de los jugadores de la selección argentina en el sitio donde se originó el foco de conflicto ayudó a que la represión policial se calmara un tanto. Lo mismo que la actitud de abandonar el terreno de juego, liderada por el capitán Lionel Messi, quien exigió que los encargados del opeartivo garantizaran la seguridad de los hinchas argentinos en la tribuna. Aunque se vivieron momentos de angustia y desconcierto, Muñoz confirmó que la desconcentración después del 1-0 a favor del equipo de Lionel Scaloni “fue tranquila”.

Alrededor de diez fanáticos argentinos fueron detenidos y demorados en el Jecrim (Juzgado Especial Criminal), ubicado dentro del Maracaná. Cuatro de los aprehendidos resultaron gravemente golpeados y presentaron heridas en la cabeza que necesitaron puntos de sutura: uno de ellos tuvo que ser llevado al Hospital Souza Aguiar porque tenía un brazo fracturado.

El delegado Rodrigo Coelho se hizo cargo de la situación a partir de allí. En tanto, el fiscal Leonardo Cunha informó que todos los involucrados aceptaron un acuerdo con el Ministerio Público por el pago de una multa de 200 reales para no ser denunciados. El fiscal también aseveró que necesitarán tiempo para verificar qué hinchas brasileños participaron de la pelea y si hubo excesos por parte de la Policía Militar.