A días de la asunción de Milei y tras la jura de los nuevos diputados, así quedaron definidas las autoridades en la Cámara baja
Martín Menem fue electo esta tarde como presidente de la Cámara de Diputados en una larga sesión preparatoria en la que también juraron los 130 legisladores electos en octubre.
El diputado riojano reunió consensos de todos los bloques que respetaron la tradición de conceder ese lugar estratégico a un hombre del partido gobernante, incluso a pesar de que con 38 bancas los libertarios no tenían el número para imponerlo sin acuerdo opositor.
La excepción fue el Frente de Izquierda que optó por abstenerse en la elección del presidente de la Cámara y del resto de las autoridades parlamentarias.
La primera vicepresidencia quedó para Unión por la Patria, que reclamaba ese lugar dado que cuenta con la bancada mayoritaria (101 escaños). La elegida fue Cecilia Moreau que viene de desempeñarse como titular del cuerpo en reemplazo de Sergio Massa.
Una de las sorpresas de la tarde fue la designación de Julio Cobos como vicepresidente segundo, dado que por número ese lugar le correspondía al PRO. Según explicaron a Infobae, se trató de la primera acción coordinada entre tres bloques políticos que podrían terminar conformando un interbloque: la UCR, la Coalición Cívica y Cambio Federal (el nuevo espacio encabezado por Miguel Ángel Pichetto donde también militan Emilio Monzó, Nicolás Massot y Ricardo López Murphy).
La vicepresidencia tercera será ocupada por el PRO. Sin embargo, Cristian Ritondo postergó la oficialización de un nombre a raíz de las fuertes tensiones internas entre quienes quieren evitar a toda costa el “co-gobierno” y los que se inclinan por garantizarle la gobernabilidad a los libertarios.
De hecho, en los pasillos del Congreso algunos referentes de lo que solía ser Juntos por el Cambio especulaban con que la ruptura del bloque amarillo es inminente y que los “neutrales” podrían abandonar el bloque para sumarse a la UCR, la CC y Cambio Federal. Silvia Lospennato suena para encabezar el desprendimiento.
Por otro lado, Tomás Figueroa será el nuevo Secretario Parlamentario y Laura Oriolo ocupará la Secretaría Administrativa, un lugar clave dado que se encarga de la gestión general de la Cámara.
La Prosecretaría Parlamentaria quedará para Unión por la Patria, al igual que la Secretaría de Coordinación Operativa. Germán Martínez todavía no definió a las personas que ocuparán esos lugares.
Sobre el final de la sesión, los diputados votaron dar a la Presidencia de la Cámara la potestad de conformar las comisiones siguiendo el principio de proporcionalidad que marca el reglamento.
Sin embargo, a partir de una acuerdo previo entre Martín Menem, Germán Martínez y Cristian Ritondo, se aclaró que el sistema D’Hondt se aplique a partir de los bloques. Situación que generó protestas en la Coalición Cívica y el radicalismo, que plantearon la necesidad de tomar los interbloques o “sectores políticos”.
“Martín Menem se equivocó porque favoreció al kirchnerismo, que tiene el bloque más grande, a pesar de que no le va a votar ningún proyecto”, reflexionó un diputado con extensa trayectoria en la “rosca” parlamentaria.
La conformación de las comisiones tiene gran importancia para el funcionamiento legislativo, ya que antes de llegar al recinto cada proyecto de ley debe primero obtener un dictamen en la comisión correspondiente. Por ejemplo, las iniciativas relacionadas con cuestiones sanitarias deben ser debatidas en la Comisión de Salud Pública y las vinculadas a partidas de gastos, en la Comisión de Presupuesto.
Hay 46 comisiones permanentes y otra treintena de comisiones especiales. No obstante, unas pocas son consideradas vitales para la gobernabilidad, como Presupuesto, Asuntos Constitucionales, Legislación General, Juicio Político, Justicia o Legislación Laboral. También Bicameral de Trámite Legislativo que tiene la competencia para pronunciarse respecto de los decretos de necesidad y urgencia (DNU), algo que Milei anticipó que iba a utilizar para contrarrestar la debilidad parlamentaria.
En la práctica, controlar la presidencia de las comisiones permite acelerar o “cajonear” las iniciativas que presentan los diputados o llegan del Poder Ejecutivo.
La costumbre marca que el oficialismo debe controlar las comisiones de gobernabilidad. Pero su integración, que se reparte a partir del sistema proporcional D’Hondt (el mismo que se usa para repartir las bancas en el recinto), tendrá a los libertarios en una minoría muy marcada en todas ellas. Por lo que los consensos con Juntos por el Cambio y las fuerzas provinciales serán vitales para que avancen los proyectos de ley.