Los problemas de la Liga Femenina de fútbol: desigualdad entre equipos, transporte a los partidos y algunos estadios de césped artificial
Con el año a punto de terminar, muchas personas deciden hacer balance en estas época del año para ser conscientes de aquellas cosas que han logrado o variado y aquellos cuestión que todavía tienen pendiente. En este sentido, algunas de las jugadoras de la Liga F no han dudado en hacer un balance de aquellas tareas pendientes en la competición, las cuales contribuirían a que hubiera mayor igualdad entre los equipos y que el desarrollo del torneo nacional fuera beneficioso para todas las partes. Y es que, si en el fútbol masculino existen puntos cambiar, en el femenino los problemas se intensifican todavía más.
En una entrevista con la revista Telva, Ivana Andrés ha reivindicado mejoras en las estructuras de la Liga F: “Algunas reformas básicas mejorarían mucho los mínimos estructurales y eliminarían el desequilibrio que existe actualmente entre equipos. Esto permitiría a muchas jugadoras desarrollarse sin obstáculos y aumentaría el nivel competitivo de nuestra Liga”. A ella se suma Aitana Bonmatí, quien considera: “Hemos dado el gran paso adelante que nos faltaba, pero España aún no está ni mucho menos al nivel de igualdad de otros países europeos, y no solo en el aspecto deportivo. Todas las que estamos aquí luchamos para seguir derribando barreras”.
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Lo cierto es que, a pesar de que la Liga Femenina española fue la tercera que más jugadoras aportó al Mundial, es que, que es la tercera competición donde mayor número de futbolistas internacionales juegan. Justo detrás de la liga de Estados Unidos y la competición inglesa. Sin embargo, el salario de la mayoría de las jugadoras en la competición española se encuentra muy por debajo de otras ligas del continente. La Liga F y las jugadoras llegaron a un acuerdo que establece que durante la temporada 23/24 el salario mínimo será de 21.000 euros, aunque podría llegar a alcanzar los 23.000 euros en función del crecimiento de los ingresos comerciales de la competición.
Sin embargo, las diferencias entre los equipos en cuanto a las retribuciones económicas son astronómicas. Aunque no son las únicas desigualdades que existen. El transporte es otro de los puntos controvertidos dentro de la competición femenina, ya que son muchos los equipos que no pueden asumir estos gastos, una situación que se complica todavía más cuando los clubes son de fuera de la península.
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Estadios de césped artificial
Las jugadoras también reclaman ayudas que permitan una renovación de todos los estadios con el fin de atraer para atraer a la televisión y los aficionados, lo que permitiría dar mayor visibilidad al fútbol femenino. Entre las reformas que necesitan muchos estadios, una de ellas gira en torno al césped. Y es que, a pesar de que tratarse de una liga profesional, algunos estadios todavía son de césped artificial. El Consejo Superior de Deportes (CSD) ha facilitado ayudas a diversos equipos con el fin de profesionalizar las instalaciones de la Liga F. Sin embargo, en algunos casos todavía no se ha producido.
El Levante las Planas es uno de los equipo que todavía cuenta con campos de césped artificial. El último en equipo en su pisar este terreno de juego fue el Real Madrid durante el pasado fin de semana. Al conjunto blanco le costó adaptarse a estas características a la que se suma unas dimensiones más coquetas de lo normal, aunque finalmente las de Alberto Toril se impusieron en el marcador. Lo cierto, es que el equipo ha incrementado el presupuesto de cara a esta temporada con el fin de llevar a cabo una serie de cambios. Sin embargo, el hecho de cambiar el césped requiere tiempo y dinero y, de momento, parece que el césped natural tendrá que esperar.