Alberto Toril, en el ojo del huracán para la afición, pero respaldado por la directiva del Real Madrid
El Real Madrid está atravesando una mala racha. En la Liga F, comparte el segundo puesto con el Levante y el Madrid CFF, alejándose todavía más del todopoderoso FC Barcelona, es decir, las esperanzas del club blanco de tratar de disputarle la competición nacional a las azulgranas han quedado en eso, en esperanzas. Y es que, el club catalán cuenta con una holgada distancia, con nueve puntos de diferencia exactamente, y desde lo alto mira por el retrovisor al resto de equipos mientras trata de seguir ampliando su distancia. Después de los tres pinchazos del club blanco en el torneo nacional cada vez están más lejos de conseguir la corona.
A ello se suma también su actuación en la competición europea. La Champions parece que se le resiste al Real Madrid, dado que no han sido capaces de sacar ni una sola victoria. Con tan solo un punto, que consiguieron rascar en el partido ante el Chelsea gracias a dos tantos de Olga Carmona para poner el marcador en tablas, se han quedado fuera de la competición. No han sido capaces de pasar de la fase de grupo, en la que tenían que enfrentarse a dicho club inglés, al París FC y el Häcken.
Te puede interesar: Los problemas de la Liga Femenina de fútbol: desigualdad entre equipos, transporte a los partidos y algunos estadios de césped artificial
Con esta trayectoria de las últimas semanas, muchos han buscado responsables y todos parecen apuntar a Alberto Toril, el entrenador del Real Madrid Femenino, como máximo responsable. Sin embargo, este trata de echar balones fuera: “No es un fracaso cuando lo intentas. Llevamos muchos kilómetros encima y estoy contento con el trabajo hecho”, afirmó Toril tras el partido ante el París FC. A lo que añadió: “Las jugadoras dan lo que tienen, seguiremos mejorando y tendremos otras oportunidades en el futuro”.
En medio de sus intentos de restar importancia a la eliminación en Champions y quitarse los focos de encima, señaló a Maite Oroz por el penalti cometido ante el París FC: “Es infantil, lo digo porque lo es. Es muy evitable y que no se debe cometer. La acción determina el partido”. Y concluye: “No podemos cometer ese penalti”. Ante esta situación, la afición ha puesto en el punto de mira al técnico. Han sido varios los partidos en los que la grada ha trasladado su descontento al entrenador con pitos a la vez que pedían su dimisión. Mientras este se siente a salvo y con el respaldo del club.
Te puede interesar: Correos y la Casa de la Moneda terminan el año rindiendo homenaje a la selección española femenina
Alberto Toril y la confianza del Real Madrid
La relación de Alberto Toril y el Real Madrid viene de largo. Antes de ponerse al frente del femenino, el técnico fue jugador del club blanco e incluso llegó a debutar con el primer equipo en 1992, aunque su etapa como futbolista vistiendo la camiseta blanca fue fugaz y acabó cedido en diferentes clubes españoles. Pero, después de colgar las botas, este decidió regresar al Real Madrid, esta vez como técnico para hacer carrera en La Fábrica. Así fue pasando por diferentes categorías llegando al juvenil y tan solo dos años más tarde al Castilla, a quien llevó a lo más alto al conseguir el ascenso a segunda división. Sin embargo, esta hazaña no le sirvió para revalidar el cargo y se marchó del club para buscar suerte en otros equipos españoles, como el Elche.
Aunque este no sería tampoco su adiós definitivo. Ya en noviembre del año 2021, el Real Madrid volvió a llamar a su puerta, esta vez para que se pusiera al frente de un nuevo proyecto, el equipo femenino. Con el objetivo de llevar a lo más alto al club y situarlo en el punto mismo en el que se encuentra el masculino en su categoría. Es decir, armar un proyecto con el que aspirar a ganarlo todo: Liga F, Champions y Copa de la Reina.
Sin embargo, dos años más tarde todavía no ha conquistado ningún título. El palmarés del Real Madrid femenino se encuentra vacío. Por este motivo, y con la perspectiva de que esta temporada se están complicando las cosas para estrenar vitrinas, los aficionados reclaman cambios en la dirección del vestuario, mientras la directiva del club se resiste a prescindir de Toril.