Reticencias con Deco, terremoto en Amberes y la Supercopa perdida con el Madrid: cronología del adiós de Xavi al Barcelona
“Creo que la solución siendo coherente y con sentido común es que yo deje el cargo el 30 de junio, seguiré hasta entonces, así lo hemos acordado con el presidente. Tenemos un presidente que es la hostia, valiente, todo eso va a contribuir a destensar la situación del club. Soy culé”, explicaba Xavi en una rueda de prensa retrasada más de lo habitual al tener que hablar con los estamentos del club. Comparecía acompañado de su mujer, Nuria, y de su hermano, Óscar, cuyas presencias hicieron saltar las alarmas. Soltó la bomba tras la manita endosada por el Villarreal en Montjuic, pero los cables estaban pelados desde la derrota a manos del Real Madrid en la final de la Supercopa de España.
“Estoy preparado para aguantar las críticas. Ya las había antes, pero creo en el proyecto, en mí y en el futbolista. Hay que revertirlo desde el jueves. Estoy fuerte. Es un golpe duro para mí y los futbolistas pero esto continúa. Ya lo hemos visto muchas veces, pero no queda otra que aguantar la crítica, es merecida”, aseguró después de aquel partido. La idea la fue madurando desde semanas atrás después de ver que no cambiaba la espiral en la que se encontraba tanto futbolísticamente hablando como a nivel de atmósfera del entorno.
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En permanente construcción
“Somos un Barça en construcción”, afirmó Xavi nada más ser atropellado por el Girona. Y cualquiera que haya hecho reformas en casa sabe lo que esa frase significa: estamos jodidos. El técnico azulgrana pronunció esas palabras a pesar de que su equipo ha fichado trece jugadores en dos años y de que la temporada pasada fue campeón de Liga. Xavi tenía todos los ojos puestos en él desde su llegada al banquillo del Barcelona el 6 de noviembre de 2021. Pero ahora nota que esas mismas miradas lo acusan, desde todos los puntos, sin que encuentre ni en el vestuario ni en los despachos un sitio en el que cobijarse.
“Lo que necesita el club es estabilidad. Sabemos que el fútbol no tiene memoria. Cuando digo que estamos en construcción es porque habrá baches, pero hay que seguir creyendo en el proyecto, incluso si se pierde o empata en Valencia”, explica Xavi. Su equipo, eliminado de la fase de grupos de Champions en las pasadas dos temporadas, en la actual ha acabado primero, pero sin transmitir buenas sensaciones a través de su juego. En lo que va de curso ha encajado dos goles menos que el total de la pasada campaña y únicamente Koeman cuenta con peor porcentaje de victorias que Xavi.
Terremoto en Amberes y reticencias con Deco
Tras la debacle ante el Girona llegó Amberes y una nueva polémica. El Barça anunció cambios de última hora en la convocatoria para enfrentarse al cuadro belga: Ronald Araujo, Robert Lewandowski e Ilkay Gündogan, que en un principio no viajaban a Bélgica, tuvieron que montarse en el avión. “Se ha generado una tensión innecesaria en el tema de la lista de convocados. Lo cambio porque hablamos entre todos, especialmente con los jugadores. Hubo un consenso con el presidente, con Deco y cambiamos la lista”, explicaba Xavi. “La convocatoria es un tema del entrenador. Nosotros no hemos consensuado nada”, rechazó después Deco. Otro campo de batalla donde el técnico está perdiendo poder.
En verano, la junta directiva tomó la decisión de incorporar a Deco a la dirección deportiva. Primero Jordi Cruyff y luego Mateu Alemany decidieron poner fin a su etapa en el club. Se marchaban los cerebros del ‘Barça de las palancas’. Los fichajes realizados durante el verano distaron de las preferencias del técnico. Pidió un pivote de garantías para suplir la salida de Busquets, pero el Barcelona fue deshojando la margarita hasta quedarse con Oriol Romeu. También llegó sobre la bocina Joao Félix, incorporación refrendada por Joan Laporta ya que Xavi no se mostró favorable. Y para más inri perdió a Dembélé. El técnico azulgrana se marcha sin ver terminado el nuevo estadio y con su legado personificado en canteranos asentados en la dinámica del primer equipo.