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El Atlético se queda en fuera de juego y Berenguer da ventaja al Athletic en Copa del Rey

Reinildo y Sancet durante el partido de semifinales de Copa del Rey (REUTERS).
Reinildo y Sancet durante el partido de semifinales de Copa del Rey (REUTERS). (JUAN MEDINA/)

Los hermanos Williams eran la mayor amenaza del Athletic. Por ello, Simeone, con el recuerdo del partido liguero en mente, alineó a Reinildo para hacer de muro de contención. Nico no salió de la partida -ni siquiera entró en la convocatoria- , Iñaki fue titular, y el mozambiqueño pasó de ser antídoto a veneno. Derribó a Prados de un tijeretazo y cometió un penalti transformado por Berenguer que condicionó el rumbo del partido. Los de Simeone se volcaron y asediaron el arco de Aguirrezabala, especialmente tras el paso por vestuarios. Llegaron incluso a tener la misma oportunidad que el Athletic para marcar gol: desde los once metros. Pero Morata, quien lo había provocado, se encontraba en fuera de juego y Griezmann, que ya se disponía a disparar, se tuvo que resignar.

El cuadro vasco rompe así la imbatibilidad del Metropolitano -28 partidos- y toma ventaja en el camino por llegar a Sevilla. San Mamés dictará sentencia. Simeone avisó de que este tipo de partidos duran 180 minutos, con los 90 del Metropolitano no le alcanzaría a nadie, pero el Athletic se plantará en los que aún han de jugarse con mínima ventaja y el factor cancha a su favor. Señor equipo el de Valverde, porque hay que serlo para doblegar al señor equipo Simeone. Ambos técnicos tomaron decisiones escabrosas en sus alineaciones. El argentino optó por el mencionado Reinildo y Memphis en lugar de Hermoso y Morata, dos de los futbolistas que más rendimiento le están dando al Cholo esta temporada.

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Error que puede valer una final

El txingurri se decantó por Berenguer como sustituto del pequeño de los Williams. Uno entornaba los ojos y se trasladaba al domingo pasado. Vislumbraba un choque entre blancos y rojiblancos, pero ni eran los mismos equipos, ni había el mismo ambiente y no tenía ni por asomo el mismo ritmo. El Athletic vivió en primera persona la versión de los colchoneros en la que se entregan a la causa. Esa en la que no les pesan las piernas y minimizan la diferencia de 48 horas menos de descanso y venir de jugar un derbi.

Griezmann disparó alto un centro de derecha, Memphis lanzó su tiro a la grada, la defensa vasca tapó el primer disparo de Lino, un cabezazo de Witsel se fue manso a las manos del portero vasco… El Atlético tenía el balón y buscaba, pero Athletic no se descomponía y a la mínima que pudo lanzó su golpe al mentón. El partido había adquirido ese aire de que solo un error, lo podía desmenuzar y lo cometió Reinildo.

Berenguer anota su penalti (REUTERS).
Berenguer anota su penalti (REUTERS). (JUAN MEDINA/)

Se durmió mientras conducía por la línea de su área pequeña con Iñaki oliendo la sangre. Consiguió sacar el balón, pero los bilbaínos ya estaban encima. Recuperaron en tres cuartos una pelota que llegó a Prados en el área y, quien sabe si excitado por el riesgo corrido, el mismo Reinildo cometió penalti sobre el medio navarro con una entrada pasada de revoluciones. Vio la amarilla, pero se jugó la roja. Transformó Berenguer la pena máxima, el mismo que de no ser por la baja de Nico no hubiera jugado. Ya saben, el fútbol escribe recto en reglones torcidos. Después del golpe, el Atlético fue rehaciéndose piedra a piedra.

Todos los caminos llevan a San Mamés

Simeone revocó en la caseta su decisión de prescindir de Hermoso. El temor a que el error afectara a Reinildo y -especialmente- la tarjeta amarilla le condenaron. Dispuesto a igualar el duelo, el Atlético salió más vivo. Entraron Morata y Llorente por Molina y Memphis. Respondió Valverde con Villalibre, Sancet y Guruzeta y el Athletic volvió a templar el ímpetu de un Atlético al que se le iba la noche pero que todavía preparaba su último zafarrancho de combate. Los últimos cinco minutos fueron irrespirables por mucho que el Metropolitano elevara al máximo sus decibelios.

El Atlético asediaba, el Athletic sobrevivía en un partido cuyo tramo final demostró finalmente que la suerte tenía nacionalidad vasca. Morata no acertó al intentar rematar la que le puso Hermoso, Lekue sacó bajo palos la de Correa y la tecnología invalidó el penalti de un Yeray que había encontrado pierna en su búsqueda del balón. Griezmann ya había colocado la pelota en el punto y se mentalizaba para tirar cuando el VAR desmontó todo al señalar fuera de juego de Morata antes de la caída. El Athletic da el primer golpe y toma ventaja antes del segundo asalto. San Mamés dictará sentencia.

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