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“Mi ilusión es jugar en la Primera de Newell’s”: la leyenda de Messi en rojo y negro, y el sueño que sigue pendiente

inédita Messi con camiseta de Newells
La imagen de Lionel, sosteniendo una camiseta de Newell's noventosa, junto a sus primos leprosos Bruno y Emanuel Biancucchi

Es septiembre del 2000 y Lionel Andrés Messi está a punto de subirse a un avión junto a su papá, Jorge, para probarse en el Barcelona de España. En Newell’s no lo saben: como el club no está dispuesto a hacerse cargo del tratamiento hormonal para el crecimiento que necesita la joyita de la cantera, la familia tomó la decisión de llevárselo a jugar a otro lado para abrirse camino en el mundo del fútbol. Una prueba en River no prospera y, ya en suelo catalán, algunos directivos vinculados a la institución que le abriría las puertas le hacen un guiño. Diez días antes de embarcar en Ezeiza, la sección Pasión Rojinegra del Diario La Capital de Rosario presenta a la que es una de las grandes promesas en el Parque Independencia.

En un ping pong publicado en el periódico que hace algunos años se viralizó en las redes, el pequeño Leo contesta algunas trivialidades como que uno de sus hobbies es escuchar música (cuarteto y cumbia), que su película preferida es “Cuidado, bebé suelto” y su comida preferida es pollo con salsa. También revela que sus ídolos son su papá y su padrino Claudio, que en el futuro le gustaría hacer el profesorado de educación física, que su mejor recuerdo es del día en que su abuela Celia lo llevó por primera vez a jugar al fútbol y su mayor tristeza es haberla perdido. ¿Una ilusión? Jugar en la Primera de Newell’s. ¿Un sueño? Hacerlo en la Selección. ¿Qué representa Newell’s en su vida? “Todo, lo máximo”.

La que más disgustada quedó con Newell’s, pese a que era una leprosa más dentro de la familia que siempre tuvo como infiltrado al canalla Matías (uno de los hermanos mayores de Leo), fue su mamá. El destrato sufrido por su hijo menor le dolió en el alma, así como tener que dejar su Rosario natal y movilizar a todos sus hermanos a Barcelona, una adaptación que les costó más de lo esperado. Sin embargo, Leo nunca dejó de pensar en ponerse la camiseta roja y negra alguna vez. Es más, en la intimidad suele usar indumentaria de Newell’s, pero no hace alarde de ello.

La primera entrevista que dio Lionel Messi en las inferiores de Newell's (Diario La Capital de Rosario)
La primera entrevista que dio Lionel Messi en las inferiores de Newell's (Diario La Capital de Rosario)

“Con siete u ocho años, me acuerdo que iba con mi papá, mi tío y mis hermanos. Siempre íbamos a la platea. Si no era un partido muy complicado que pudiera terminar en lío, como un clásico, íbamos siempre que podíamos”, repasó hace algún tiempo Leo, que tiene grabados en sus retinas a algunos jugadores del plantel leproso de fines de los 90 y principios del 2000 como Damián Manso, Terremoto Cejas, Sebastián Cobelli, Germán Real y el Negro Zamora. Una de sus tantas excursiones al Coloso del Parque hoy denominado Marcelo Bielsa (se dice que la nueva tribuna en construcción podría llamarse Lionel Andrés Messi) fue el día en que presentaron a Diego Armando Maradona en el año 1993. Lionel tenía apenas 6 años y no se lo perdió: “Lo llegué a ver en vivo. Era chiquito, pero en Newell’s estuve el día que debutó con Emelec. No me acuerdo de nada, pero sé que estuve”. Tras su fallecimiento en el año 2020, al capitán de la selección argentina no se le ocurrió mejor forma de homenajearlo que mostrando en el festejo de un gol suyo con Barcelona una camiseta que Diego había usado en Newell’s.

Con tanta identificación, se le hizo difícil aferrarse a sus nuevas raíces blaugranas. El tiempo terminó de cerrar su herida, pero no extinguió su ilusión. Lionel celebró el título del Apertura 2004 de Newell’s un rato en Barcelona y otro en Rosario, ya que en ese diciembre volvió a ciudad natal -como siempre- para las Fiestas. En una de sus entrevistas más recordadas con Pablo González en TyC Sports, pasea en los alrededores del Monumento a la Bandera y un fanático xeneize interrumpe el diálogo para hacerle un pedido especial: “Messi, tenés que jugar en Boca”. La respuesta, entre risas, fue tajante: “¿En Boca? No, primero en Newell’s. Después vemos”.

La figura de Messi a nivel mundial creció por su explosión en el Sudamericano Sub 20 de Colombia a principios de 2005, previo a catapultarse en el planeta fútbol con la consagración en el Mundial de la categoría en Holanda. Justo antes de ese certamen, Leo anduvo por la cancha de Newell’s con la camiseta puesta. Fue en un partido con San Lorenzo, sobre el cierre del Torneo Clausura de ese año. Pocos lo reconocieron en la platea, pero lo cierto es que fue la última vez que pudo ir tranquilo al estadio a ver un partido del club de sus amores.

la historia de Messi con camiseta de Newells
La última vez que Messi concurrió a la cancha de Newell's como hincha casi sin ser reconocido

A partir de la temporada 2005/2006, todo cambió abruptamente para este humilde y simple pibe que todavía le dice vaquero al pantalón de jean, toma mate, come asado y al que no se le despegó la tonada argentina y se le escapan algunas eses dando cuenta de sus raíces rosarinas. Los títulos con la selección argentina y el Barcelona lo convirtieron en una de las estrellas mundiales. Pasó a otro plano y su vida cotidiana se modificó abruptamente. Al Coloso solamente pudo volver en tres oportunidades y siempre con los pantalones cortos.

En junio de 2009, la Fundación Atlético de Madrid y la Fundación Pupi organizaron un partido de estrellas con cita en el Parque Independencia. Maximiliano Rodríguez y Javier Zanetti apadrinaron el evento que convocó a más de 30 mil personas, unos 250 periodistas acreditados de varios países y la presencia de estrellas del mundo del fútbol como Messi, Leo Franco, Walter Samuel, Jonás Gutiérrez, Ezequiel Lavezzi y Germán Lux (también estuvo Lionel Scaloni). Lionel y Maxi fueron los únicos que jugaron un tiempo para cada lado. Con un zurdazo implacable, hizo que el gol se gritara mucho pese a que era una exhibición. Los hinchas de Newell’s que colmaron las tribunas para ver en vivo al hijo pródigo que emigró precozmente se ufanaron de su fanatismo compartido por el rojinegro: “Tiene lepra, y Messi tiene lepra…”. Ante el micrófono de la transmisión oficial Lío expresó: “Nunca había jugado acá, es la primera vez. En Rosario, mi casa. Fue todo muy lindo, mirá cómo está la cancha. La gente respondió bárbaro por lo que era el partido y la verdad estoy muy contento. Tuve el sueño desde chiquito de jugar acá y no se pudo dar porque cambió todo”.

Dos años más tarde, en 2011, Messi volvió a darse el gusto de festejar goles en el Parque Independencia. De vacaciones en Rosario, en vísperas de la Copa América que se disputaría en nuestro país, jugó el primer tiempo para Los Amigos de Pupi y rompió el cero con un gol de penal. Al rato, se la cuchareó a Sebastián Peratta para aumentar la ventaja. Las más de 35 mil almas que colmaron el Coloso Marcelo Bielsa se emocionaron con la presencia del 10, que al cuarto de hora del complemento fue sustituido y directamente se dirigió al vestuario para retirarse y evitar la muchedumbre, no sin antes llevarse una de las ovaciones más sentidas que recibió. Esa había sido su última vez hasta la despedida que Maxi Rodríguez realizó el año pasado justo en el día de su cumpleaños.

Hinchas de Newell's sueñan con incorporar a Messi
El sueño de todos los hinchas de Newell's: que Messi algún día se ponga la camiseta roja y negra

A medida que avanzó su carrera en Barcelona y exhibió el potencial que tendría, la posibilidad de jugar alguna vez en el fútbol argentino se disipó. Pese a que en más de una entrevista con medios nacionales Messi dejó abierta la puerta para ponerse un día la camiseta de Newell’s y que trascendió extraoficialmente que fijó cláusulas en los contratos con el Barça para tener vía libre y así cumplir su sueño, su realidad y el hecho de haber formado una familia en Europa desinflaron el viejo anhelo que perseguía de chico.

La inseguridad en el país, la salvaje rivalidad entre Newell’s y Central en su ciudad, más las constantes críticas que afrontó ante cada frustración con la Selección hicieron que se desprendiera de la idea original. Así y todo, siguió estando al tanto de la Lepra en todo momento. Sea viendo partidos a la distancia en las madrugadas de Barcelona y enterándose del detrás de escena del título que el equipo ganó de la mano del Tata Martino, su actual entrenador, que también había llegado al club culé en 2013 para dirigirlo.

En vísperas de la final de Qatar 2022, fuertes rumores periodísticos alimentados por el amigo personal de Messi, Sergio Agüero, afirmaron que Leo tenía ganas de “darse el gusto”. Saldada con creces la deuda personal que tenía pendiente en la selección argentina y habiendo logrado la aprobación unánime del público, algo por lo que tanto había sufrido y luchado, el número 10 empezó a fantasear con tomarse un semestre “sabático” para disfrutar en la institución de su amor infantil. Finalmente el destino lo alejó de París y lo ubicó en Miami, donde prontamente creó un lazo fuerte con Newell’s y junto a dos personas importantes a las que les tiene mucho afecto como Martino y Maxi Rodríguez, que oficiaron de intermediarios, se dio lugar a la realización del amistoso sin precedentes que se llevará a cabo hoy en Estados Unidos.

Confirmado para la Copa América de este año y midiéndose para la Copa del Mundo de 2026, cómo no ilusionarse con verlo en el fútbol argentino algún día…

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