Gerardo Werthein le presentó a Joe Biden sus cartas credenciales como embajador argentino en EEUU
(Desde Washington, Estados Unidos) Gerardo Werthein fue recibido por Joe Biden en el Salón Oval, adonde presentó sus cartas credenciales como embajador de la Argentina al presidente de los Estados Unidos. Fue una ceremonia protocolar con toda la pompa y circunstancia que impone la Casa Blanca para los representantes diplomáticos acreditados en Washington.
Cuando el sol todavía pegaba fuerte en DC, Werthein fue recibido en Blair House, la mansión de huéspedes de los Estados Unidos sobre Pennsylvania Avenue. Tiempo después, el embajador argentino se subió a un imponente auto oficial -con las banderas de Argentina y Estados Unidos flameando sobre los costados del capó- que lo llevó hasta el Ala Oeste.
Mientras tanto sonaban las trompetas de una banda glamorosa que tocó en los jardines de la Casa Blanca hasta que Werthein llegó al Salón Oval. Allí el rito diplomático se hizo cargo del escenario político.
-Señor Presidente, el embajador argentino Gerardo Werthein-, anunció el jefe de Protocolo, Ethan Rosenzweig
Biden sonrió a Werthein. Dialogaron sobre las relaciones bilaterales entre Argentina y Estados Unidos, y después se sacaron las fotos oficiales. El presidente trató muy bien a Werthein, a quien ya había visto en el G7 de Italia.
Werthein tiene excelente relación personal con Javier Milei y su pliego como embajador atravesó sin inconvenientes la Comisión de Acuerdos del Senado y la votación en la Cámara Alta.
Cuando describió su hoja de ruta como futuro embajador en Estados Unidos, Werthein explicitó que su representación en Washington responderá a todas las necesidades regionales, de norte a sur de la Argentina.
“Nuestros esfuerzos tendrán como uno de los ejes principales el incremento de las exportaciones e inversiones extranjeras que son tan necesarias para nuestro país en este momento. Estados Unidos es un socio clave para incrementar el ingreso de divisas, no solo por su importancia como inversor, por sus empresas, pero también por su gran influencia en los organismos internacionales de crédito”, sostuvo Werthein en la Comisión de Acuerdos.
Y completó: “Continuaremos con el exitoso programa que llevó adelante el embajador Argüello, la agenda federal. Básicamente, para quienes no lo conocen, se trata de que el equipo de nuestra embajada en Washington se reúna con el equipo de cada una de las provincias, sus gobernadores y los ministros que deseen que participen, para tratar de identificar las prioridades, y para que nosotros desde la embajada podamos comprender hacia dónde debemos orientarnos, planificar las misiones y poder ayudar a cada una de las provincias en sus emprendimientos en Estados Unidos”.
La propuesta diplomática de Werthein se alinea con su conocimiento de las reglas de poder que se aplican en DC. El embajador en Estados Unidos tiene profundos contactos entre demócratas y republicanos, y se mueve con soltura en esos ámbitos partidarios pese a la tensión política que se respira en Washington a pocos meses de los comicios presidenciales.
Durante la primera gira de Milei a DC, cuando todavía no había asumido como Presidente, Jake Sullivan lo recibió en su despacho de la a Casa Blanca. Sullivan es principal consejero de Biden y su tiempo está dedicado -fundamentalmente- a la guerra en Ucrania y la crisis en Medio Oriente.
Con el gobierno en marcha, y antes de su reunión formal con Biden, Werthein colaboró para cerrar la reunión con Elon Musk en Austin (Texas), la participación presidencial en la convención del Instituto Milken, y la agenda que protagonizó Milei en Silicon Valley.
Milei fue recibido por Mark Zuckerberg, Tim Cook, Sam Altman y Sundar Pichai, los cuatro jugadores más importantes del mundo tech. Una agenda lograda gracias al trabajo conjunto de Demian Reidel, jefe de asesores del gobierno, y el embajador ante la Casa Blanca.
Hacia adelante, Werthein enfrenta un fuerte desafío diplomático. Hay elecciones en Estados Unidos, se abre una nueva negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y Argentina necesita inversiones directas para fortalecer las reservas del Banco Central y abrir el cepo financiero.
Una agenda compleja que marcará la futura relación política entre Balcarce 50 y la Casa Rosada.