La decisión que tomó Boca con Diego Martínez tras la derrota ante River en La Bombonera
“Un clásico nunca se puede pasar por alto, porque siempre deja secuelas”. La frase pertenece a Marcelo Gallardo, instantes después del triunfo de River 1-0 ante Boca por la fecha 15 de la Liga Profesional. Y lo ocurrido en La Ribera le dio la razón, dado que, luego del resultado, el proyecto de Diego Martínez comenzó a correr riesgo.
Es que, tras el derbi, los hinchas manifestaron su descontento con insultos y silbidos, un ambiente que detonó en un tenso enfrentamiento entre Chiquito Romero y la platea, que terminó con una contravención para el guardameta, que luego pidió disculpas.
Después del partido, Juan Román Riquelme, el presidente de la institución, optó por no acudir al hotel Intercontinental, donde estaba concentrado el equipo. Sin embargo, miembros clave del Consejo de Fútbol, como Chicho Serna y Chelo Delgado, se presentaron en el lugar. A pesar de los rumores, no se realizó ningún anuncio oficial respecto al futuro del cuerpo técnico. Y tampoco lo habrá.
Es que Riquelme y compañía decidieron que el ex DT de Tigre y Godoy Cruz siga al frente del plantel, al menos, hasta el sábado, cuando Boca visite a Belgrano por el torneo de Primera División. En consecuencia, el cuerpo técnico ya planificó la semana de entrenamientos. Eso sí, habrá una evaluación permanente de la situación. Un triunfo, seguramente, le dará aire. Una caída, por el contrario, supondrá un golpe que lo llevará nuevamente quedar bajo la lupa.
“Perdimos la Copa de la Liga, quedamos eliminados en Copa Sudamericana y estamos lejos del campeonato. Pero tengo fuerza, siempre voy a querer lo mejor para Boca. Todo el cuerpo técnico tiene fuerza para seguir en el club, aunque veremos cómo será el futuro”, había manifestado el orientador luego del tropiezo contra la Banda. Es decir, dio a conocer su postura, pero sabiendo que podía haber terminado su ciclo. Al menos, recibió la renovación del crédito por otra semana, enterrando al menos unos días las especulaciones alrededor de su futuro.
El Xeneize está decimoprimero en la Liga Profesional, con 21 puntos, nueve menos que el líder Vélez Sarsfield, que adeuda su encuentro ante Estudiantes en el estadio José Amalfitani y puede estirar la distancia. Como aliciente, sostiene el sueño de ganar la Copa Argentina: aguarda el cruce de cuartos de final ante Gimnasia La Plata.
La chance de cerrar el 2024 con una vuelta olímpica y el anhelo de mejorar la posición en la Liga para que Boca logre la clasificación a la próxima Copa Libertadores son los objetivos deportivos que le quedan a Martínez para darle un nuevo impulso a su ciclo, que comenzó con buenos momentos de fútbol, con un mediocampo que se convirtió en usina (Zenón, Medina y Ezequiel Fernández) y una dupla delantera temible (Merentiel-Cavani), pero que con las bajas por las citaciones a la Selección, las lesiones y la partida de Equi a Arabia se fue erosionando hasta este punto de crisis.
El contrato formal del DT y su equipo vence a fin de año. El real se estiró una semana.