Faustino Oro ganó sus dos primeros duelos en un emblemático torneo de ajedrez: qué necesita para convertirse en Gran Maestro
El niño argentino Faustino Oro -que en octubre cumplirá 11 años-, corre detrás de un nuevo sueño: la conquista del título de gran maestro, la máxima recompensa en la carrera de todo ajedrecista. Por eso, desde ayer, es uno de los animadores del X Campeonato Iberoamericano; una competencia con 118 jugadores, de 23 naciones, que se lleva a cabo en los salones del Hotel Aníbal en la ciudad andaluza de Linares; centro emblemático del milenario juego al que la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, según sus siglas francesas) acaba de galardonar en la ceremonia de cierre de la 45ª Olimpíada de Ajedrez en Budapest, como “el torneo privado más memorable del mundo”. Allí bajo la organización del empresario español José Luis Rentero se disputaron los Magistrales de Linares, conocido como el “Wimbledon del Ajedrez”, que entre 1978 y 2010 recibió a las grandes leyendas de este juego. Kasparov, que anunció allí su retiro de la práctica profesional en 2005, fue el más ganador con nueve conquistas. Ahora, el pequeño Fausti, Chessi o Messi del Ajedrez, como la bautizó la prensa europea, intentará escribir un nuevo capítulo de su fabulosa historia.
“Fausti está feliz”, le dijo a Infobae Jorge Rosito, su entrenador y que acompaña al pequeño desde sus comienzos en el ajedrez, hace ya cuatro años. Y agregó: “Estuvo en Budapest en la olimpíada, donde se divirtió mucho y fue constantemente agasajado con la gente pidiéndole fotos y autógrafos. ¡Se la pasó jugando partidas blitz (a 3 minutos) con todos y les ganó a casi todos! Creo que hasta le empató un match al inglés Nigel Short, subcampeón del mundo, y especialista en blitz”.
-¿Y cómo lo ves para este torneo?
-Yo lo veo bárbaro porque él transmite eso. Su alegría permanente y siempre demandante pidiéndome más enseñanzas. Actúa y se comporta como un profesional, nunca parece que estuvieras en clase con un nene de 10 años.
En el arranque de la competencia, con doble jornada, con partidas por la mañana y la tarde de España, el prodigio argentino consiguió ganar sus dos encuentros. En la 1ª rueda venció con negras (gambito de dama en 19 jugadas) al local Germán Maldonado Mena, y por la tarde, con blancas (defensa Siciliana, en 44 movimientos) al maestro FIDE venezolano Samid Eduardo Scalona Landi.
De esta manera, Faustino Oro (preclasificado N°14) es uno de los catorce punteros con dos unidades. Este jueves, en la 3ª rueda, llevará las piezas negras ante el fuerte maestro internacional español, Paolo Ladrón de Guevara.
Otros choques de punteros los sostendrán Paco Vallejo (España) vs Félix Ynojosa (Venezuela), Gianmarco Leiva (Perú) vs Pablo Salinas (Chile) y Diego Flores Quillas (Perú) vs Martín Horcajuelo (España), entre otros. Entre los fuertes grandes maestros escoltas, con 1,5 punto se destacan el argentino Alan Pichot (juega bajo bandera española), el venezolano Eduardo Iturrizaga (mismo caso que Pichot), el uruguayo Andrés Rodríguez, el cubano Ernesto Quesada, y el ecuatoriano Carlos Matamoros.
El certamen que se lleva a cabo por sistema suizo -se enfrentarán en cada jornada jugadores con igual o similar puntaje- a 9 ruedas, con un ritmo de competencia de 90 minutos más un adicional de 30 segundos desde la jugada inicial para toda la partida, reunió a un 80% de jugadores titulados entre sus participantes; sobresaliendo la categoría de gran maestro, con 13 jugadores, y de maestros internacionales, con 29. Uno de ellos es el niño Faustino Oro, que para alcanzar la categoría de gran maestro deberá realizar tres normas (performances) en diferentes competencias. El Iberoamericano le brinda esa posibilidad, pero todo dependerá de la fuerza de juego de sus rivales. Es decir, no sólo debe ganar las partidas sino, además, frente a jugadores con más fuerza de juego o ranking que la de él.
Consultado sobre la preparación para el torneo y sobre las posibilidades de que Faustino logre la performance soñada, el entrenador Jorge Rosito explicó: “El trabajo de entrenamiento no se modificó; yo me sigo ocupando de sus partidas cuando juega con blancas y Mario Villanueva lo prepara para jugar con negras. Hoy estuvimos casi una hora y media analizando al rival de la segunda rueda y por suerte salió todo bien. En un momento se le complicó la partida, pero no deja de asombrarme cómo encuentra los recursos para zafar de posiciones difíciles y las termina ganando. ¿Si puede hacer una norma de gran maestro? Las posibilidades están. Lo tiene todo. Pero es un torneo duro y, a diferencia de otros, los cerrados, donde ya sabés con quién vas a jugar y cuántos puntos tenés que alcanzar, acá, por ser un torneo abierto, todo depende del fixture y de los rivales que te toquen. Él está confiado y yo también. Objetivamente puede hacer su primera norma, para mí Fausti ya tiene la fuerza de juego de un gran maestro, pero ya se sabe, el ajedrez es difícil y este tipo de competencias también lo son”.
El X Torneo Iberoamericano es uno de los grandes certámenes del calendario del ajedrez. Hace 20 años -tras la olimpíada en Calviá (Mallorca) 2004- Javier Ochoa de Echagüen, presidente de la Federación Española, junto a sus pares de 20 federaciones de América (entre ellas Argentina), más Portugal y Andorra fundaron la Federación Iberoamericana de Ajedrez (FIBDA). La primera competencia oficiosa -aún la flamante federación no tenía el aval de FIDE- fue ganada por el argentino Rubén Felgaer. Recién a partir de 2006, la competencia tuvo carácter oficial. Desde entonces se disputaron nueve torneos que fueron ganados por el cubano Lázaro Bruzón (en dos ocasiones), los peruanos Julio Granda y Jorge Cori, el brasileño Gilberto Milos, el español Iván Salgado, el paraguayo Axel Bachmann y el argentino Sandro Mareco. La última edición el triunfador fue el chileno Cristóbal Henriquez.
Alta Andalucía, a los pies de Sierra Morena, rodeada por Bailén, Úbeda y Baeza, se encuentra Linares; sitio emblemático del ajedrez. Allí, Faustino Oro está escribiendo una nueva historia.