Tras el anuncio de Larreta, el Gobierno ratifica que en las elecciones se disputarán los liderazgos de Macri y Cristina Kirchner
El anuncio del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, de cambiar el sistema de votación en la elección de la Ciudad de Buenos Aires sacudió al PRO y a Juntos por el Cambio, pero también revotó en el gobierno nacional, donde consideran que lo que existe “es una pelea de poder de la oposición”.
El mandatario porteño anunció ayer las elecciones concurrentes en CABA. Se votará el mismo día que las elecciones nacionales, pero con boletas separadas. En el cuarto oscuro se votarán los candidatos nacionales con la boleta tradicional de papel y los cargos porteños con la boleta única electrónica. Así correspondió un pedido de Martín Lousteau, aspirante a sucederlo al frente de la sede de Uspallata y líder de peso en la UCR.
En la Casa Rosada sostienen que el movimiento político de Rodríguez Larreta reafirma la idea de que la mejor herramienta para dirimir las diferencias internas son las PASO y cristaliza la disputa en la conducción política de los dos frentes electorales más grandes del país, como son el Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
“Los liderazgos de Macri y CFK hoy se están disputando desde lo político, más allá de la conformación electoral”, advirtieron en Balcarce 50, donde ya hace unas largas semanas mantienen firme la postura de que el peronismo no kirchnerista y el kirchnerismo deben debatir el poder, el rumbo del movimiento político y los futuros liderazgos en las elecciones primarias.
¿Por qué creen que se disputan esos liderazgos? “En el caso de CFK porque no logra imponer una agenda única y su influencia, aún mayoritaria, está debilitada. En el caso de Macri porque cambió la candidatura autoconstruida por tener mayor influencia en su espacio político. Y lo hizo porque no tenía la certeza de una victoria”, analizó un importante funcionario nacional.
En el Gobierno creen que la disputa interna que tendrá el peronismo, que también se dará sobre el liderazgo de la Vicepresidenta, “involucra el rumbo de la coalición y el armado territorial” en el presente y en el futuro. Es decir, cómo sigue el peronismo de ahora en adelante después de la experiencia de esta gestión y el resultado que pueda lograr en las elecciones.
“No nos impacta en nuestra estrategia electoral, pero si muestra que las diferencias entre ellos existían y ahora explotaron. No solo nosotros tenemos problemas”, indicaron en el kirchnerismo en las horas posteriores al anuncio de Rodríguez Larreta y la desaprobación de Mauricio Macri, María Eugenia Vidal y Patricia Bullrich a la jugada política.
Un ministro que siguió el desarrollo de la agenda política durante el día terminó la jornada con una pequeña ironía. “Esperemos que nadie arruine este pequeño buen momento que estamos viviendo. Somos capaces de tapar el lío que tienen con alguna noticia nuestra”, aseguró, con cierta resignación y cansancio después de tres años donde el gobierno nacional se ha construido, muchas veces, sus propios problemas.
Con la interna al rojo vivo en el PRO y el radicalismo y la Coalición Cívica jugando un rol importante en la disputa porteña, en el Gobierno sostienen que el conflicto de Juntos por el Cambio expone que la coalición opositora “no es una tromba que se lleva todo puesto” y que “tienen sus problemas sin resolver”.
Una mirada más contemplativa dentro de Balcarce 50 advierte que la decisión de Rodríguez Larreta apresura las definiciones en la oposición, empieza a ordenar, conflicto de por medio, la estructura electoral de Juntos por el Cambio y deja a la luz la discusión sobre la influencia del liderazgo de Mauricio Macri.
Esa situación es completamente distinta a la que tiene lugar en el Frente de Todos, donde el nivel de incertidumbre impide avanzar en la construcción de las candidaturas y en el armado territorial, cuando faltan poco más de dos meses para el cierre de listas.
Uno de los más afectados por esa falta de definiciones es Daniel Scioli, el único precandidato presidencial firme que se mueve en clave de campaña pero que no puede solidificar su candidatura frente a la indefinición de Alberto Fernández, Cristina Kirchner y Sergio Massa. No hay rumbo y no hay claridad, y eso impacta con fuerza en el peronismo.
La falta de definiciones confunde a la dirigencia, que elucubra con diferentes hipótesis para afrontar el proceso electoral. Ayer el kirchnerismo dio detalles de la marcha que realizará el próximo jueves a los tribunales “para romper la proscripción de Cristina Kirchner” y mantuvo a flote el operativo clamor para que la Vicepresidenta sea candidata a presidenta.
“Hay que dar la batalla en la calle, en los sindicatos, en las agrupaciones. Reventemos los Tribunales y generemos una conciencia popular que los arrincone”, aseguró el legislador Leopoldo Moreau durante una conferencia de prensa que se realizó en la sede de Smata y en la que se apuntó con mucha dureza contra la Corte Suprema de Justicia.
El intendente de Ensenada, Mario Secco, aseguró que la marcha “es una movida contra la mafia judicial” y sostuvo que “hay un clamor que no se puede esconder porque la gente en la calle nos pregunta qué vamos a hacer por Cristina”. “La única garantía es Cristina presidenta”, afirmó.
El kirchnerismo marchará a los tribunales de la calle Talcahuano el jueves, a las 16, en lo que esperan que sea “una movilización histórica”, similar a la que tuvo lugar 7 años atrás cuando CFK fue llamada a declaración indagatoria por el juez Claudio Bonadio en la causa Dólar futuro, y la militancia marchó bajo la lluvia a los tribunales federales de Comodoro Py.
En paralelo, otro sector del ala K avanza con la idea de concretar las PASO y fomentar la competencia interna, en la que la Vicepresidenta no está inscripta. Las dos caras visibles de esa postura son Máximo Kirchner y Eduardo “Wado” de Pedro, quienes recogieron el guante y aceptaron el desafío de Alberto Fernández para medir fuerzas en las elecciones primarias.
Al día de hoy no hay una estrategia electoral clara en el mundo K. Tampoco en el peronismo del interior que está alejado del kirchnerismo. Esa incertidumbre impacta de lleno en el ordenamiento político del gobierno nacional.
“Esta vez se va a definir en una urna lo que antes se definía en una mesa. Ese es un triunfo de Alberto. La decisión vuelve a su lugar de origen”, indicaron en el entorno del Presidente, donde consideran que forzaron a La Cámpora y el cristinismo a discutir candidaturas y liderazgos con los votos arriba de la mesa.
En el Gobierno aseguran que una situación similar se va a dar en Juntos por el Cambio, donde “hay un retador que, sin otra opción, va a jugar contra el esquema de un líder debilitado”. Es decir, Horacio Rodríguez Larreta frente a Mauricio Macri. Similitudes y diferencias que ven en las arterias peronistas después del estallido en la vida interna del PRO.
Seguir leyendo:
Desconcierto en el kirchnerismo por el rol que jugará Cristina Kirchner en las PASO