Monchi se marcha del Sevilla: una segunda salida tensa y agridulce
Se acabó. La segunda etapa de Monchi como director deportivo del Sevilla llega a su fin. El León de San Fernando pasará de rugir en Sevilla a hacerlo en Birmingham, donde ya le espera nuevo equipo, el Aston Villa. El viaje de Monchi con destino Inglaterra deja en las arcas sevillistas un total de 3,1 millones de euros. La entidad inglesa abona la cláusula de rescisión de 2,5 millones de euros, mientras que los 600.000 euros restantes los abonará Monchi de su bolsillo en concepto de penalización, ya que en su contrato marcaba que debía comunicar su marcha con tres meses de antelación.
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Así, entre cláusulas y vericuetos legales, el Sevilla y Monchi firman un segundo divorcio marcado por las tensiones entre ambas partes. El arquitecto del mejor Sevilla de la historia se va por la puerta de atrás después de un vodevil de reuniones y apariciones públicas a medias tintas. Las diferencias con José Castro, presidente sevillista, pero especialmente con José María del Nido Jr, vicepresidente han sido irreconciliables.
Reencuentro con viejos amigos
El viaje hasta Birmingham lo iniciará solo, pero estará bien acompañado a su llegada al Villa Park. Allí se reencontrará con un viejo amigo, Unai Emery, y con uno de los jugadores que más se revalorizó durante su estancia en Sevilla, Diego Carlos. “Estoy encantado y deseando volver a trabajar con Emery. Espero seguir construyendo sobre los éxitos del club y asegurarme de que este colosal equipo siga creciendo”, asegura Monchi.
El técnico vasco le espera con un equipo cuyo proyecto acaba de despegar. Clasificados para competición europea por primera vez en más de una década, buscan asentarse en la zona noble del campeonato más competitivo del viejo continente. “Estoy muy emocionado por unirme a este gran proyecto. Busca la excelencia hasta el nivel más alto”, afirma Monchi en el comunicado publicado por el Aston Villa.
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Se marcha tras remontar el vuelo
La temporada ya empezó torcida para Monchi. La mala planificación deportiva debido a los ajustes económicos del club mermó la confianza de la directiva. El despido de Lopetegui, contra la voluntad del directivo, fue el principio del fin. En ese momento, su relación con José Castro sufrió grietas irreparables. Para colmo, la situación deportiva no ayudaba: el equipo coqueteaba con los puestos de abajo y durante varios meses el objetivo del Sevilla fue evitar el descenso. Para conseguirlo llegó Mendilibar, experto en lidiar con ese tipo de situaciones.
El técnico vasco dio un giro radical a unos futbolistas que pasaron de pelear por los últimos puestos de LaLiga a conquistar la Europa League, séptima del club, superando a la Roma de Mourinho en la final. El destino quiso que el último partido europeo de Monchi como director sevillista fuera ante su exequipo, donde pasó dos temporadas (2017/2018 y 2018/2019). Aquella salida de Nervión hace seis años fue bien distinta a la actual. Se marchó aclamado y volvió como el hijo pródigo. Ahora, tras un final incómodo y agridulce, Monchi se vuelve a despedir de su casa. El León de San Fernando se va dejando la vitrina del Sánchez-Pizjuán con 11 trofeos.
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