Los equipos de Rodríguez Larreta y Bullrich analizan si Massa candidato los obliga a cambiar de estrategia electoral
La sorpresiva irrupción de Sergio Massa como precandidato presidencial de Unión por la Patria no alterará, en principio, la estrategia de campaña diseñada por Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, aunque sus operadores coinciden en que era más sencillo competir contra un postulante claramente identificado con el kirchnerismo y La Cámpora como Eduardo “Wado” de Pedro.
En el bullrichismo mantienen el optimismo por el resultado en las PASO del 13 de agosto, incluso potenciado por la candidatura del ministro de Economía: “Nosotros estamos en las antípodas de Massa. No compartimos nada y nunca fuimos amigos. Por eso nos beneficia”, dicen con malicia en el entorno de la jefa del PRO en uso de licencia, tratando de erosionar a su rival interno.
Tanto Rodríguez Larreta como Gerardo Morales, flamantes compañeros de fórmula presidencial, nunca ocultaron que mantuvieron una relación de amistad con Massa, aunque ambos aseguran que hace mucho que no lo ven y que no le perdonan el “pecado” de seguir siendo parte del kirchnerismo.
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En ese sentido, el equipo de Bullrich cree que ahora su candidata tendrá “más libertad” que su adversario para criticar al postulante de Unión por la Patria y que el nuevo escenario “reafirma nuestra estrategia porque Massa y Larreta se parecen mucho y comparten el mismo electorado”.
“Los asesores de Horacio decían todo el tiempo que, con Wado de Pedro como candidato del oficialismo, los votos de Massa iban a ir hacia él. Si fuera así, ahora Patricia salió favorecida”, agregan los bullrichistas, que anoche suspendieron las negociaciones por las listas de candidatos y las seguirán esta mañana. Tiene tiempo hasta la medianoche de este sábado para inscribir a sus postulantes.
Uno de los operadores de Bullrich tiene una interpretación nada benévola sobre el gesto de Cristina Kirchner de no ubicar en la fórmula presidencial a ningún referente de su propio sector: “No es generosidad, sino una forma de tomar distancia de la derrota electoral que tendrá el oficialismo -deslizan-. Así como Cristina dice que el gobierno de Alberto Fernández no es el de ella, dirá que no perdió las elecciones porque compitieron Massa y (Agustín) Rossi, un hombre del Presidente”.
En el equipo de campaña de Rodríguez Larreta también desestiman un viraje en la estrategia electoral a partir de la candidatura confirmada de Massa. “Ningún cambio, seguimos igual”, afirman. ¿Aunque el ministro de Economía y el jefe de Gobierno apunten a conquistar al mismo electorado de centro? “Claro -responde sin dudar un asesor estrella del larretismo-. Nuestro candidato, y el proyecto en general, es el que tiene más y mejores herramientas para llegar a esa porción del electorado”.
Aun así, otro operador del alcalde porteño admite que una candidatura kirchnerista radicalizada iba a favorecer más en las urnas tanto a Larreta como a Bullrich y que ahora, a partir de la llegada de Massa, “la disputa principal en las elecciones se dará en la franja del voto independiente y de centro”.
La misma fuente asegura que tienen encuestas con Massa como candidato oficialista y que Rodríguez Larreta le gana en todos los escenarios medidos. Incluso, está convencido de que el hecho de que Unión por la Patria ya no tendrá PASO para decidir su postulante a la Presidencia hará que gran parte de su electorado “pierda el incentivo para ir a votar” que se establece por la competencia interna. Para este operador de Larreta, los massistas “quieren que Bullrich gane las PASO” porque “tienen medido que así le resultaría más fácil al oficialismo ganar las elecciones generales”.
De todas formas, los larretistas reconocen que Massa es “un jugador de mayor peso político” que “Wado” de Pedro o Daniel Scioli y que deberán hacer una “sintonía fina” de la campaña para no ceder terreno ante el candidato de Unión por la Patria. “Nos ayuda que sea el ministro de Economía que llevó la inflación anual a tres dígitos y que no puede controlar los precios ni el dólar”, puntualizan.
Para los allegados al jefe de Gobierno, una candidatura más competitiva como la de Massa debería preocupar a Mauricio Macri, que, según advierten, “no apuesta a la unidad de Juntos por el Cambio sino a estimular las diferencias internas”. “¿Mauricio se dará cuenta de que, ahora más que nunca, la unidad opositora es la que podría garantizar una victoria en las elecciones?”, se preguntan, sobre todo con la mirada puesta en la provincia de Buenos Aires, donde se teme que haya un clima bélico porque Bullrich y Larreta competirán con candidatos propios en cada uno de los 135 municipios y esa división, estiman, terminará siendo “funcional al proyecto de reelección” del gobernador Axel Kicillof. En la provincia no hay ballotage y las elecciones pueden ganarse por apenas un voto.
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