Qué fue de Javi Moreno, de hacer soñar al Alavés con la UEFA a fichar por el Milan y ascender con el Tarazona: “Lo vivido allí es casi tan grande como la final europea”
Andriy Shevchenko, Gabriel Batistuta, Andy Cole, Rivaldo, Raúl González Blanco… y Javi Moreno. El delantero formado en las categorías inferiores del FC Barcelona se hizo un hueco entre los mejores atacantes de Europa durante principios del siglo XXI. Sus 22 goles ligueros en la campaña 2000/2001 con el Alavés así lo atestiguan. Se quedó a un sólo tanto de igualar con todos los futbolistas mencionados anteriormente, excepto con Raúl, que marcó dos dianas más. Internacional absoluto con Camacho, su olfato goleador no pasó desapercibido para el Milan de Silvio Berlusconi. Después llegaron el Atlético de Madrid, Zaragoza y Córdoba.
El Búfalo, como le apodó el director deportivo del Alavés, Juan Carlos Rodríguez, por su particular forma de correr, atiende a Infobae España relajado, pero pegado al teléfono móvil pues acaba de asumir el cargo del Numancia y se encuentra inmerso en la planificación de la siguiente temporada. “El objetivo es ascender”, repite al otro lado de la llamada.
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En Soria ya saben de lo que es capaz de hacer, allí recaló en sus inicios como futbolista profesional y anotó 18 goles fundamentales para conseguir el ascenso. El entrenador de aquel equipo, Miguel Ángel Lotina, no sabía ni su nombre cuando llegó, le llamaba Dani Moreno, comenta entre risas, sin embargo, su gran desempeño hizo que el técnico no olvidase su nombre. Ahora, más de dos décadas después de aquel ascenso, Javi Moreno vuelve al lugar donde tan feliz fue, pero esta vez ha cambiado las botas de tacos por el traje y chándal.
Clave para alcanzar la final de la UEFA
En el Numancia estuvo cedido durante una temporada por el Deportivo Alavés, club al que volvió la temporada siguiente ya curtido como delantero. Javi Moreno califica su etapa de babazorro como “la mejor como futbolista, podría catalogarse así porque mis mayores logros los conseguí allí”. El delantero se refiere al subcampeonato europeo que logró el Alavés en 2001. El equipo vitoriano rozó la gloria en su primera participación en competición europea. “Nadie en el club pensaba que íbamos a llegar a una final de UEFA, pero fuimos pasando las eliminatorias y al final se nos presentó una oportunidad histórica”, cuenta Javi Moreno.
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El Alavés eliminó al Gaziantepspor turco y Lillestrom noruego en las dos primeras rondas para antes de acceder a dieciseisavos de final donde superaron al Rosenborg. En octavos le tocó uno de los ogros: el Inter de Milán. Los italianos no pudieron ganar a los vitorianos ninguno de los dos partidos. Empataron a tres en Mendizorrotza y sucumbieron 0-2 en el Meaza. “Aquella eliminatoria fue un punto de inflexión, nos dimos cuenta de que éramos capaces de ganar a cualquier equipo”, confiesa.
Dicho y hecho, tras los nerazzurri dejaron en la cuneta al Rayo Vallecano y Kaiserlautern, este último rival por un global de 9-1, antes de citarse en la final con el Liverpool de Fowler, Gerrard, Carragher, Hyypïa y Owen entre otros. “Fue todo muy emocionante. Recuerdo que los días previos fueron muy bonitos. La concentración, viaje, entrenamiento en el estadio… no pasaban las horas. Tuve la suerte de marcar dos goles nada más empezar la segunda parte”, recuerda emocionado.
De la crueldad ante el Liverpool… a fichar por el Milan
El partido se puso cuesta arriba en la primera mitad. Enfilaron el túnel de vestuarios en el descanso con 3-1 en el marcador y con Javi Moreno en el banquillo. Tan sólo necesitó cuatro minutos para anotar dos goles y empatar el choque en el inicio de la segunda parte. Fowler adelantó de nuevo al Liverpool, pero Cruyff forzó la prórroga a falta de dos minutos para el final. “Nunca he visto un partido tan loco”. Y el desenlace hizo justifica a la locura vista.
Con dos hombre más por las expulsiones de Magno y Karmona, el Liverpool encerró al Alavés en su área y cuando todo parecía abocado a los penaltis, Geli cabeceó a su portería un centro lateral… que no tenía rematador. “Si te fijas en la imagen, pese estar con dos futbolistas menos, no hay ningún delantero del Liverpool detrás de Geli para rematar y Herrera (portero) estaba detrás con los puños preparados para despejar. Fue mala suerte porque encima era gol de oro y el partido acabó ahí. Si hubiera quedado más tiempo, podríamos haber tenido alguna oportunidad y haber metido mano”, confiesa.
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Su histórica temporada despertó el interés de un club tan prestigioso como el Milan. “Conforme iba marcando goles se fueron interesando los equipos y la oferta del Milan era la mejor. Es un club grandioso. Cualquier cosas que necesites, la tienes.”, explica Javi Moreno. En la capital de Lombardía pasó de un vestuario que iba a entrenar vestidos de traje a otro que llegaba a la ciudad deportiva con traje de Armani con Shevchenko, Gattuso, Maldini, Pirlo, Inzagui, Rui Costa en el terreno de juego y Carlo Ancelotti en el banquillo. “Era una persona muy cercana, me llamó la atención cómo trataba a los futbolistas”.
Previamente a su desembarco en Milán, Javi Moreno recibió una llamada que todo jugador sueña recibir a lo largo de su carrera: la de la selección. Camacho convocó al delantero nacional y su compañero de equipo Téllez. “Creo que no había pasado nunca que dos jugadores del Alavés fueran simultáneamente a la selección, pero estuvimos ahí por méritos propios. Sí, me esperaba la llamada porque ya había sido internacional en las categorías inferiores y ese año estaba compitiendo muy bien”.
De al área rival, a la banda técnica
Una vez colgadas las botas en el Lucena tras haber pasado por clubes como Atlético de Madrid, Bolton, Zaragoza, donde ganó la Supercopa de España, Córdoba e Ibiza, se convirtió en entrenador. “Siempre me ha gustado ser técnico, pero cuando era futbolista sólo pensaba en jugar. Al final se han dado las circunstancias. Me gusta más entrenar que ser director deportivo o agente”.
Seguramente porque se desempeña muy bien desde el banquillo. En su primera experiencia dirigiendo un equipo desde el principio de temporada, el Tarazona, ha logrado un histórico ascenso a Primera RFEF. “Lo que he vivido en el Tarazona ha sido impagable e imborrable, no se me va olvidar en la vida. No es más grande que lo vivido en la final de la UEFA, pero el hecho de ser un equipo humilde cuyo objetivo era no descender y subir a Primera RFEF… es para disfrutarlo toda la vida”.
Tras tocar el cielo con el Tarazona, decidió marcharse. “El presidente me decía ‘quiero que tires para arriba’ y después de ascender y comer con la directiva, llegamos a esa conclusión. Quiero que se queden con el buen sabor de boca de la temporada”. Su siguiente destino es el Numancia, equipo que la temporada que viene competirá una división por debajo del Tarazona. “Entrenar una categoría por debajo no me hizo dudar de mis intenciones. Llegar a un club como el Numancia es un placer. Tuve la suerte de jugar allí y ascender a Primera División, fue mi casa. Cuando salió la opción de ir, ni me lo pensé. Sé que voy a un gran equipo y nuestro objetivo es ascender”, finaliza. Con la meta ya definida, Javi Moreno se embarca en una aventura donde tratará de tener el mismo éxito que como futbolista.
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