Santiago 2023: Argentina, país de deportes en equipo
El llamado Ciclo Panamericano, periodo de cuatro años que va de un juego al otro, permitía suponer que Santiago 2023 sería menos fructífero para la delegación argentina que Lima 2019. Especialmente en lo que se refiere a deportes individuales. Más allá de los diferentes atenuantes, que van desde el encierro en tiempos de Pandemia hasta un sistemático deterioro de la economía -incalculable el daño que la inflación y depreciación del peso provoca en lo que perciben como beca nuestros deportistas-, la evolución de los resultados en distintas competencias internacionales permitía suponer cierto nivel de deterioro.
Es aún prematuro para mirar el medallero como un hecho consumado. Pero se hace cada vez más elocuente que este es un tiempo especialmente positivo para nuestro deporte en disciplinas eminentemente grupales. Pasó en Tokio con las medallas de las Leonas, los Pumas 7 y el voleibol. Pasó con las recientes actuaciones en mundiales de fútbol, hockey sobre césped o rugby tanto de 15 como reducido. Como señal inequívoca del fenómeno, la mayoría de las buenas noticias que ya se produjeron en Santiago en disciplinas individuales llegaron de la mano del wakeboard y del raquetbol, disciplinas que no son olímpicas. Y en la última de ellas con tres de cuatro integrantes formados en Bolivia y naturalizados argentinos. Acaba de sumarse el tenis, cuyo método de autofinanciamiento profesional es bien conocido.
Con cinco medallas posibles, los equipos argentinos le han sacado provecho a una de los principales recursos de la organización panamericana para asegurarse presencias importantes: el tenis es uno de los 21 deportes que dan plazas olímpicas para París.
En este caso, el beneficio es para los dos finalistas en singles. Lo logró Lourdes Carle. Y Facundo Díaz Acosta aseguró que sean cuatro los casilleros argentinos en París. En su caso dependerá que no sean cuatro quienes ingresen a los Juegos por la clasificación mundial ya que no puede haber un país con más de esa cantidad de plazas.
Sólo como un síntoma de esta primera semana panamericana, que los deportes eminentemente individuales más destacados o no sean olímpicos o no dependan exclusivamente de los dineros públicos para su desarrollo debería merecer una evaluación profunda de parte de quienes deciden desde fuera de las canchas.
