Del golpe con Arabia Saudita a la infartante gesta ante Francia: el camino al título de Argentina en el Mundial que coronó a Messi
Hoy, 18 de diciembre, hace 365 días, millones de argentinos salieron a las calles del país para celebrar una gesta histórica. La selección argentina conquistó la tercera estrella luego de vencer a Francia en una final que será recordada por siempre y que para muchos es la mejor de todos los tiempos.
El camino de Argentina atravesó momentos mágicos de juego, también hubo sufrimiento, pero todo comenzó con una derrota que sorprendió al mundo. El conjunto de Lionel Messi jugó los siete partidos del Mundial de Qatar. Las páginas del libro de la Selección campeona del mundo dirá que el combinado nacional terminó su paso por Medio Oriente con una derrota, la primera, y luego todas fueron alegrías. Inclusive el drama de ir a la definición por penales contra los Países Bajos y en la victoria ante los franceses.
Del 22 de noviembre al 18 de diciembre. De una caída dolorosa a un triunfo imborrable. De la frustración a la alegría eterna. A continuación, el paso a paso de Argentina campeón.
Parada 1 | Arabia Saudita: una impensada derrota que rompió un histórico invicto
La selección argentina llegaba como una de las candidatas al título. Tras ganar la Copa América 2021 luego de vencer a la Brasil de Neymar en el mítico Maracaná, la goleada en Wembley contra Italia (3-0) en la Finalissima puso a la Argentina en los ojos de todos. Es más, el combinado de Scaloni llegó con un invicto de 36 partidos sin perder, la racha más larga de su historia.
El duelo comenzó en favor de la Selección con el gol de Messi en el inicio, de penal, pero en el segundo tiempo, en cinco minutos (48′ y 53′), el estadio Lusail sufrió el impacto con la victoria de Arabia Saudita 2-1. Pero el capitán hizo un pedido que luego quedaría marcado por el desenlace de la historia. “A la gente le digo que confíe, que este grupo no los va dejar tirados”.
Parada 2 | México: el zurdazo que destrabó algo más grande que el cerrojo azteca
Minuto 63. Ángel Di María habilitó a Messi. El número 10 paró el balón y metió un disparo rasante que se clavó en el ángulo inferior del arquero. El capitán gritó como pocas veces un tanto que, en ese presente, significó el resurgir de un equipo que veía complicado su futuro.
Acto seguido, en el epílogo, Enzo Fernández le puso el moño al partido con un derechazo inapelable que le dio la victoria por 2-0 a un equipo que supo sobreponerse a la adversidad. “Hoy había que ganar y lo pudimos hacer. Se viene otra final el miércoles y tenemos que seguir peleando todos juntos… Vamos Argentina!!!”, escribió Leo en sus redes. Y claro, se venía Polonia para sellar la clasificación a la próxima ronda.
Parada 3 | Polonia: el duelo entre Messi y Lewandowski tuvo un único dueño
Liberado con la primera victoria en la Copa del Mundo, el equipo de Scaloni fue superior a su par europeo. Ya con Alexis Mac Allister, Enzo y De Paul como los volantes, el ex Boca abrió el marcador y una combinación de ex River entre Fernández y Julián terminó con el tanto de Álvarez puso cifras definitivas en el resultado. Fue 2-0, triunfo y clasificación en el primer puesto del Grupo C para la Albiceleste.
Párrafo aparte para lo que fue el mano a mano entre el capitán argentino y el goleador polaco. “Me enseñaron que lo que se dice en la cancha, queda en la cancha”, confesó Leo sobre el diálogo tras el final del juego en el estadio 974, el de los containers. ¿Qué pasó? Segunda victoria de Argentina y la ilusión estaba más viva que nunca.
Parada 4 | Australia: el día que aprendimos a sufrir y apareció nuestro héroe Dibu
Muchos dicen que el segundo tiempo de Messi en aquel encuentro contra los canguros fue una obra de arte digna de presenciar. Sobre todos aquellos que estuvieron en una butaca (o similar) en el recinto Ahmad bin Ali. Otra conquista del capitán tras esa fortuita asistencia de Nico Otamendi, y el efecto presión entre el motor De Paul y Julián le dieron doble ventaja al seleccionado. Hasta que llegó el descuento y las nubes se posaron encima del equipo.
Corrían los instantes finales del juego cuando un joven Garang Kuol dejó atrás a Nico Tagliafico y quedó frente a frente con Dibu Martínez. Allí fue cuando toda la inmensidad del arquero del Aston Villa apareció en su esplendor para salvar a la Selección y darle el boleto a cuartos de final de la Copa del Mundo. La primera aparición heroica del 23 celeste y blanco.
Parada 5 | Países Bajos: la batalla del Lusail que dejó la frase del Mundial
Ese 9 de diciembre quedará en la memoria de todos los futboleros. De todos los argentinos. La Albiceleste se puso en ventaja con el gol de Molina después de esa asistencia de Messi que él sólo pudo ver. Cuando faltaban menos de 20 minutos para el final, el capitán amplió la ventaja y, en el festejo, activó el modo Topo Gigio para todo el banco neerlandés. Pero la historia no se terminó tan rápido.
El gigante Wout Weghorst ingresó para romper todos los esquemas. Después del descuento (83′), una jugada preparada made in Louis van Gaal puso el 2-2 cuando el tiempo de juego marcaba más de 90 minutos. Al suplementario. A sufrir. La Selección, a pesar del golpe casi de nocaut, se sobrepuso y mereció ganarlo antes de llegar a los penales. En la definición, el héroe volvió a ser Dibu, que bailó para los miles de argentinos en el Lusail.
Ese momento, como los gritos de los jugadores celestes y blanco en la cara de los de Países Bajos para celebrar la clasificación a semifinales y el “Andá pallá bobo”, de Messi a Weghorst durante una entrevista con Gastón Edul son parte del duelo titulado “La batalla del Lusail”, un partido mítico en la historia de las Copas del Mundo.
Parada 6 | Croacia: un recital de la Selección de la mano del 10 y la consagración de Julián
¿Alguien podría pensar que tras el infartante cruce de cuartos, el duelo de semifinales se iba a ganar por goleada? La Scaloneta lo hizo. En una ráfaga de cinco minutos, primero Messi puso en ventaja a Argentina, otra vez de penal. Luego, una corrida de 50 metros desde la mitad del campo de juego terminó con la celebración de Julián Álvarez para el 2-0.
Ya en el segundo tiempo, el astro rosarino se puso la capa y mostró por qué es el mejor de todos los tiempos. Dejó clavado a Gvardiol -considerado uno de los defensores top de la Copa del Mundo- y tras un regate fantástico asistió a La Araña, que anotó una vez más para el delirio del público en Doha. Fiesta, goles y una victoria más para quedar a un paso de la gloria.
Parada final | Francia: el partido más emocionante en la historia de los Mundiales y la tercera estrella
Sobran las palabras para hablar de aquel 18 de diciembre. O no tanto, mejor dicho. Porque el cambio brusco que tuvo el desenlace de la final entre Argentina y Francia es digno de una película taquillera del cine en Hollywood. La historia dirá que los primeros 80 minutos fueron una demostración de superioridad pocas veces vista en una definición de este tipo.
El conjunto de Scaloni barrió de la cancha a los que llegaban como vigentes campeones del mundo. Otro tiro desde los 12 pasos de Messi puso al frente al seleccionado, y antes del adiós de la primera etapa, entre varios se confeccionó una obra maestra del fútbol que tuvo la pincelada final de Di María por izquierda, el lugar que eligió Scaloni para romper la matrix de los franceses.
Todo iba sobre rieles para la Selección. Hasta que el reloj llegó al fatídico minuto 80. Penal para los galos que Mbappé canjeó por gol y, 60 segundos más tarde, una definición genial del 10 de Francia puso un empate impensado. Inesperado. Ya en el suplementario, Messi aprovechó un rebote para anotar su séptima conquista. El 3-2 parecía que era decisivo en favor de los albicelestes, hasta que un disparo de la figura del PSG impactó en el brazo de Gonzalo Montiel. Penal, gol y otra vez la igualdad en el marcador. Ya en el epílogo, Dibu le tapó a Kolo Muani una acción que pudo haber decretado una remontada histórica para los europeos. Pero en los libros quedará guardada como la mejor atajada en un Mundial.
En los penales, Martínez se hizo tan gigante que pareció imbatible. Contuvo el disparo de Coman y obligó a Tchouaméni a desviar el remate. Messi, un pase a la red; Dybala, seguro al medio; Paredes, efectivo, y la postal de Montiel cruzando el tiro para ganar la tercera es parte de un recorrido que cumple un año. El resto, con los millones de argentinos en la calle celebrando la conquista, está en la memoria colectiva del mundo.