Los trabajadores de la empresa de explosivos FANAZUL se movilizarán mañana contra una interrupción de la producción
Los trabajadores de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos (FANAZUL) ubicada en la ciudad de Azul se movilizarán este martes a las 10.30 para manifestarse ante el que consideran como un plan de “despidos encubiertos” y que compromete el futuro de la empresa. Hace pocos días se dispuso un esquema de retiros voluntarios y jubilaciones anticipadas para los empleados de la fábrica que había reabierto sus puertas en junio de 2023 y que depende de Fabricaciones Militares. Ante la situación, la delegación local de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) se mantiene el estado de alerta y movilización.
El delegado de esa entidad gremial, Eduardo Bercovich, le contó a Infobae que “vino el director de Fabricaciones Militares, Hugo Pascarelli, hace unos 15 días para informarnos de que su intención era optimizar la fábrica”. Pero a las pocas horas recibieron un correo electrónico del jefe de producción, Carlos Ruffini, en el que se les informaba que debían “paralizar la producción”.
“El argumento fue que el contrato que tenía la empresa con la compañia peruana Exca-Orica se había caído”, asegura Bercovich. Según los trabajadores, esa información no es cierta. El contrato con los peruanos se firmó por 5 años y sigue vigente. Mediante el mismo FANAZUL realizó en septiembre la primera exportación a Perú de un cargamento de 21,6 toneladas de Mastermix, un explosivo que se utiliza para la actividad minera.
Además de ese explosivo, en FANAZUL se rellenan municiones y proyectiles para las Fuerzas Armadas y se procede a la destrucción de los chalecos antibalas a los que se le saca el kevlar que contienen, para que el resto de la tela con la que están hechos pueda reutilizarse.
“Parece que estuviéramos en un deja vu de lo que pasó en la época de Macri, que decidió cerrarla en 2017″, le dijo uno de los empleados de la firma, que prefirió reservar su identidad, a este medio. El viernes hubo una nueva reunión de los empleados con Pascarelli, en la que el funcionario les comunicó que la interrupción de la producción no se trataba de “una parada técnica, sino de que había mucho stock”.
La planta que cuenta actualmente con 123 trabajadores se reabrió el 9 de junio del año pasado durante la gestión de Alberto Fernández que destinó USD 6,5 millones para adquirir compresores de aire, grupos electrógenos de última generación, autoelevadores, tanques para recepción de ácidos, herramientas mecanizadas, materiales para el combate de incendios y sistemas de refrigeración de amoníaco. Esa inversión permitió recuperar un cuarto de la producción.
Los trabajadores remarcan que la capacitación de los especialistas en explosivos demanda aproximadamente 1.000 horas de trabajo y que si hay despidos o retiros de gente con mucha experiencia la posibilidad de reactivarla después sería muy compleja.
Agustín Rossi, ex jefe de Gabinete y con un paso también por el ministerio de Defensa durante el gobierno del Frente de Todos devenido luego en Unión por la Patria, le dijo a Infobae que “en su momento la reapertura se hizo para fortalecer a la defensa nacional. Es una fábrica de explosivos y habíamos armado una cadena de negocios con otros países para abastecerlos, como también hicimos con la de Villa María. Sería muy malo su cierre porque afectaría a toda la ciudad, que en gran parte depende de esta empresa por todo lo que genera”.
FANAZUL también cuenta con potencial para elaborar TNT, siendo la única fábrica de este tipo en Latinomérica. Antes de su cierre en la administración de Macri, contaba con cinco plantas productivas en funcionamiento y ofrecía servicios de destrucción de materiales explosivos para la industria petrolera, el Poder Judicial y el Ministerio de Defensa. Pero gradualmente se redujeron sus actividades, hasta su cierre definitivo el 28 de diciembre de 2017.
Bercovich también resalta el impacto que traería aparejado el cierre para la ciudad. “Hace poco cerró un frigorífico que tenía 150 empleados. Si a eso se le suman varios negocios que bajan la persiana porque no pueden afrontar la recesión y los altos costos de alquiler y de impuestos, el panorama es bastante negativo. Además de dejar a la gente sin trabajo, cerrar esta fábrica sería un golpe letal para Azul”, expresó.
Actualmente hay un proyecto que elaboraron y firmaron los 18 integrantes del Concejo Deliberante de la ciudad bonaerense, que está integrado por 7 integrantes de Unión por la Patria, 4 vecinalistas, 3 de la Unión Cívica Radical, 3 de La Libertad Avanza y uno de un bloque independiente, para que FANAZUL continúe con su funcionamiento normal.
En las elecciones de octubre en Azul, una ciudad de aproximadamente 70 mil habitantes ubicada unos 300 kilómetros al sudoeste de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ganó como intendente un peronista, Nelson Sombra, pero en el balotaje de noviembre Javier Milei se impuso con comodidad, con el 57,7% de los votos.