El Senado retoma la discusión del proyecto que impone penas de hasta 10 años por entregar niños
La comisión de Justicia y Asuntos Penales del Senado, que comanda el legislador libertario Juan Carlos Pagotto, retomará este miércoles la discusión de un proyecto, en medio de la actualidad del caso Loan -el menor que desapareció en Corrientes-, que impone “prisión de cuatro (4) a diez (10) años al que reciba y a quien entregue un niño o niña, haya mediado o no precio, promesa de retribución o cualquier otro tipo de contraprestación”.
Para la reunión de mañana se invitaron como disertantes al titular de la Cámara Federal de Casación Penal, Mariano Borinsky; a la Defensora Nacional de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes, Marisa Graham; y al Juez de la Cámara de Casación y Apelaciones en lo Penal, Penal Juvenil, Contravencional y de Faltas de la CABA (Sala III), Ignacio Mahiques, entre otros.
En realidad, esta iniciativa, empujada por la radical Carolina Losada, fue dictaminada y llevada al recinto el jueves de la semana pasada. Incluso, se aprobó en general. No obstante, un severo error de Pagotto sembró dudas sobre el tema y el texto fue devuelto a comisión para reiniciar su tratamiento.
Durante la sesión, la oposición observó que Pagotto anunció cambios en relación con lo que se había dictaminado. La primera en hacerlo fue la kirchnerista Juliana di Tullio, pese a que el Frente de Todos no estuvo en la comisión cuando se discutió el proyecto.
“Hacer modificaciones o dejarnos en nuestras bancas modificaciones sobre un dictamen previamente acordado para poder trabajar acá, me parece que no es la mejor manera de trabajar”, señaló la senadora por Buenos Aires.
¿Qué había planteado Pagotto minutos antes del embrollo? Que se buscaba eximir “a los padres, siempre y cuando eso no constituya una actividad habitual”. En esa línea, detalló: “Nos encontramos con un problema que es el análisis de la realidad. Hay familias enteras que tienen 8 o 9 hijos y alguna vez han dado, como se dice, algún chico. Y si nosotros los sancionamos, dejamos a todo el resto de la familia sin protección”.
Por su parte, y según consta en la versión taquigráfica, Guadalupe Tagliaferri (Pro) advirtió: “Si bien yo acompañé el proyecto inicial y acompañé el dictamen, lo que no puede suceder –y entiendo la buena voluntad que pueda tener o no el senador miembro informante–, lo que no sucede y no corresponde es que el senador decida modificarlo, traerlo acá a los senadores –incluso a los senadores que somos firmantes del proyecto–, y que no sepamos qué es lo que estamos debatiendo porque no lo puedo ni defender”.
“Usted imagínese, en este desorden, tratándose de un tema tan delicado como es la venta de niños y niñas, un juez yendo a ver cuál es el espíritu legislativo y va a lo que dice el miembro informante. Imagínese, ¿no? Imagínese. Este desorden no puede existir. No es aceptable”, lanzó Di Tullio al hacer uso, una vez más, de la palabra.
Tras la aprobación unánime de la iniciativa, se pasó al debate en particular. Allí, el peronista disidente Juan Carlos Romero expresó: “La cadena del delito comienza, justamente, en la familia. Y vaya a saber si el caso de Loan no comenzó ahí en esa familia tan grande y con tantas expresiones confusas. No recuerdo –hace mucho que no leo el Código Penal– que haya muchos casos de no punibilidad por las razones que aquí esgrimimos; y menos donde comienza la cadena del delito, que es la familia o los progenitores”.
Quien dio en la tecla -alejado de la pésima estrategia legislativa de semanas atrás con la ley Bases y el paquete fiscal- fue el santacruceño José María Carambia. “Como está redactado hoy, tal cual, en el ejemplo real, si hay un padre que vende al hijo independientemente de para qué –puede ser trata o puede ser tráfico o adopción– por una vez, es como decirle: ‘Ah, una vez podés; podés vender un hijo y está todo bien’. Eso es como está redactado hoy. Creo que, si la intención es buscar un paliativo, un atenuante, en el eventual caso, se tendría que redactar de otra forma. Como está redactado hoy es como que autorizamos una venta de un hijo. ¡Es una locura!”, apuntó.
Mientras mascullaba bronca, Losada enfatizó: “Si era tan importante la redacción y todo, ¿por qué no vinieron a la comisión? ¡¿Por qué no vinieron a la comisión?! O sea, ahora quieren volver todo atrás, quieren cambiar las cosas”. Y agregó: “Les recuerdo una cosa: el tema de los progenitores fue sacado del proyecto que ustedes firmaron, en su momento, cuando Alberto Fernández lo mandó. Entonces digo, para que seamos coherentes, ¿no?, para que seamos coherentes…Hace siete días hubo una comisión, no aparecieron. ¿Tenían otra cosa mejor que hacer? ¿Tenían otra cosa mejor que hacer que ponerse a legislar sobre un tema como éste? ¿O tienen algo que hacer ahora? ¿Están apurados por el partido (de la selección argentina de fútbol)? ¿Cuál es el problema?”.
Desde la jefatura del Frente de Todos, José Mayans, que había sido el primero en pedir una moción para revisar los próximos pasos a dar sobre el tema, explicó: “Que vaya a comisión, se hagan las correcciones al texto, vuelva al cuerpo, y es muy probable que lo votemos en una sola votación por unanimidad, porque vamos a estar todos de acuerdo en el proyecto. Es sencillo. Va a ser un mero trámite, pero como corresponde”. La votación se realizó -no fue unánime, ya que legisladores como Carlos Espínola no acompañaron- y el tema volvió a foja cero en la comisión, que escuchará a los expositores mañana.
Mientras los legisladores esperan finalizar esta semana e iniciar un receso “virtual” para la segunda quincena de julio, el miércoles se definirá si un plenario de las comisiones de Trabajo y Previsión Social; y de Presupuesto y Hacienda de la Cámara alta continúa el jueves con el debate sobre el proyecto que mejora las jubilaciones, que ya aprobó Diputados y la semana pasada no obtuvo los dos tercios para ser tratado sobre tablas en el recinto.