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Colapinto se emocionó por el impacto que tuvo en Argentina su arribo a la F1 y confesó el sueño que no pudo cumplir de niño

Franco Colapinto se convirtió en el piloto argentino número 25 que logró desembarcar en la Fórmula 1. Tuvieron que pasar más de dos décadas desde la última experiencia en manos de Gastón Mazzacane (2001) para volver a ver a un corredor de un país con una enorme tradición en el deporte motor. Es más, el corredor de la Academia Williams ni siquiera había nacido en esa época.

Ni hablar del impacto en la historia de la F1 que tuvo el nombre de Juan Manuel Fangio como máximo exponente y ganador de títulos a lo largo de los tiempos hasta que el alemán Michael Schumacher superó su marca de cinco campeonatos. Justamente, con esa premisa y la de la pasión que hay por el automovilismo en Argentina, fue que la llegada de Colapinto y su gran estreno en el Gran Premio de Italia provocó una revolución.

Durante la charla que impulsa la Fórmula 1 con los pilotos el día previo al comienzo de la actividad en las carreras fue que a Franco le preguntaron sobre la recepción que tuvo en su país tras terminar en el 12° puesto en el circuito de Monza. “¿Te sorprendiste?”, le consultó el hombre a cargo del micrófono de la categoría. “Pasaron 23 años de la última vez de un piloto argentino en la Fórmula 1. Había tanta necesidad del país. Ellos aman el deporte. Había mucha necesidad de volver a tener un piloto en la Fórmula 1 de nuevo en la grilla. Son muy, muy fanáticos del deporte motor”, fue lo primero que analizó el oriundo de Pilar.

A continuación, Colapinto rememoró sus épocas de pequeño cuando vivía en su país y no tuvo la chance de seguir por la TV las transmisiones de la F1 con un argentino en la grilla de largada.

“Y para ser honesto, me hubiera encantado cuando era muy pequeño tener a alguien en la Fórmula 1 para poder apoyar, para poder levantarme en las mañanas y ver las carreras. Y no tuve eso”, recordó el piloto del equipo Williams.

franco colapinto monza F1
Colapinto tiene los colores de la bandera argentina en el casco (Photo by Clive Rose/Getty Images) (Clive Rose/)

Colapinto retomó su reflexión sobre el impacto de su desembarco en la Máxima en las nuevas generaciones de jóvenes que pueden disfrutar de ver a un compatriota corriendo en la categoría de mayor relevancia en el mundo motor. “Obvio que es un placer para mí ser el que está acá, pero hay tantos chicos que empiezan en karting porque ahora están viendo las carreras, porque el automovilismo se está haciendo más famoso en sus casas”, dijo.

Para cerrar su pensamiento sobre el tema, el argentino volvió a mencionar la alegría que le genera que los fanáticos de su país estén tan atentos de su actualidad. “Lamentablemente no tuve esa persona por la cualquier simpatizar, pero es increíble poder ver feliz a tanta gente viendo lo que estoy haciendo en la Fórmula 1 y además apoyando desde sus casas”

En esa misma charla que promovió la categoría y en la que estuvo acompañado por otros dos pilotos (Oliver Bearman, quien saldrá a pista con un Haas, y el chino Zhou Guanyu, de Kick Sauber), Franco también explicó las dificultades físicas con las que terminó en Monza y los trabajos que llevaron adelante junto a Williams para intentar mejorar la butaca.

“¡Necesito hacer cambios en mi cuerpo! El coche es muy rígido, al igual que el asiento. No creo que estuviera totalmente adaptado a mi cuerpo, pero hemos hecho algunos cambios”, expresó en relación a lo que fue Monza y ahora de cara al fin de semana en Azerbaiyán.

“Mi cuello ha reaccionado muy bien, así que eso significa que hemos hecho un buen trabajo en la parte de entrenamiento y que el asiento tiene muy buena pinta, así que son muy buenas noticias”, sumó en relación a los próximos días donde correrá en un circuito con una recta de máxima velocidad y curvas cerradas.

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