Dos chances, dos gritos: los goles de Miguel Borja para darle el triunfo a River ante Central y el consejo de Demichelis que resultó decisivo
River había jugado un flojo primer tiempo. Maniatado, sin fútbol a excepción de los chispazos del Diablito Echeverri, un Rosario Central alternativo, pero con el plan bien aprendido, le ganaba 1-0 con la joya de Lautaro Giaccone. Pero Martín Demichelis fue revirtiendo su mala lectura inicial con los cambios y contó con su as de espadas en el área: Miguel Borja. El delantero colombiano, de 31 años, dispuso de dos chances para anotar. Y no perdonó: 2-1 para el dueño de casa, que quedó tercero y cerca de la clasificación en la Zona A de la Copa de la Liga.
Primero, a los 21 minutos del complemento, Pablo Solari ejecutó un centro con la potencia justa hacia la arremetida del Colibrí, que le ganó la posición a Juan Cruz Komar (que hasta allí estaba ganando el duelo), anticipó y firmó el 1-1. Y, a los 41, el cultivo de la fe a pesar de pasar muchos tramos del partido sin contacto con el balón rindió sus frutos nuevamente.
Esequiel Barco envió la pelota al área, pero de manera alta y bombeada. Nacho Fernández no la dio por perdida, tocó al medio del otro lado y surgió otra vez Borja, quien con un remate alto resolvió el pleito. Fueron las dos oportunidades que dispuso. Un minuto antes, lo había buscado Echeverri con un buscapié, pero Werner cortó antes y Mallo envió al córner.
* La segunda conquista de Borja para el triunfo del Millonario
“Se pudo ganar, se le pudo aportar al equipo. Sabíamos que dependemos de nosotros, nos estamos acostumbrados a dar vuelta resultados. Teníamos un rival fuerte al frente, muchas veces se enfocan solamente en River, se vienen a jugar una final. Son los recientes campeones del torneo argentino, tienen un plantel muy bueno. Se encontraron con un gol en la primera llegada, hicieron un buen primer tiempo. Cuando fuimos a buscar con más jugadores encontramos el resultado” analizó el punta, que reveló cómo un consejo de Demichelis fue clave en su faena.
“La confianza del entrenador, que me decía que no saliera del área, quedate, alargalos, que te va a llegar la pelota. Me gustaría salir, tocarla. Pero son decisiones del entrenador, lo tengo que respetar. Lo he escuchado y es el resultado de lo que él me dijo. Gloria a Dios que pudimos anotar”, contó una intimidad del vestuario. Por eso, señaló a Micho una vez que convirtió el tanto decisivo, a modo de reconocimiento.
Con sus tantos, alcanzó los 12 en el certamen y aventaja por uno a Maravilla Martínez, de Racing, como máximo anotador de la competencia. Desde su arribo a Núñez, luego de que el club pagara 8 millones de dólares por su ficha, lleva 36 goles en 76 partidos. Es irreemplazable para el DT. Y ante el Canalla volvió a demostrarlo.