Vinicius reta a Dimitrievski tras su tenso encontronazo en pleno partido: “Tú y yo, fuera”
Después del subidón que supuso ganar El Clásico en el tiempo añadido, el Real Madrid se frenó en seco ante el Rayo Vallecano. No apareció Bellingham y la pólvora del Real Madrid se mojó. Lo primero lleva a lo segundo en un equipo dependiente de los tantos del inglés, diez en once partidos, y carente de un relevo en los días grises del exjugador del Dortmund. Rodrygo extiende a diez jornadas su sequía goleadora, Vinicius está más errático de cara a puerta que la temporada pasada y solo Joselu, con cinco tantos, ha echado una mano al inglés.
Ante los de Francisco se estrelló con un muro llamado Stole Dimitrievski, figura clave del importante punto conseguido por un Rayo cuyo trabajo defensivo coral consiguió lo que hasta la fecha se había convertido en un imposible para el equipo que visitaba el Bernabéu: secar al Real Madrid. El meta macedonio, determinante para conseguir el mencionado objetivo, protagonizó con Vinicius el bullicio del partido. El delantero del Real Madrid chocó con el portero del Rayo en un lance del juego y este quedó tendido en el césped doliéndose del tobillo.
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Dimitrievski zanja la polémica: “Le hubiera dado un abrazo”
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El partido se tuvo que detener durante unos instantes para que Dimitrievski fuera atendido por los médicos del cuadro rayista y cuando fue reanudado, el alto voltaje se apoderó de un Vinicius que entendió la caída del meta como una simulación para perder tiempo y estalló. “Tú y yo, fuera. Tú y yo fuera”, le repitió en varias ocasiones de manera insistente mientras el balón ya estaba en juego. El meta macedonio, lejos de echar más leña al fuego, zanjó la polémica una vez rebajadas las revoluciones al acabar el choque.
Vinícius es un grandísimo jugador. Son situaciones normales cuando el partido está tenso. Es normal que haya roces, como el de Bellingham con Pathé Ciss. Son cosas del partido, no hay que darle importancia a eso. No ha pasado nada. Al final es normal, él quería coger el balón, yo me tuerzo el tobillo en el campo y me caigo. Son circunstancias del juego y nada más. ¿Si he hablado con Vinicius para zanjarlo todo? El me estaba diciendo “nos vemos dentro del vestuario”… pero con buen rollo. Pero no nos vimos… Si le hubiese visto dentro le hubiese dado un abrazo porque esto es fútbol”, aclaró entre risas.
Los de la Franja concedieron pocas ocasiones, manejaron el tiempo del partido y realizaron un fructífero trabajo defensivo colectivo. Isi fue el primero que lo entendió. Se puso el mono de trabajo e interpretó de maravilla cada acción con Vinicius. Fue su sombra. Cada vez que el brasileño recibía, ahí estaba el ‘7′ del Rayo para frenarlo. Ambos libraron un honesto e intenso duelo que inició con sorpresa. Ancelotti, que había elogiado a Rodrygo en la víspera al choque, impactó dejándole en el banquillo. Junto a él descansó Kroos y Camavinga sustituyó al lesionado Tchouameni. Las exigencias del calendario con dos partidos en cinco días provocaron leves rotaciones del técnico italiano.