Sueño cumplido: Eriksson dirigió al Liverpool y vivió un conmovedor momento tras contar que padece una enfermedad terminal
Sven-Göran Eriksson fue homenajeado en un partido de leyendas del Liverpool y Ajax de Países Bajos en el estadio Anfield. El emblemático entrenador sueco, que padece una enfermedad terminal, se dio el gusto de volver a pisar el césped de una cancha histórica que lo recibió de brazos abiertos. Antes del match, hubo encuentro con el alemán Jürgen Klopp, con quien intercambiaron algunas palabras y se tiraron flores entre sí: “Eres una leyenda”. Vale recordar que Klopp anunció su salida de los Reds para fin de temporada, en una entrevista en la que acusó que se estaba quedando “sin energías” mientras está llevando a cabo su novena temporada al frente del equipo.
Antes del evento en Anfield, el sueco manifestó: “Estar en este encuentro es un sueño y nunca podría haber soñado con tanto, pero cuando fui entrenador siempre quise ir al Liverpool y nunca pasó. Estuve cerca una vez y hubo conversaciones. Fue hace muchos años y nunca llegó a ocurrir”. Y reveló sobre sus raíces: “Mi padre fue aficionado del Liverpool y aún es aficionado del Liverpool, así que mi amor por el equipo viene de ahí”.
El estratega que dirigió a la selección inglesa en los Mundiales de 2002 y 2006 (en ambos fue eliminado en cuartos de final) comandó al Liverpool que triunfó 4-2 en casa por los tantos de Nabil El Zhar, Djibril Cissé y Gregory Vignal y Fernando Torres (Derk Boerrigter y Kiki Musampa convirtieron para los neerlandeses). Hubo casi 60 mil espectadores presentes en el estadio.
El mundo del deporte quedó conmocionado cuando Eriksson anunció el pasado 11 de enero que padece un cáncer terminal y que le queda al menos “un año más de vida en el mejor de los casos”, pero que “resistirá mientras pueda” y continuará luchando contra la dura enfermedad.
“En el mejor de los casos, me queda un año. En el peor, algo menos”, señaló hace algunos días en una entrevista a la emisora pública Radio de Suecia. El diario sueco Aftonbladet aseguró que hace un año se desplomó en su casa y los estudios médicos que le practicaron descubrieron que había sufrido un derrame cerebral y tenía cáncer de páncreas. “Se puede ralentizar el curso de la enfermedad, pero no se le puede operar”, informó ese medio.
Eriksson dejó de trabajar en 2023 en su cargo de director deportivo del humilde club sueco Karlstad, aduciendo problemas de salud. Fue la última etapa de una larga y fructífera trayectoria que empezó a finales de la década de los años 70 en su país de origen. Tras ganar la liga y una Copa de la UEFA con el Götemburgo sueco, dio el salto al Benfica de Portugal, con el que logró tres ligas y de ahí pasó a Italia, donde desarrolló la mayor parte de su carrera en clubes como la Roma, Fiorentina, Sampdoria y Lazio, con el que obtuvo una Serie A, y la Copa de la UEFA, entre otras.
Svennie también pasó también por el fútbol inglés de la Premier League comandando al Manchester City y Leicester y fue seleccionador de Inglaterra, México, Costa de Marfil y Filipinas, además de probar en las ligas de China y Tailandia.
El lunes pasado, en Estocolmo (Suecia), se realizó una gala anual en la que el reconocido entrenador de fútbol de 75 años fue homenajeado en el escenario principal. Cerca de 2.000 personas llenaron el auditorio Friends Arena de la capital sueca y aplaudieron de pie por lo menos durante un minuto ante la aparición de Eriksson, quien dio un breve discurso de agradecimiento y quedó al borde de las lágrimas. “Me van a hacer llorar”, dijo mientras retiraba un pañuelo de su saco para limpiarse la nariz.
“Mil gracias a todos. Creo que no merezco todo este reconocimiento, pero gracias. Es demasiado. Gracias por todo. No tengo más que decir”, afirmó en el experimentado director técnico al subir al escenario para entregar uno de los premios relacionados con el deporte local. Los asistentes se emocionaron ante sus palabras.
GALERÍA DE IMÁGENES DEL HOMENAJE EN LIVERPOOL